L D (Agencias) La celebración del XXVII aniversario de la Constitución, mediante la tradicional recepción que se ofrece cada 6 de diciembre en el Congreso, estuvo protagonizada por llamamientos al consenso y también a la prudencia, ante su futura reforma, por parte de los principales líderes políticos que acudieron al acto. Estuvieron en la Cámara Baja el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero; el líder del PP, Mariano Rajoy; representantes de las principales instituciones, la judicatura, la sociedad civil y el mundo político, con la excepción de los nacionalistas del PNV, ERC y BNG.
El presidente del Congreso, Manuel Marín, y el del Senado, Javier Rojo recibieron a los invitados que acudieron a la recepción, celebrada en el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja. El presidente del Congreso pronunció un discurso en el que invocó el valor de la Carta Magna y dijo que aunque la Constitución no es intocable y puede ser modificada, es necesario el acuerdo político, y por ello hizo varias referencias a la importancia que el consenso tuvo en la transición española para aprobar esta ley fundamental.
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también dijo después a los periodistas que la Constitución es una "llave para la libertad, no un candado", al tiempo de que advirtió de que "enfrentar es ir hacia atrás".
El líder del PP, Mariano Rajoy, también destacó la vigencia de la Constitución, a su entender "una buena norma", y apuntó que puede ser sometida a modificaciones pero "con prudencia, consenso y tranquilidad". Dijo que Zapatero debería hacer una "reflexión" porque sus socios de Gobierno "son quienes no creen y no quieren" la Carta Magna y vinculó la conmemoración de este martes con el acto que el PP celebró el pasado sábado en la Puerta del Sol de Madrid.
El presidente del Congreso, Manuel Marín, y el del Senado, Javier Rojo recibieron a los invitados que acudieron a la recepción, celebrada en el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja. El presidente del Congreso pronunció un discurso en el que invocó el valor de la Carta Magna y dijo que aunque la Constitución no es intocable y puede ser modificada, es necesario el acuerdo político, y por ello hizo varias referencias a la importancia que el consenso tuvo en la transición española para aprobar esta ley fundamental.
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también dijo después a los periodistas que la Constitución es una "llave para la libertad, no un candado", al tiempo de que advirtió de que "enfrentar es ir hacia atrás".
El líder del PP, Mariano Rajoy, también destacó la vigencia de la Constitución, a su entender "una buena norma", y apuntó que puede ser sometida a modificaciones pero "con prudencia, consenso y tranquilidad". Dijo que Zapatero debería hacer una "reflexión" porque sus socios de Gobierno "son quienes no creen y no quieren" la Carta Magna y vinculó la conmemoración de este martes con el acto que el PP celebró el pasado sábado en la Puerta del Sol de Madrid.
El accidente de Rajoy
Numerosos dirigentes políticos se acercaron a Rajoy para interesarse por su evolución tras el accidente de helicóptero que sufrió en Móstoles el pasado jueves junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. El líder del PP acudió con la mano vendada ya que tiene roto el dedo corazón de la mano derecha. Marín aprovechó su discurso para darle la bienvenida a la Cámara tras el siniestro y le comentó que, aunque tenga una mano dañada, "con la izquierda" puede seguir votando en el hemiciclo.
Zapatero, Montilla y el medio millón de votantes de ERC
En una conversación con los periodistas, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó para defender al ministro de Industria, implicado en la polémica por el crédito de La Caixa al PSC en medio de la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Zapatero dijo que ve "fortísimo" a José Montilla y le atribuye una "entereza llamativa" frente al acción parlamentaria del PP, que ha pedido su cese.
También aprovechó para defender a ERC, a quien agradeció los apoyos que presta al Gobierno y recordó que representa a medio millón de ciudadanos catalanes y, por ello, hay que respetar a esta formación aunque admitió que no le gustan nada algunas de sus iniciativas. Se refirió a la solicitud de los independentistas para que el Rey "pida perdón por las víctimas del franquismo". También, al acoso a los medios de comunicación, aunque no quiso citar a la Cope o a la protesta "anticonstitucional" de las Juventudes de ERC, que "conmemoraron" el aniversario de la Carta Magna arrancado páginas del texto.