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El Senado insta al Gobierno a que propicie "en la menor brevedad posible" un referéndum en el Sahara

El pleno del Senado aprobó este martes, por asentimiento y sin necesidad de votación, una moción en la que pide al Gobierno que actúe "para lograr una solución justa y definitiva" al conflicto del Sahara Occidental "respetando el principio de libre determinación del pueblo saharaui con la convocatoria, en la menor brevedad posible, el referéndum" de autodeterminación en el territorio. Además se pide al Ejecutivo que urja a Marruecos a respetar los Derechos Humanos.

El pleno del Senado aprobó este martes, por asentimiento y sin necesidad de votación, una moción en la que pide al Gobierno que actúe "para lograr una solución justa y definitiva" al conflicto del Sahara Occidental "respetando el principio de libre determinación del pueblo saharaui con la convocatoria, en la menor brevedad posible, el referéndum" de autodeterminación en el territorio. Además se pide al Ejecutivo que urja a Marruecos a respetar los Derechos Humanos.
L D (Europa Press) En la moción, presentada por todos los grupos minoritarios y pactada después con PSOE y PP, se pide al Ejecutivo que haga gestiones "a nivel bilateral y en el marco de Naciones Unidas" y que se interese, ante la Secretaría General de la ONU, por el "urgente nombramiento de un enviado especial y un representante personal para el Sahara".
 
El texto, presentado al hilo de las manifestaciones saharauis registradas en El Aaiún y reprimidas por las autoridades marroquíes, insta además al Ejecutivo a "urgir al Gobierno marroquí a respetar los Derechos Humanos y libertades democráticas" y a poner fin a "toda violencia". Por último, reclama que se garantice la "suficiencia de la ayuda humanitaria" para los saharauis. Durante el debate en pleno, el senador del PSOE José Castro, pidió a sus colegas que no se pusiera "tanta vehemencia" precisamente en la cuestión del referéndum, porque es posible que la solución al conflicto se logre mediante otras fórmulas "si las partes así lo determinan", y por tanto la consulta "no es una cuestión 'sine qua non'".
 
Para el portavoz del PP, Luis Eduardo Cortés, el referéndum ha sido "hurtado sistemáticamente por los marroquíes" y está "en un limbo que no acaba de ver el cielo que sin duda merece". Todos los grupos estuvieron de acuerdo en que los saharauis han demostrado tener "grandes dosis de paciencia". Por su parte, Eduardo Cuenca (IU), como portavoz del grupo mixto, denunció que la política del Gobierno hacia el Sahara "ha fracasado estrepitosamente" y que el Ejecutivo "se presenta como gran defensor de Marruecos". Tras las manifestaciones de El Aaiún y su represión, dijo, es un "momento de no mirar hacia otro lado como parece que hace el gobierno", al que acusó de "miopía política".
 
El texto aprobado fue una enmienda de sustitución presentada a su vez sobre una propuesta original del PP, que reclamaba a Marruecos una "rectificación sobre la falacia de la instigación española a las manifestaciones saharauis". Finalmente, este punto no estuvo incluido en la moción aprobada por el pleno. Con su propuesta inicial, Castro acusó al PP de "no querer llegar a ninguna parte respecto a la solución del problema" y sí querer "desgastar y enfrentar" al Gobierno de España con Marruecos.
 
Tras expresar su apoyo a la enmienda de sustitución, Cortés argumentó que en el asunto del Sahara se ha "llegado a un punto" en el que "hay que unir las actuaciones de la oposición y las del Gobierno", sobre todo teniendo en cuenta que el contencioso de la ex colonia española ocupada por Marruecos "es un tema en el que los españoles están de acuerdo, y no es fácil". Por ello, reclamó que sobre este asunto no se hagan "propuestas melifluas" y "light", sino que "hay que ser duro y concreto" porque Marruecos lleva desde hace años con una postura "totalmente inaceptable". "No podemos ampararla ni taparla", remachó.
 
Sin embargo, poco después de que los grupos parlamentarios consensuaran este texto, volvieron a dejar patente su división en materia de política exterior al rechazar, por 119 votos frente a 111, una moción del PP que reclamaba "impulsar con carácter de urgencia medidas que refuercen la posición internacional española". La moción fue defendida por Alejandro Muñoz Alonso, que consideró "urgente" elaborar la política exterior "sobre la base del interés nacional, que es la antítesis de una política ideologizada". Además, se granjeó las críticas de todas las fuerzas minoritarias al decir que "sólo puede haber consenso su se comparten los fundamentos constitucionales del Estado y si participan las grandes fuerzas políticas, no unas sí y otras no".
 
En su turno final, respondió a las críticas de los demás grupos diciendo que "el consenso no es unanimidad" y que es posible que algún partido quede "descolgado" del consenso, pero no uno de los mayoritarios. Alonso lamentó que los demás grupos rechazaran su oferta de consenso para lograr aprobar esta moción, mientras el resto de portavoces afirmaba que fue el último Gobierno del PP quien rompió el consenso en política exterior. "Yo ya he vivido una política exterior ideologizada, que fue la del último Gobierno de Aznar, dijo Carles Gasoliba (CiU).
 
El portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, afirmó estar de acuerdo en que la política exterior del Ejecutivo socialista "ha sido en algunos momentos errática" y expresó su desacuerdo con cómo se está abordando el contencioso del Sahara, y con "el pésimo ejercicio diplomático" en Venezuela, pero añadió que no podía aceptar los términos en que se redactó la moción popular.

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