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Zapatero eleva el pago por impuestos cedidos a Andalucía en el mismo porcentaje que los recorta a Madrid

El cálculo del Gobierno que recorta los pagos anunciados a Madrid por impuestos cedidos eleva en el mismo porcentaje, un 31 por ciento, los que recibe Andalucía, que además se ve beneficiada a través de Fomento del adelanto de varias infraestructuras. La lucha por la liquidación presupuestaria de 2003 ha llegado al terreno político. El secretario de Hacienda, David Vegara, insistió el martes que todo se debía a la última rebaja del IRPF mientras que cobra fuerza la hipótesis de que se trate de una operación política para castigar al Gobierno regional.

El cálculo del Gobierno que recorta los pagos anunciados a Madrid por impuestos cedidos eleva en el mismo porcentaje, un 31 por ciento, los que recibe Andalucía, que además se ve beneficiada a través de Fomento del adelanto de varias infraestructuras. La lucha por la liquidación presupuestaria de 2003 ha llegado al terreno político. El secretario de Hacienda, David Vegara, insistió el martes que todo se debía a la última rebaja del IRPF mientras que cobra fuerza la hipótesis de que se trate de una operación política para castigar al Gobierno regional.
(Libertad Digital) El pasado viernes, antes de emprender viaje a Iberoamérica, la presidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, explicó la sorpresa por la actuación del ministerio de Hacienda. Aguirre explicó que después de que Hacienda comunicara que Madrid iba a recibir 841 millones de euros (en junio de 2004 Hacienda comunicó que la previsión de liquidación era de 871 millones, mientras que en un segundo informe ya en el mes de octubre se rebaja la cifra en 30 millones), la Comunidad ejecuta los presupuestos con esa previsión.
 
La decisión del Gobierno es, todavía si cabe, más grave. La práctica es que a finales del año el Gobierno envía esas previsiones de liquidación de impuestos cedidos para que los ejecutivos puedan elaborar los presupuestos correspondientes. El problema para Madrid se agrava puesto que la ejecución de las cuentas autonómicas de este año 2005 se está haciendo contando con esa previsión anunciada por Hacienda en 2004 de los impuestos de 2003. Desde el Gobierno se trataba de justificar la maniobra alegando que la diferencia se debe al último recorte del IRPF del PP. Sin embargo, esas cuentas no se ajustan técnicamente a la realidad, teoría en la que insistió este pasado martes el secretario de Estado de Hacienda, David Vegara.
 
Este jueves el diario Expansión informa de que el cálculo del Gobierno que recorta los pagos por impuestos cedidos a Madrid eleva, sin embargo, un 31 por ciento la cantidad que recibe Andalucía, 174 millones de euros más de lo previsto. La previsión de liquidación de los presupuestos de 2003 contemplaba un importe de 627 millones de euros, mientras que la cifra definitiva se dispara hasta los 801 millones de euros, es decir, un aumento del 31 por ciento, el mismo porcentaje que se recortan los ingresos de Madrid.
 
La sorpresa se agrava en estos cálculos cuando se comprueba que la liquidación de Andalucía –por ingresos de impuestos al consumo, impuestos especiales etcétera) se incrementa un 65 por ciento mientras que la de Madrid sólo crece un 2 por ciento, siendo la comunidad más dinámica y la que más crece de España, en concreto, un 1,3 por ciento más que Andalucía.

Este lunes próximo se reúne Esperanza Aguirre con Zapatero en un encuentro en que se deberán aclarar estas cifras, más aún cuando el presidente de Andalucía, Manuel Chaves es el presidente del PSOE, con lo que las sospechas de manipulación de datos se incrementan. Lo cierto es que Andalucía se está viendo favorecida en muchos frentes, desde el pago de la deuda histórica ampliada nada más llegar Zapatero al Gobierno, hasta la declaración preferente de obras con plazos pactados del ministerio de Fomento, al frente del cuál está la andaluza Magdalena Álvarez.

Esto contrasta con la actitud del Ejecutivo con la Comunidad de Madrid, donde se han denunciado los agravios del Gobierno de Zapatero con la paralización de inversiones y la no defensa ante Bruselas de la reclasificación de la empresa Mintra, cuya deuda no computaba en la deuda general de la Administración autonómica hasta hace unos meses.

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