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Carod ironiza con las oraciones de Bono y pide a Santa Rita que se apruebe el Estatuto

Algunos políticos han decidido ampararse en patrones y santos ante las complicadas negociaciones previas a la votación del Estatuto catalán. Es el caso de Bono, que reza a la virgen de su pueblo para que la reforma que salga de Cataluña sea constitucional, y de Carod, quien irónicamente se ha encomendado a Santa Rita, patrona de los imposibles, a la salida de la reunión entre el tripartito y CiU para lograr un acuerdo sobre financiación. Huguet se ha unido a las alusiones santorales: "esto es el Estatut de Santa Rita, que lo que se da no se quita".

Algunos políticos han decidido ampararse en patrones y santos ante las complicadas negociaciones previas a la votación del Estatuto catalán. Es el caso de Bono, que reza a la virgen de su pueblo para que la reforma que salga de Cataluña sea constitucional, y de Carod, quien irónicamente se ha encomendado a Santa Rita, patrona de los imposibles, a la salida de la reunión entre el tripartito y CiU para lograr un acuerdo sobre financiación. Huguet se ha unido a las alusiones santorales: "esto es el Estatut de Santa Rita, que lo que se da no se quita".
L D (EFE) En los pasillos del Parlamento, que ha suspendido momentáneamente el pleno para dar tiempo a que las formaciones políticas alcancen un acuerdo sobre el modelo de financiación en los despachos, Carod ha enseñado un libro histórico sobre el Estatuto de 1932, en el que tiene como punto de lectura una estampita de Santa Rita que le entregó una panadera independentista de su Cambrils (Tarragona) natal.
 
Carod, que dijo encomendarse a la santa a la salida de la reunión entre CiU y el tripartito, tiene el apoyo de Josep Huguet, consejero de Comercio. "Esto es el Estatut de Santa Rita, que lo que se da no se quita", ha ironizado el dirigente de Esquerra, ante Carod y otros miembros de la dirección republicana.
 
Los bedeles, comunicados por radio
 
Las últimas horas de la negociación estatutaria ha generado una gran expectación entre políticos y periodistas en el pleno que debe votar el modelo de financiación. Ante la presión informativa, los bedeles del Parlamento se han convertido en un auténtico cuerpo de seguridad, ya que se han encargado de impedir el paso de los periodistas a los despachos de los grupos parlamentarios, en donde se desarrollan las negociaciones.

De una manera inusual, los bedeles se han equipado de auriculares y comunicación por radio para coordinarse en los vaivenes de los políticos y los lugares en los que se reúnen.

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