(Libertad Digital) La Iglesia asturiana ha calificado de "nuevo mazazo económico para una región ya maltrecha" los planes que el Ministerio de Industria tiene para el sector minero en el Principado. Los sacerdotes José Ramón Álvarez y José Manuel Parrilla realizaron un documento en el que también constaban "el rotundo fracaso de los fondos mineros" del plan anterior 1998-2005 al no haberse cumplido "la función para la que fueron creados: la reindustrialización de las comarcas mineras y la generación de empleo alternativo".
Los socialistas asturianos no tardaron en saltar ante este documento para criticar ferozmente la intervención de la Iglesia. Así, el secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez, pidió a la Iglesia que se mantenga al margen y "no sirva de coartada a la intoxicación que la derecha está haciendo sobre el plan minero", según informa La Nueva España. "Nos recuerda etapas que por suerte ya están superadas", llegó a afirmar Gutiérrez, que calificó el informe de "catastrofista" e "inoportuno".
El miércoles por la noche los sindicatos, incluido SOMA-UGT, decidieron encerrarse en un despacho del Ministerio de Industria al haberse rotas las negociaciones. Se podría preguntar al líder de SOMA-UGT, José Ángel Fernández Díaz, qué opina de la postura de la FSA, ya que conviene recordar hasta el año 1999 fue senador por el Partido Socialista.
Desde el PP, Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo y vicepresidente regional de los populares asturianos, no ha tardado en responder al nuevo ataque de la FSA contra la Iglesia y ha tachado de vergonzosas las descalificaciones lanzadas contra la autoridad eclesial astur. En opinión de De Lorenzo, la FSA "ha renunciado a defender los intereses de los asturianos" y se limita a aplaudir al Gobierno Zapatero y a tratar de "amedrentar" a quienes lo critican.
"La Iglesia siempre ha estado preocupada por la situación de los sectores sociales que sufren dificultades. En esa dimensión social de la Iglesia, muchas veces ésta ha coincidido con las organizaciones sindicales, e incluso con las fuerzas políticas de izquierda", recordó el alcalde de Ovidio, que se preguntó ¿por qué ahora "se molesta la FSA"? Además, denunció la actitud de la dirección socialista al pretender "con su habitual tono amenazante, acabar con la libertad de expresión de cualquiera que discrepe".