L D (Agencias) María Teresa Fernández de la Vega ha rehusado comentar las encuestas del CIS al término del Consejo de Ministros porque, según explicó, "este Gobierno" adoptó la decisión de no hacer valoraciones "ni cuando son buenas ni cuando son peores". La última de estas encuentas revela que por detrás de los dos partidos mayoritarios, se sitúan IU, con 4,9 por ciento (sube una décima respecto a octubre de 2005); CiU, con 3,6 (aumenta dos décimas), mientras que ERC, con 2,4, y PNV, con 1,5, repiten resultados; el resto de formaciones suman un 7,5. La distancia en estimación de voto entre PSOE y PP, que en el sondeo electoral previo era de dos puntos (39,7 por 37,7), es la más baja desde las elecciones generales del 14 de marzo de 2004.
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es el líder político más valorado por los ciudadanos. Su puntuación consigue subir hasta una media de 5,01 puntos, frente al 4,86 que logró en octubre. Mientras, el presidente del PP, Mariano Rajoy, mantiene su misma puntuación (4,1). El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, logra con un 3,91 sobre 10. Le siguen el portavoz de CC-NC en el Congreso, Paulino Rivero, (3,57), el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran Lleida (3,56), y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz (3,05). El peor valorado sigue siendo el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, que consigue una media de 2,68 puntos.
Pese a que Zapatero sube ligeramente su nota, le siguen superando varios de sus ministros. Pedro Solbes, vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, logra una calificación de 5,29. Por detrás queda José Bono, que en el sondeo anterior fue el más valorado, con un 5,28. María Teresa Fernández de la Vega también consigue aprobar y se añaden a la lista de los ministros con nota superior a 5 Juan Fernando López Aguilar y José Antonio Alonso. La peor nota la sigue teniendo María Antonia Trujillo con un 4,02, una décima más de lo que obtuvo en octubre.
Respecto a la situación política del país, un 17,5 por ciento de los españoles opina que es buena o muy buena, mientras que un 34 por ciento considera que es mala o muy mala. Comparándola con la del año pasado, un 12 por ciento piensa que la situación política actual es mejor, pero casi un 32 por ciento estima que ha empeorado. Los porcentajes son similares sobre la situación económica. Un 24,2 por ciento manifiesta que es buena o muy buena y un 26,6 por ciento considera que es mala o muy mala. Además, el 33,3 por ciento de los encuestados afirma que la situación económica es peor que hace un año, un porcentaje muy superior al de los que opinan que la situación es mejor, un 10,6 por ciento.
El paro, la inmigración y ETA se mantienen como principales problemas
El sondeo del CIS también ha preguntado a los encuestados sobre cuáles son los principales problemas que les preocupan. Según el barómetro, el paro se mantiene como el principal problema de los españoles, ya que lo considera así un 53 por ciento de los encuestados. Le siguen la inmigración, con un 34,6 por ciento de los encuestados y el terrorismo de ETA, citado por un 26,5 de los entrevistados.
Los dos primeros han incrementado su porcentaje, pues en diciembre un 49 por ciento de los españoles citaba el paro como problema principal y un 29,4 por ciento hacía lo mismo con la inmigración. Mientras, se ha reducido en una décima el porcentaje que se refiere al terrorismo etarra, pues en el anterior sondeo lo nombraban como problema el 27,9 por ciento.
Tras ellos, aparecen como principales problemas para los españoles la inseguridad ciudadana (según responde el 24,8 por ciento de los encuestados) y la vivienda (19,3). Otros asuntos como la reforma del Estatuto de Cataluña o el terrorismo internacional son considerados problemas para el 4,4 y el 0,1 por ciento de los encuestados, respectivamente.
El sondeo del CIS hecho público este viernes en el Congreso está basado en 2.484 entrevistas domiciliarias y tiene un margen de error del 2 por ciento. Se realizó entre los días 23 y 29 de enero, justo después del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y CiU sobre la reforma del Estatuto catalán.