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Un juez autoriza a la SGAE a cobrar por la música de las bodas porque no "son actos privados"

El titular del juzgado de lo Mercantil número uno de Alicante ha autorizado a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) a cobrar por la música de los banquetes de boda. El magistrado considera que las bodas no representan un acto estrictamente privado. Así, la SGAE logra la base para exigir un canon a los restaurantes por la música de los convites. Según informa el diario Levante, la SGAE ha comenzado a pedir una media de 600 euros por banquete. La autorización es aplicable a los bautizos y comuniones. Ya en diciembre, la SGAE grabó banquetes de boda sin permiso de los novios para pedir el canon.

El titular del juzgado de lo Mercantil número uno de Alicante ha autorizado a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) a cobrar por la música de los banquetes de boda. El magistrado considera que las bodas no representan un acto estrictamente privado. Así, la SGAE logra la base para exigir un canon a los restaurantes por la música de los convites. Según informa el diario Levante, la SGAE ha comenzado a pedir una media de 600 euros por banquete. La autorización es aplicable a los bautizos y comuniones. Ya en diciembre, la SGAE grabó banquetes de boda sin permiso de los novios para pedir el canon.

(Libertad Digital) La Sociedad General de Autores y Editore (SGAE) ya cobraba un canon en los bares y restaurantes porque son locales de acceso público. De esta forma, según informa el diario Levante, ahora da un paso más al exigir el pago en zonas de acceso restringido.

Una empresa demandada alegó ante el titular del juzgado de lo Mercantil número uno de Alicante que en su local servía "comidas estrictamente privadas" porque –argumentaba– al salón de un convite de boda sólo acceden las personas que han sido invitadas. El dueño de este local insistió en varios aspectos: primero, que en las bodas sólo se reproducen de forma ocasional algunas obras musicales, que la SGAE no tiene los derechos sobre todas las piezas porque también ponen música clásica que está exenta. Además insistió en que la música en una boda no es pública porque se trata de una fiesta privada. Sin embargo, el magistrado considera que la audición sólo pierde el carácter público cuando se escucha en un ámbito estrictamente «doméstico».

La SGAE mandó una detective al salón de banquetes que se hizo pasar por una novia interesada en celebrar allí su boda. La detective explicó al juez que el responsable le ofreció la posibilidad de celebrar «un baile con música» a cambio de un incremento de precio. Por ello, el juez entendió que el dueño del salón sí que obtiene un beneficio con la "amenización musical ya que resulta más atractiva la oferta de su establecimiento frente a la que de otros competidores que no ofrecen esos servicios de baile".

El juez de lo Mercantil pone como ejemplo la sentencia del Supremo que impidió a la Sociedad General de Autores cobrar un canon por los derechos de autor de las películas que se ven en las habitaciones de los hoteles. El juez explica que las habitaciones de los hoteles sí son un ámbito estrictamente doméstico porque en «dichas dependencias las personas desarrollan actividades inherentes a su intimidad».

No obstante, el magistrado consideró que no se puede exigir a la SGAE que acredite que en todas las celebraciones se reproduce música para autorizarle a cobrar el canon siempre. La SGAE no pidió una cantidad concreta porque sólo buscaba que le reconocieran el derecho a cobrar el canon en las bodas, aunque el salón de banquetes ha recurrido la sentencia.

Ya en diciembre, la SGAE demandó a otro salón de bodas en Sevilla, basándose en un vídeo de cuatro minutos grabado sin autorización de los novios y en un informe de otros detectives que no estaban inscritos en el registro como tales.

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