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COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN DEL CARMELO

El ex presidente de GISA admite que le aconsejaron mirar “con cariño” la adjudicación de obras

El ex presidente de GISA, Joan Ignasi Puigdollers, ha negado este miércoles, durante su comparecencia en la comisión de investigación del Carmelo, haber recibido instrucciones para adjudicar preferentemente una obra a una empresa, aunque ha admitido que "tal vez sí" le dijeron que mirara alguna oferta "con cariño".

El ex presidente de GISA, Joan Ignasi Puigdollers, ha negado este miércoles, durante su comparecencia en la comisión de investigación del Carmelo, haber recibido instrucciones para adjudicar preferentemente una obra a una empresa, aunque ha admitido que "tal vez sí" le dijeron que mirara alguna oferta "con cariño".
L D (EFE) "Nunca se me ha pedido que adjudique (una obra). ¿Que me la mire con cariño? Tal vez sí", ha declarado Puigdollers, quien, no obstante, ante la insistencia del diputado del PPC Daniel Sirera, por saber quién le había hecho esta observación, primero ha asegurado que no lo recordaba y, finalmente, ha acabado dando por no dicha esta afirmación.

Puigdollers también ha negado que el anterior consejero de Política Territorial, Felip Puig (CiU), "desempatara" en los concursos de adjudicación de obras públicas y ha dicho que el único caso en el que pudo "opinar" fue en la asignación del sistema de señalización de la línea 9 del metro. "El señor Puig no ha desempatado nunca en un concurso público", ha afirmado Puidollers, quien ha preferido emplear el término "opinar" por el de "desempatar".

En cualquier caso, Puigdollers ha precisado que el consejero sólo "opinó" en un concurso de adjudicación porque éste "tenía unas características técnicas muy especiales", como es la concesión del sistema de señalización y automatismos de la línea 9 del metro de Barcelona. Según el ex presidente de GISA, las dos empresas finalistas, Siemens y Alcatel, proponían un sistema de conducción automática novedoso que "no se había montado en ningún lugar del mundo", mientras que la oferta económica también presentaba diferencias "poco significativas".

"Era muy aventurado adjudicar un contrato de cerca de 100 millones de euros que además no estaba en explotación en ningún lugar", ha explicado Puigdollers, quien ha subrayado que en la adjudicación de esta obra, en la que se dio un caso "prácticamente de empate", "todo el mundo opinó", incluido Puig. El que fuera presidente de GISA durante los últimos años del gobierno de CiU también ha explicado que se aprobó modificar los pliegos del concurso público de adjudicación de obras a principios de 2004 "para adaptarlos a la normativa europea", que prevé que "una oferta más baja no puede tener más puntos que una más cara". Con la modificación de las cláusulas, además, se pretendía "eliminar la subjetividad" y poder medir la fiabilidad de la oferta de una determinada empresa.

Por otra parte, Puigdollers ha asegurado que "en GISA nunca se ha cobrado una comisión".

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