Miguel Ríos propone una huelga general contra la piratería y pide más policía para eliminarla
Tras publicar un polémico artículo de opinión en el diario El País, el cantante Miguel Ríos sigue defendiendo su propuesta de convocar una huelga general contra la piratería, que espera secunde todo el sector de la industria discográfica, desde artistas a vendedores. A pesar de considerar positivo el "Plan contra la Piratería" que prepara el Gobierno, augura que será un paquete de medidas insuficiente. La solución, a su juicio, pasa por un incremento de la labor policial para erradicar el top manta, "que no sólo no ayuda a la difusión de la música, sino que se la está cargando", opina.
L D (EFE) Según explicó el músico granadino a la agencia Efe, "se dan todas las condiciones lamentables para que todos secundemos esa huelga", cuyos destinatarios serían el Gobierno y la sociedad. El Gobierno porque, "a casi un año de su toma de posesión y pese a sus buenas intenciones y su preocupación, permite impunemente que nos roben en nuestra propia casa y no ha solucionado la errónea política de sus predecesores en la erradicación de la piratería callejera. Es una obligación del Gobierno acabar con ella", apunta. Y la sociedad, asegura Ríos, porque "ha devaluado las cosas que le gustan, como la música, hasta tal punto de cogerlas casi gratis del suelo".
Miguel Ríos se pregunta si el público "no sabe que en esta profesión hay muy pocos que se salven de la quema. Sólo somos una minoría los que sobrevivimos gracias al favor del público y nuestros mecenas, y, sobre todo, porque nos dedicamos a esto desde mucho antes de que existiera la piratería. Los jóvenes músicos no tienen ningún futuro", augura.
Situación "bochornosa"
El cantante de "Rock en el Ruedo" tacha de "bochornoso" que España figure entre los diez países con mayor índice de piratería, "lo que conlleva las consecuentes pérdidas de empleo en una industria que se ha visto diezmada en un 30 por ciento", y reconoce no entender cómo la gente esgrime el precio de los discos como disculpa para comprar en el "top-manta", cuando su álbum "Directo al corazón" costó 1.600 pesetas en 1992 y el último "60mp3" de 2004 cuesta 18 euros. Un disco "paga impuestos, las campañas publicitarias de los medios de comunicación y tiene un 16 por ciento de IVA como artículo de lujo y otras muchas cosas", añade.
A juicio del cantante, la huelga debería estar respaldada por todos los sectores implicados, desde las compañías discográficas, las editoriales, las tiendas de discos, los distribuidores, productores, los estudios de grabación, los conservatorios, academias, managers, compositores y artistas, dice el cantante, que asegura que su iniciativa ha recibido ya múltiples muestras de apoyo.
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