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TRAS ELIMINAR AL VESZPREM Y EL FLENSBURG

Portland San Antonio-Ciudad Real, cuarta final española en la Liga de Campeones

Por segundo año consecutivo, el balonmano español volverá a tener dos equipos en la final de la Liga de Campeones, el Ciudad Real y el Portland San Antonio. El conjunto manchego que dirige el mítico Talant Dujshebaev ha eliminado al Flensburg alemán después de derrotarle en la vuelta por 29-27, mientras que los navarros, que habían perdido por dos goles en la ida, han hecho lo propio con el Veszprem húngaro al vencerle en el último partido de semifinales (32-29).

Por segundo año consecutivo, el balonmano español volverá a tener dos equipos en la final de la Liga de Campeones, el Ciudad Real y el Portland San Antonio. El conjunto manchego que dirige el mítico Talant Dujshebaev ha eliminado al Flensburg alemán después de derrotarle en la vuelta por 29-27, mientras que los navarros, que habían perdido por dos goles en la ida, han hecho lo propio con el Veszprem húngaro al vencerle en el último partido de semifinales (32-29).

L D (EFE) El Ciudad Real consciente de que su rival iba a jugar sus bazas al principio para meter presión. Por eso, los ataques del cuadro manchego fueron prácticamente con el freno de mano puesto. El Flensburg, no obstante, soñó con una milagrosa remontada al obtener en los primeros compases ventajas de hasta cuatro goles (7-3), pero los jugadores de Dujshebaev supieron aguantar este primer envite para que la eliminatoria no se les fuera de las manos.

Por ello fueron paulatinamente enfriando las acciones de los alemanes y al público, que también quería jugar sus bazas desde la grada. La defensa 6-0 agresiva del Flensburg había anulado al principio el lanzamiento exterior y la conexión con el pivote Rolando Uríos, pero la aparición de Julio Fis y Petar Metlicic resultó determinante para que al descanso se llegara con un ajustado 12-10 para los locales, con lo que la eliminatoria seguía clara para el Ciudad Real.

El conjunto de Dujshebaev apretó al inicio del segundo tiempo y, arropado en el acierto de Entrerríos y Davis, obtuvo un parcial de 0-4 que le situó por delante en el marcador (14-16) y el pase a la final quedó encarrilado, ya que además Sterbic se convirtió en un muro para el ataque germano. Al Flensburg le quedaba solamente intentar ganar este encuentro porque la eliminatoria la tenía más que perdida, pero el Ciudad Real no quiso permitírselo y con un juego fluido y hasta preciosista supo pasar a su segunda final consecutiva con dos victorias, como había pedido el propio Dujshebaev.

El Portland no brilla ante el Veszprem pero estará en la final

Su rival en la final será el Portland San Antonio, que se ha apuntado a la final española contra el Ciudad Real tras remontar en Pamplona la desventaja de dos goles contra el Veszprem en un partido duro e intenso sin brillantez en los antonianos, que jugarán su tercera final de la máxima competición del balonmano europeo. El Veszprem le puso muy difícil la tarea al Portland y la eliminatoria no se resolvió hasta los últimos minutos. Los navarros, pese a no jugar un gran partido, supieron sufrir y apelaron a la experiencia y al apoyo del público para superar momentos difíciles.

El Portland arrancó fuerte, arrollador y con ganas de correr, y endosó un parcial de 3-0 que parecía encarrilar el encuentro a su favor. Pero nada más lejos de la realidad, pues el Veszprem calentó motores y, apoyado en una dura defensa y la efectividad de Eklemovic en ataque, neutralizó pronto la desventaja. Sólo Ivano Balic, que acabó jugando lesionado, parecía tener la llave para penetrar en la defensa húngara, aunque el Portland, muy blando en defensa e impreciso en ataque, permitió al Veszprem colocarse por delante (6-7, m.13). Kasper tampoco respondió a las expectativas en la portería y los lanzamientos de Lazarov y Reinaldo Pérez tampoco encontraron oposición en el recién salido Svensson.

Con un 8-10 en el marcador, una doble mixta sobre los mejores lanzadores húngaros permitió a los navarros recuperar el mando en el partido hasta llegar al descanso con dos goles a su favor (18-16) y la eliminatoria en el aire. Tras el descanso, el Portland apretó en defensa y Kasper se entonó en la portería, mientras que Balic y Andorinho lideraron la remontada hasta llegar a disfrutar de una máxima ventaja de 6 tantos mediada la segunda mitad (28-22). Un tiempo muerto del técnico visitante metió de nuevo a los húngaros en el partido y, a pesar de acusar en ciertos momentos la presión ambiental y cierto bajón físico, no se vinieron abajo y llegaron a falta de cinco minutos a los 27 goles, lo que obligaba al Portland a ganar por tres goles de diferencia. El nerviosismo planeó sobre la cancha, pero el Portland tiró de oficio y consiguió los goles suficientes para certificar su pase a la final.

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