(Libertad Digital) El Mundo publica este sábado que la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) pidió autorización al juez Baltasar Garzón para intervenir el número de teléfono de Sarhane ben Abdelmajid Fakhet, conocido como "El Tunecino", al menos un mes antes de que se produjera la matanza en Madrid, según consta en los informes de la Policía. En el sumario que instruye el juez del Olmo consta que la UCIE también solicitó al magistrado la intervención del número de teléfono de otro sospechoso.
El terrorista, que se suicidó en la casa de Leganés poco después del atentado, estaba siendo investigado desde hacía tiempo por la Policía por su conexión con los atentados perpetrados en Casablanca en mayo de 2003, donde murieron 44 personas. “El Tunecino” también era sospechoso de colaborar con otro terrorista, Zouhaier ben Mohamed Nagaaoui, quien la Policía investigaba por su relación con la red terrorista de Al-Qaeda.
El jefe de la unidad, Mariano Rayón, recordó en esas fechas a Garzón la relación entre los dos terroristas, Sarhane y Zouhaier, y declaró en el informe presentado al magistrado que se debería “investigar todo aquello concerniente a los atentados que tuvieran conexión en nuestro país en el marco del movimiento radical islámico internacional”.
Por su parte la Policía ya señaló la peligrosidad de Zouhaier y su pertenencia con grupos “muyahidin” de la Salafia Yihadia en Madrid, una célula de captación de musulmanes para convertirlos en mártires suicidas-. Zouhaier estaba relacionado con el Frente Islámico Tunecino en Holanda, que organizaba cursos preparatorios para terroristas de Al-Qaeda, el frente radical egipcio de AJAI, y los argelinos de GIA y FISCC.