(Libertad Digital) Después de que este jueves El Mundo desvelara que Nayo se encuentra huido en algún lugar del Caribe, el diario aporta nuevos datos. Además de publicar la segunda parte de la entrevista con el confidente, adelanta que la Fiscalía ha enviado a Santo Domingo a tres guardias civiles para que "negocien" la entrega de Nayo.
Según esta información, el objetivo del Ministerio Público es que Nayo regrese a España para que declare sobre la trama de los explosivos de Antonio Toro y Suárez Trashorras. Este jueves ya desveló la venta de explosivos a ETA por parte de los dos asturianos. Sin embargo, las primeras "gestiones" no han dado resultado. Así, el prófugo ya ha manifestado, tras recibir la citación de Juan del Olmo, que "por el momento no tenía intención de declarar". Ante este fracaso inicial, el Ministerio Público, siempre según El Mundo, no descarta "abrir otras posibles vías" con el confidente, que según fuentes próximas a la investigación, "ha estado controlado desde prácticamente el momento de su huida de España y se le han ofrecido diversas fórmulas para su regreso".
La Guardia Civil controla sus pasos
El diario recuerda que hay más de una herramienta judicial para obtener la declaración de Nayo después de que fuentes judiciales apuntaran que "al tener la consideración de testigo en la causa del 11-M, la Justicia española no puede imponerle que acuda a declarar porque la ley sólo exige la comparecencia como testigo a todos los que residan en territorio español".
Según El Mundo, la condena que pesa sobre Nayo de un juzgado de Ceuta "bastaría para solicitar su extradición a República Dominicana, un país con el que España mantiene un Tratado de Extradición y Asistencia Judicial". Como en la actualidad la justicia española mantiene un orden de detención nacional contra el prófugo, el primer paso sería hacerla internacional. También existe la posibilidad de que el juez del Olmo dicte una comisión rogatoria y se desplace a Santo Domingo para tomarle declaración. Por último, podría imputar a Nayo en la causa del 11-M, si considera que tiene elementos suficientes, y dictar su ingreso en prisión, lo que abriría la posibilidad de solicitar su extradición.
Trashorras quería atentar contra la Guardia Civil
En la segunda entrega de la entrevista que Nayo mantuvo "en algún lugar del Caribe" con el periodista de El Mundo, Fernando Lázaro, el prófugo explica que uno de sus socios, Emilio Suárez Trashorras "siempre había mostrado mucha insistencia por conseguir una mina anticarro". Dice textualmente Nayo: "Quería reventar un Patrol de la Guardia Civil de su pueblo. ¿Que por qué? Simplemente porque pasaba por un camino al lado de su casa todos los fines de semana. Decía que a esos hijos de puta los iba a reventar un día".
Este es solo uno de los testimonios con los que Nayo apoyo su tesis de que tanto Trashorras como su cuñado Antonio Toro eran unos "tipos sin escrúpulos, con un amor desorbitado por el dinero, muy peligrosos y extremadamente violentos".
Llamada a "Manolón"
Concluye la entrevista señalando que, tras el 11-M, cuando trasciende que puede haber algún asturiano implicado, "inmediatamente me salió el nombre de Emilio y de Toro en la cabeza. Antes de que los nombraran. Lo primero que hice fue llamar a "Manolón" pero no me pusieron. Le quería preguntar si era capaz de dormir, si le dejaba la conciencia. Me identifiqué como un buen amigo". Se refiere al inspector jefe de Estupefacientes de Avilés, Manuel García Rodríguez, uno de los primeros en conocer, por parte de los confidentes, los planes terroristas de la banda de Avilés.
Sobre Nayo pesa una orden de busca y captura, ya que no ha cumplido una condena de tres años de prisión por tráfico de drogas. También tiene pendientes dos juicios, uno de ellos el relacionado con la operación Pípol, en la que también fueron detenidos los dos asturianos –Toro y Trashorras– acusados de suministrar los explosivos del 11-M.