LD (Agencias) Alierta y "los Albertos" han comparecido este martes como testigos en la Audiencia Nacional, que investiga las dos últimas piezas del caso Torras por las que el fiscal pide 38 años de cárcel para Javier de la Rosa.
Según el testimonio de Alberto Alcocer, los solares sobre los que se asientan las torres KIO fueron vendidos a una sociedad de KIO, cuyo interlocutor fue Javier de la Rosa. A preguntas de la acusación particular, insistió en que no recordaba a quién, de las personas que les presentó De la Rosa en las oficinas de Quail España, vendieron las acciones de KIO en Cartera Central. Por ello, emplazó a la defensa del Grupo Torras a recurrir al procedimiento de Urbanor para "saciar sus curiosidades".
Según el testimonio de Alberto Alcocer, los solares sobre los que se asientan las torres KIO fueron vendidos a una sociedad de KIO, cuyo interlocutor fue Javier de la Rosa. A preguntas de la acusación particular, insistió en que no recordaba a quién, de las personas que les presentó De la Rosa en las oficinas de Quail España, vendieron las acciones de KIO en Cartera Central. Por ello, emplazó a la defensa del Grupo Torras a recurrir al procedimiento de Urbanor para "saciar sus curiosidades".
Tanto Alberto Alcocer como Cortina se limitaron a contestar que Javier de la Rosa fue quien les puso en contacto con varios ejecutivos de Kuwait Investment Office (KIO) para vender en 1987 la sociedad Urbanor, propietaria del solar de la madrileña Plaza de Castilla donde se edificaron posteriormente las Torres KIO.
La defensa De la Rosa intenta probar que Quail-España, como banco de inversiones, cobró una comisión por las operaciones de la sociedad Cartera Central, derivada entre otros factores, de la venta por parte de Cortina y Alcocer de los terrenos sobre los que se asientan las torres KIO al grupo kuwaití, a través de la sociedad Horwitz.
Alcocer y Cortina testificaron que el empresario Enrique Sarasola hablaba "en nombre de Horwitz", aunque no confirmaron que fuese de su propiedad y no pudieron recordar a quién hicieron la venta del solar, tras ser preguntado por el abogado Miguel Bajo, que representa aquí al grupo Torras y que defiende los intereses de los dos constructores que se querellaron contra los Albertos por el caso Urbanor.
Los financieros, condenados en 2003 por el Tribunal Supremo a tres años y cuatro meses de cárcel al considerar probado que engañaron a los socios minoritarios de Urbanor al vender esta sociedad, están pendientes de que el Tribunal Constitucional decida sobre un recurso de amparo, que hizo suspender su encarcelamiento.
Alcocer y Cortina testificaron que el empresario Enrique Sarasola hablaba "en nombre de Horwitz", aunque no confirmaron que fuese de su propiedad y no pudieron recordar a quién hicieron la venta del solar, tras ser preguntado por el abogado Miguel Bajo, que representa aquí al grupo Torras y que defiende los intereses de los dos constructores que se querellaron contra los Albertos por el caso Urbanor.
Los financieros, condenados en 2003 por el Tribunal Supremo a tres años y cuatro meses de cárcel al considerar probado que engañaron a los socios minoritarios de Urbanor al vender esta sociedad, están pendientes de que el Tribunal Constitucional decida sobre un recurso de amparo, que hizo suspender su encarcelamiento.
Alierta desconoce que se realizaran pagos a De la Rosa
Por su parte, el presidente de Telefónica, César Alierta, ha dicho desconocer el pago de 2.430 millones de pesetas a Javier de la Rosa por la venta de una participación del 50 por ciento en la agencia de valores Beta Capital al Grupo Torras, cuando él era presidente de esta agencia. Alierta ha indicado que un grupo de accionistas de la agencia de valores Beta Capital -valorada en más de 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros)- decidió vender su participación al Grupo Torras, participado por la Kuwait Investment Office (KIO) en un 56 por ciento.
"Grupo Torras nos pagó el 75 por ciento en acciones de Torras que después bajaron significativamente de valor y, después, no valían nada, además del 25 por ciento en dinero", explicó César Alierta, quien comentó que, años después, decidieron la recompra de este paquete accionarial, "por los cambios en Grupo Torras" y "porque teníamos una plantilla de 600 personas".
El actual presidente de Telefónica dijo desconocer el pago de 2.430 millones de pesetas (14,6 millones de euros) por esta operación a Quail, banco de inversiones de Javier de la Rosa, al igual que descartó relacionar esta compraventa con la presunta manipulación de las acciones de Prima Inmobiliaria, a principios de los noventa.
La Fiscalía Anticorrupción mantiene que hubo una manipulación de las acciones de Prima Inmobiliaria, que se utilizaron para pagar a los accionistas que concurrían a una OPA en 1989 por el total del capital del Grupo Torras, con un pago de 8.350 pesetas más una acción de Prima por nueve acciones de Grupo Torras.