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LAS "FUENTES" SE ENCARGAN DE FILTRAR "OPTIMISMO"

Zapatero esconde su reunión con Maragall tras acusar a Rajoy de "meter miedo a los españoles"

Siguiendo la estrategia habitual, el presidente no informa personalmente de sus entrevistas cuando el asunto es de importancia. El mismo día en el que el Estatuto catalán llegó al Congreso, Zapatero y Maragall han dejado en manos de sus respectivas fuentes los datos de la reunión. Dos horas antes, el presidente del Gobierno acusó a Mariano Rajoy de "meter miedo a los españoles" cuando éste le dijo que la nación "no es sólo una palabra" y que si quieren pactar reformar del texto "mi posición es la de la Constitución, la solidaridad y la soberanía; allí me encontrará".

Siguiendo la estrategia habitual, el presidente no informa personalmente de sus entrevistas cuando el asunto es de importancia. El mismo día en el que el Estatuto catalán llegó al Congreso, Zapatero y Maragall han dejado en manos de sus respectivas fuentes los datos de la reunión. Dos horas antes, el presidente del Gobierno acusó a Mariano Rajoy de "meter miedo a los españoles" cuando éste le dijo que la nación "no es sólo una palabra" y que si quieren pactar reformar del texto "mi posición es la de la Constitución, la solidaridad y la soberanía; allí me encontrará".
(Libertad Digital) Dos horas antes de su reunión con Maragall, Zapatero ha respondido a varias preguntas en la sesión de control de este miércoles. Mariano Rajoy le recordó la promesa que lanzó al presidente de la Generalidad y le pidió que no apruebe la tramitación del Estatuto catalán si no es como una reforma constitucional. Si lo hace –añadió– "agravará el problema". El presidente del Gobierno pidió a Rajoy "que deje de meter miedo a los españoles" y dijo que habrá enmiendas para que sea una "reforma razonable". Eduardo Zaplana se preguntó si Ibarra y Bono también meten miedo.
 
Rajoy comenzó recordando que ya en el debate de investidura le indicó al presidente que si no tenía claros los procesos de reforma no cometiera el error de abrirlos. Le recordó también la promesa que, en plenas elecciones catalanas y desde la oposición, lanzó al candidato Maragall: asumir lo que saliera del parlamento autonómico. Sin embargo, añadió, luego pidió "que no se opinara".

En definitiva, según Rajoy, "el resultado es que hay un cambio constitucional de gran calado y lo peor es que está promovido por usted". Para el líder del PP, "se acaba con el espíritu de la transición y se impone un modelo de sociedad" que, además, "es intervencionista". Concluyó su turno pidiendo que no se admita a trámite el texto como reforma estatutaria. "Si lo admite a trámite –prosiguió– agravará el problema. No está a la altura de sus responsabilidad como presidente del Gobierno".

Zapatero respondió que la “historia democrática” desde la transición hasta la aprobación de la Constitución “ha demostrado que hay camino que conduce al éxito”. Para el presidente ese camino es “la confianza en los procedimientos parlamentarios” y advirtió que los contenidos del Estatuto de Cataluña van a ser enmendados por el grupo socialista”. “Sabremos trabajar y lograr un buen resultado. Si sabemos hacerlo bien será un éxito” para Cataluña y dará “estabilidad” a España.

Rajoy acusó al presidente de hacer lo contrario “de lo que está diciendo” y de haber roto el “acuerdo constitucional”. “Mi posición es la de la Constitución, la solidaridad, la soberanía y allí me encontrará”, dijo Rajoy, que consideró que el Gobierno actúa “irresponsablemente” y que “nos ha creado un problema”. Para finalizar, el presidente del PP recordó a Zapatero que “una nación no es una palabra, sino un proyecto de convivencia, de derechos y obligaciones y allí donde se rompe una nación no hay igualdad”.

El presidente replicó a Rajoy, recordando lo que a su juicio ha sido la trayectoria del PSOE en la etapa constitucional. "Desde la transición ha habido un grupo que siempre se ha guiado del respeto al orden constitucional y del progreso y ese grupo es el de los socialistas", dijo Zapatero, que añadió que "algunos se han opuesto siempre a las reformas aunque fuesen razonables", en referencia al PP. Zapatero concluyó su intervención dirigiéndose a Rajoy: "deje de meter miedo absurdamente a los españoles sobre nuestro fututo y nuestra convivencia".

"Hable con Bono y Rodríguez Ibarra para que no metan miedo a los españoles"
 
El debate entre Gobierno y oposición en torno al Estatuto de Cataluña lo continuaron el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Pero Zaplana aprovechó el arranque de su intervención para dirigirse a Zapatero: "Le recomiendo que hable cuando tenga ocasión con el ministro de Defensa o el presidente de la Junta de Extremadura para que no metan miedo a los españoles".
 
Zaplana continuó señalando que el Estatuto "es un desafío al orden constitucional en toda regla, estamos en una crisis constitucional en la que el PSOE está a punto de quebrar una trayectoria desde que se aprobó la Constitución". Zaplana dijo que "hay muchos puntos inconsitucionales, pero me voy a centrar en uno; el concepto de nación es un concepto jurídico que tiene consecuencias políticas y jurídicas y no solo simbólicas, la Constitución es inequívoca en este punto". El portavoz del PP añadió que este proceso es "una mutación constitucional para que la que ni ustedes ni nosotros hemos sido elegidos", y le preguntó a de la Vega ¿qué es lo que van a enmendar?".
 
De la Vega le dijo a Zaplana que "como expresión de la moderación usted no tiene precio" y a continuación aclaró que "no es suficiente el consenso para que una comunidad se proclame como nación". Y pidió a los populares que no "jueguen con los sentimientos" y colaboren con la reforma.
 
Zaplana insistió en la réplica en que "nos han metido en un buen lío, tienen tiempo de rectificar y si quieren saben donde encontrarnos, no nos pidan colaboración en este despropósito".
 
Por último De la Vega concluyó el debate señalando que "el señor Zaplana quería saber si el consenso es suficiente para que una comunidad se proclame como nación, le  he dicho que no, es absolutamente imprescindible que haya rigor constitucional y se respete el interés general de los ciudadanos". Y añadió que "las reformas constitucionales hay que hacerlas desde el respeto al Parlamento de Cataluña y a este Parlamento, deberían echar una mano y permitir que tengamos un debate sosegado". La vicepresidenta dijo que a al PP el "oportunismo les lleva a la manipulación constante de los sentimientos" y le pidió a Zaplana "construir y no destruir, ustedes siguen instalados en la confrontación, el tremendismo y  en la utilización de los sentimientos", sentenció.
 

Las fuentes informan con "optimismo"
 
El apagón pactado entre Maragall y Zapatero lo gestionaron las fuentes de La Moncloa y la Generalidad.
 
Según las primeras, citadas por la agencia Europa Press, durante el encuentro, que duró dos horas y finalizó sobre las 20.30 horas de la tarde, tanto Zapatero como Maragal se mostraron convencidos de que el Estatuto será aprobado en el Parlamento nacional "con pacto, diálogo y Constitución".
 
En cuanto las fuentes de la Generalidad parece que el resultado del encuentro llamaba al "optimismo" y que ambos presidentes habían coincidido en la necesidad de conseguir un Estatuto bueno para Cataluña y bueno para España. En este propósito, añaden, ambos se comprometieron a hacer lo necesario para que el Estatuto sea aprobado en el Parlamento.
 
Zapatero telefonea a Mas: el nivel "es muy fuerte"
 
Se sabe ahora que el presidente del Gobierno también conversó, tras la aprobación del Estatuto, con el líder de CiU, Artur Mas. Según las fuentes consultadas por Europa Press, el presidente del Gobierno telefoneó a Mas el mismo día en que fue aprobado el texto en la Cámara catalana. La llamada coincidió con la comida que estaba teniendo el líder de CiU en ese momento, quien aseguró al jefe del Ejecutivo que estaba celebrando la victoria con cava.
 
En la conversación, el jefe del Ejecutivo le explicó que le llamaba para comentarle que, como ambos habían pronosticado, era posible que el Estatuto fuera aprobado en el Parlamento catalán.
 
Según las fuentes consultadas por Europa Press, el presidente aseguró a Mas que le llamaría con posterioridad para hablar sobre el texto aprobado por que consideraba que el nivel era "muy fuerte" y habría que encauzar la propuesta en las Cortes Generales.

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