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Los trabajos de demolición del Windsor comenzarán este sábado y costarán 17,5 millones de euros

La demolición de la torre Windsor, que comenzará este sábado, costará 17,5 millones de euros, durará entre 10 y 11 meses y se hará por un equipo de 50 personas dirigido por el jefe del departamento de Control de la Edificación del Ayuntamiento de Madrid, Emilio García de Burgos, acompañado por 3 arquitectos y 11 arquitectos técnicos. Por otra parte, el departamento de Control de Edificación ha explicado que el hundimiento de las plantas superiores debió a que los pilares metálicos que no estaban protegidos.

La demolición de la torre Windsor, que comenzará este sábado, costará 17,5 millones de euros, durará entre 10 y 11 meses y se hará por un equipo de 50 personas dirigido por el jefe del departamento de Control de la Edificación del Ayuntamiento de Madrid, Emilio García de Burgos, acompañado por 3 arquitectos y 11 arquitectos técnicos. Por otra parte, el departamento de Control de Edificación ha explicado que el hundimiento de las plantas superiores debió a que los pilares metálicos que no estaban protegidos.
L D (EFE) Según anunciaron este viernes la coordinadora general de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Lobón, y el propio García de Burgos, los primeros trabajos de la "intervención" en el rascacielos se iniciarán mañana mismo, aunque la demolición de la estructura comenzará varios días después, una vez que sea desmontada la grúa pluma que todavía corona la torre.

Lo primero será, simultáneamente, instalar unas pantallas de neopreno para proteger a los operarios de las grúas y otras zonas que se considere necesario, reforzar los sótanos y túneles de circulación del complejo de AZCA para instalar encima dos nuevas grúas -la tercera y la cuarta- y reconocer desde el exterior los elementos que corren peligro de caída. Las dos grúas que ya se levantan junto al Windsor se dedicarán este fin de semana a retirar todos los elementos que en la inspección visual de este sábado se considere que presentan riesgo de caída.

A continuación, probablemente el lunes, una vez que esté montada la tercera grúa, que podría llegar a la zona este viernes, comenzará el desmontaje de la grúa pluma situada en lo alto del rascacielos. Este proceso, cuya duración no fue precisada, tiene que ser realizado necesariamente por las tres grandes grúas ubicadas en la calle Raimundo Fernández Villaverde, dos de las cuales sujetarán la pluma mientras la otra va cortando los extremos con sopletes y lanzas térmicas y bajándolos al suelo.

 
Cuatro grúas

Una vez retirados los elementos con riesgo de caída y la grúa pluma que se instaló en su día para realizar la reforma del rascacielos comenzará la demolición propiamente dicha de la estructura del Windsor, trabajando siempre desde las grúas, que ya serán cuatro tras la colocación de otra en el lateral que da al edificio La Estrella. Siempre se trabajará desde jaulas colgadas de las grúas y de fuera hacia dentro, primero cortando cada trozo de la estructura por el sistema que se considere más oportuno -oxicorte, lanzas térmicas, agua a presión, mordazas demoledoras, disco de corte o robots a control remoto con distintos accesorios- y luego bajándolo al suelo.

Se trabajará las 24 horas, de día cortando y bajando trozos y de noche recogiendo los escombros. Este sistema de demolición se empleará hasta la segunda planta técnica, la 17, y luego podrá replantearse, quizá para pasar a utilizar máquinas demoledoras tradicionales pero capaces de llegar hasta una altura de 37 metros, o mantenerlo hasta el final. Todo el proceso será seguido con cámaras, situadas en las grúas, en las jaulas o incluso en los cascos de los operarios que trabajen en éstas, en el edificio La Estrella -dos o tres-, en El Corte Inglés y posiblemente en Torre Picasso, que serán controladas desde una o dos centrales desde las que se darán las órdenes.

Previamente, el Ayuntamiento ha declarado ya la "ruina inminente" del edificio, ha tramitado la "actuación inmediata" para poder asumir la ejecución de los trabajos y ha aprobado un plan de prevención de riesgos tanto en el interior de la obra como en el entorno. Es posible que la demolición llegue a un momento en el que los técnicos del Ayuntamiento decidan que ya no existe riesgo ni para los trabajadores ni para el entorno, por lo que plantearía a los propietarios del edificio la posibilidad de que prosiguieran los trabajos y, de paso, asumieran la parte correspondiente del coste.
 
Se demolerá hasta la cuarta planta

Si estos se niegan, cosa que legalmente pueden hacer, el Ayuntamiento se ha comprometido a demoler la torre hasta la primera planta técnica, la cuarta, donde en cualquier caso se detendrá la demolición. Lobón y García de Burgos explicaron que tanto el plazo como el presupuesto, que todavía no se ha comunicado oficialmente a los propietarios del edificio aunque se hará el lunes como muy tarde, son estimatorios y, aunque no tienen por qué variar, hasta una larga temporada de lluvias o vientos fuertes podría suponer retraso y un aumento del coste.

Tampoco cambiará en principio el perímetro de seguridad establecido en 60 metros alrededor de la torre, ni las limitaciones de tráfico en superficie o en el Metro, que sin embargo podrían ampliarse o reducirse en función de las necesidades o las posibilidades que ofrezca la demolición.
 
Hundimiento de las plantas superiores
 
El hundimiento de la mayor parte de las plantas superiores del Windsor (del piso 17 al 27) ocurrido la madrugada del pasado domingo, día 13, se debió al fallar los pilares metálicos perimetrales del rascacielos por no estar protegidos y porque el gradiente térmico del incendio fue creciente de núcleo a fachadas, quedando gran cantidad de escombros acumulados sobre el forjado de la planta 17.
 
Así lo manifestó este viernes el jefe del Departamento de Control de la Edificación, Emilio García de Burgos, durante la presentación de los planes de Intervención y Prevención de Riesgos Laborales para llevar a cabo la demolición del inmueble siniestrado, que comenzará este sábado.
Según García de Burgos, frente a esta circunstancia, el núcleo 2 del Windsor (de la planta 4 a la 16) resistió mejor las llamas gracias a los grandes pilares de hormigón existentes en la fachada, la protección contra el fuego prácticamente en todos los pilares metálicos y la actuación de los bomberos.
 
"La sensación resultante de la visita que realizamos los técnicos el día 16 es que los elementos estructurales empeoran de dentro a fuera, estando en mejor situación las pantallas del núcleo central que los pórticos exteriores de hormigón", explicó. "Las vigas mixtas aparentan mejor situación que la que cabría suponer debido a la protección existente", continuó. En este sentido, dijo que el edificio Windsor "es estable", aunque precisó que no se descarta que haya colapsos parciales que puedan llevar a otros derrumbes en diferentes forjados.
 
El Plan de Intervención para demoler y desmontar el edificio Windsor parte de un estudio detallado del rascacielos, tanto antes como después del siniestro, poniendo de relieve que el incendio afectó de diferente manera a los distintos núcleos, originando un hundimiento casi generalizado de las plantas superiores al fallar los pilares metálicos perimetrales.

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