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Gobierno y CNI guardan silencio sobre la relación del socialista Huarte con los servicios secretos

Nuevas revelaciones en torno al dirigente del PSOE asturiano, Fernando Huarte, y sus visitas al terrorista Benesmail en la cárcel de Villabona. Según publica el diario El Mundo, Huarte trabajaba para los servicios secretos españoles desde la época de Emilio Alonso Manglano. El PP cree que esta noticia supone "un salto cualitativo notable en lo que se refiere a la posible vinculación de miembros del PSOE con la célula que actuó el 11-M en Madrid". Zaplana pide al PSOE que aclare si fue Huarte quien le dio “la información privilegiada” sobre la autoría del 11-M. Gobierno y CNI guardan silencio por el momento.

(Libertad Digital) El dirigente del PSOE asturiano, Fernando Huarte, envió el lunes un comunicado a la agencia EFE en el que explicaba que las visitas que realizó a Abdelkrim Benesmail en la prisión de Villabona se produjeron a iniciativa de éste último y en su calidad de presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Palestino Al-Fatah "y en ningún caso como militante del PSOE". Huarte reconoció que entre marzo de 2002 y octubre de 2004, visitó a Benesmail en tres ocasiones, "que no es lo mismo que mantener una estrecha relación con él", y aseguró que "por supuesto" no les une "una relación de amistad".
 
El objeto de esas visitas fue, siempre según Huarte, además de conseguirle una cita con el dentista, hacerle llegar revistas en árabe, ropa y otros objetos personales, "siempre con un cariz humanitario" y sus conversaciones se circunscribieron "al ámbito más personal, sobre sus necesidades en la cárcel". Sin embargo, a esa hora los periodistas trabajaban en otra pista. La que había soltado horas antes el secretario de Organización del PSOE. José Blanco, al ser preguntado por la solicitud de comparecencia del militante socialista de Gijón por parte del PP para que explicara sus contactos con Benesmail, declaró: "Yo tengo claro el objeto de su visita" al terrorista "y me consta que los miembros del anterior Gobierno también".
 
Interrogado por los periodistas sobre si de sus declaraciones se desprendía que Huarte había colaborado con los servicios de espionaje españoles o con las Fuerzas de Seguridad, Blanco, entre sonrisas, se remitió a sus palabras exactas y se fue a su despacho. Ante estas misteriosas declaraciones, el Partido Popular exigió inmediatamente a Blanco qué explicara que es lo que quería decir. Por lo sucedido en las horas siguientes, el secretario de Organización de los socialistas –al que, según publico El Mundo, la juez francesa Laurence Levert informó el 12-M de que los servicios secretos españoles le habían dicho que el atentado era obra de islamistas– era de los pocos que estaba informado en el PSOE del verdadero motivo de las andanzas de Huarte. Así, su compañero de partido, Diego López Garrido, repitió varias veces el lunes por la noche en el programa 59 segundos de TVE que las visitas se debían "a su labor en una ONG". Por su parte, en La Linterna de COPE, Rosa Díez exigía al PSOE una "explicación contundente" para justificar estas reuniones.
 
Este martes entendemos mejor las palabras de Blanco aunque no la intención con que las dijo. El diario El Mundo desvela que Huarte colaboraba desde 1992 con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), donde estaría "altamente valorado" por sus informaciones sobre el mundo islámico. Según la información de este periódico, el dirigente del PSOE gijonés habría facilitado informaciones muy valiosas sobre islamistas e incluso algunos países europeos habrían solicitado su colaboración en varias ocasiones. Fuentes de la familia consultadas por la Cadena COPE han desmentido este hecho.
 
Al conocer la noticia de El Mundo, el responsable de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, ha dicho en La Mañana de COPE que este dato supone "un salto cualitativo notable en lo que se refiere a la posible vinculación de miembros del PSOE con la célula que actuó el 11-M en Madrid". "Este no es un dato aislado", apuntó Elorriaga, que recordó que esta noticia se suma a las aparecidos en los últimos días. "Las cosas no están claras en absoluto y se necesita información y más comparecencias ante la comisión de investigación cuyo cierre en falso no aceptaremos", añadió.
 
Mientras tanto, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no tiene nada que decir al respecto: "Por la naturaleza del mismo ni se lo confirmo ni se lo desmiento. Yo no hablo como vicepresidenta del Gobierno de quien es o no es miembro del CNI, por la naturaleza del mismo". En la misma, línea el Centro Nacional de Inteligencia ha justificado su silencio en que la legislación vigente impide informar sobre las actividades del centro y de su personal. Fuentes del CNI dijeron que por las leyes que regulan el funcionamiento del centro no se puede confirmar ni desmentir la información de El Mundo.

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