L D (EFE) La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró este jueves que la retirada de la última estatua de Franco en Madrid ha sido "un acto de normalidad democrática", ya que su presencia no contaba con el "amplísimo consenso" que requiere un símbolo de esas características.
Fernández de la Vega hizo estas declaraciones durante la presentación del libro "La Biblia de barro", de la escritora Julia Navarro, acto en el que se refirió a la decisión del Ministerio de Fomento de retirar la estatua ecuestre de Franco que permanecía en Nuevos Ministerios. Para la vicepresidenta, "las estatuas son, en definitiva, símbolos que representan homenajes de los ciudadanos a otros conciudadanos", y por tanto "lo lógico es que, para permanecer como representación de esos homenajes, deben suscitar un amplísimo consenso".
"No era el caso de esta estatua, y ésa es la razón fundamental por la que ha sido retirada, como ya ha ocurrido en otros lugares de España, en otras ciudades, en otras plazas y calles", añadió. Por ello, Fernández de la Vega consideró que "desde esa perspectiva, era un acto de normalidad democrática", igual que lo ha sido -dijo- la forma en la que se ha retirado, "cuando menos se interrumpe el tráfico, de una forma absolutamente ordinaria y natural".
"No era el caso de esta estatua, y ésa es la razón fundamental por la que ha sido retirada, como ya ha ocurrido en otros lugares de España, en otras ciudades, en otras plazas y calles", añadió. Por ello, Fernández de la Vega consideró que "desde esa perspectiva, era un acto de normalidad democrática", igual que lo ha sido -dijo- la forma en la que se ha retirado, "cuando menos se interrumpe el tráfico, de una forma absolutamente ordinaria y natural".