L D (Agencias) Según el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Rabat ha hecho "esfuerzos extraordinarios para atender a una situaicón compleja" que no sólo afecta a España y a Marruecos sino que, subrayó, afecta "al conjunto de la Unión Europea y de Africa".
Moratinos quiso expresar su satisfacción por el hecho de que las autoridades marroquíes hayan afrontado "los problemas más serios de la comunidad internacional, como gestionar adecuadamente los flujos migratorios". El ministro también consideró que la ayuda de Marruecos en el tema de la inmigración "llevará a una serie de iniciativas, ideas, propuestas para sensibilizar a distintos actores de la comunidad internacional".
"El avión de la vergüenza"
La prensa senegalesa se hace eco del primer avión con el que Marruecos repatrió a 140 inmigrantes ilegales senegaleses a su "punto de partida", relatando los historias de algunas de estas personas que no consiguieron su "sueño" de llegar a Europa a través de la frontera española en Ceuta y Melilla.
L'Observateur titula: "El avión de la vergüenza aterriza por fin con 140 seres humanos a bordo". Lleva en su foto de portada la salida del avión de Royal Air Maroc de los repatriados. Según relata el diario, estos senegaleses "llevan en su alma y en sus carnes las angustias del calvario que acaban de vivir".
Para Le Quotidien, toda la operación del gobierno marroquí supone "una vuelta al punto de partida" para estos inmigrantes "aventureros del desierto". Uno de ellos dijo: "Sufrimos mucho en la frontera española", pero "en el desierto fue todavía peor ya que los guardias fronterizos marroquíes nos enviaban de vuelta a la frontera argelina, e inmediatamente después éstos hacían lo mismo, como si fuéramos animales", informa Europa Press.
Por su parte, el diario Walfadjri también coincide en que la repatriación prevista de 600 senegaleses por Marruecos, tras toparse con las barreras de la frontera española, supone "la vuelta al punto de partida". El diario destaca que, "con la excepción notable de la repatriación de un millar de nigerianos en 2003, Marruecos se contenta habitualmente con dejar a los inmigrantes en el desierto, en la frontera argelina".