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La actitud del Gobierno hace estallar a EEUU y Alemania: las inversiones en España corren peligro

La política económica de Zapatero amenaza a las inversiones en España. El enfrentamiento con Estados Unidos y Alemania comienza a tener sus efectos. En el caso del primero, el embajador Aguirre ha advertido de nuevo de que las empresas de EEUU no obtienen contratos y que, de seguir así, podrían abandonar España. En el segundo caso, los problemas a la OPA de E.On pueden pasar factura a las inversiones alemanas, según el mensaje que habría enviado el embajador alemán a Zapatero. Además, los incentivos a la implantación de multinacionales están en cuarentena por la inactividad del Gobierno.

La política económica de Zapatero amenaza a las inversiones en España. El enfrentamiento con Estados Unidos y Alemania comienza a tener sus efectos. En el caso del primero, el embajador Aguirre ha advertido de nuevo de que las empresas de EEUU no obtienen contratos y que, de seguir así, podrían abandonar España. En el segundo caso, los problemas a la OPA de E.On pueden pasar factura a las inversiones alemanas, según el mensaje que habría enviado el embajador alemán a Zapatero. Además, los incentivos a la implantación de multinacionales están en cuarentena por la inactividad del Gobierno.
(Libertad Digital) El diario Expansión informa este miércoles que los incentivos para la implantación de grupos multinacionales en España se estructuraban a través de un esquema, conocido como hólding, que “ha sido uno de los grandes motivos de que compañías como Chevron, Exxon Mobil, Bombardier, Hewlett Packard, Pepsi Cola Bottling Company o General Mills decidiesen implantar una de estas estructuras hólding para sus entramados empresariales”.
 
Ahora, dice la información, “una polémica decisión del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, sumada a la indecisión del Gobierno, han dejado en el trastero buena parte de los incentivos fiscales del sistema por el que España consiguió captar más de 200.000 millones de euros de capital multinacional desde el año 2000”. Esta noticia viene a sumarse a la mala salud de las estadísticas de inversión extranjera en nuestro país que, según los últimos datos, reflejan una caída de la inversión bruta total en España del 10,6%. Pero aunque este datos es menos malo que los anteriores, la inversión lleva cayendo en los últimos cuatro años.
 
El caso es que, el enfrentamiento del Gobierno de Zapatero con Estados Unidos y Alemania ha puesto en riesgo las inversiones en España. En el caso del primero, el embajador de EEUU en España ha vuelto a advertir que las empresas norteamericanas no ganan concursos públicos, mientras las españolas, como es el caso de Ferrovial, en Estados Unidos sí. En un desayuno que tuvo lugar este martes en Madrid, Eduardo Aguirre insistía en sus críticas que este miércoles han sido interpretadas por el diario ABC con un titular francamente alarmante: “Las empresas de EEUU dejarán España si las reglas del juego son injustas, dice el embajador americano”. Y es que, Aguirre se mostró claro al lamentar que en España las compañías estadounidenses han sido descalificadas "muchas veces por uno u otro motivo", aunque no especificó cuáles, y espera, añadió, que "pronto" cambie esta situación.

Aguirre señaló que las relaciones bilaterales de ambos países se basan en intereses "mutuos y diversos" en países como Afganistán, Irak, y "sobre todo" en el área iberoamericana. El comercio bilateral, dijo, superó los 15.000 millones de dólares en 2005, y acuerdos como el firmado recientemente sobre la apertura del mercado estadounidense al jamón ibérico de bellota "harán que el comercio aumente". Asimismo, señaló que las "grandes" inversiones hechas por empresas estadounidenses en España han contribuido al desarrollo tecnológico del país y han generado alrededor de 200.000 puestos de trabajo.

Más grave, si cabe, podría ser la situación bilateral con Alemania. Los obstáculos puestos por Zapatero y Montilla a la OPA de E.On podrían acabar con las inversiones alemanas en nuestro país, fundamentadas en el sector de la automoción –SEAT en Cataluña, Volkswagen en Pamplona y Opel en Figueruelas–. Esta última parece solucionada tras el acuerdo de fabricación del Meriva en su planta en detrimento de una planta polaca. Hay que recordar que Opel es de General Motors, de Estados Unidos, y que la actuación de los sindicatos fue más responsbale que en los otros dos casos.
 
En lo referente al que está de más actualidad, VW en Landaben, el presidente de Navarra, Miguel Sanz ha insistido seriamente en los últimos días en el riesgo de que la empresa abandone Navarra, lo que dejaría a miles de personas en la calle –directos e indirectos, puesto que allí se fabrican miles de VW Polo. Hasta tal punto ha llegado el asunto que el Gobierno de Navarra ha ofrecido a la dirección y los sindicatos de Volkswagen la posibilidad de someter el convenio a un arbitraje debido a la falta de avances después de 15 meses de negociación. Sanz ha advertido que "la importancia de Volkswagen trasciende del propio ámbito de la compañía y del interés de sus trabajadores", de forma que tras conocerse la advertencia de la compañía "nos estamos jugando el futuro en Navarra, y el futuro no puede quedar en manos de un porcentaje de los sindicatos de VW", dijo en referencia a que UGT se muestra favorable a la última oferta de la empresa, que rechaza el resto de sindicatos.
 
Tanto VW como SEAT –del mismo grupo– podrían estar esperando una oportunidad para abandonar España, en especial SEAT, empresa improductiva que no termina de levantar cabeza. Un acuerdo de última hora permitió que la empresa no diera al traste con decenas de miles de puestos de trabajo indirectos y directos en el área de Martorell y el Puerto Franco de Barcelona. Un viaje del ministro de Industria, José Montilla, a la central alemana, fue necesario para intentar convencer a los alemanes. Se llegó a ofrecer la participación de la Generalidad a través de La Caixa en el accionariado del grupo VW-Audi.
 
Esto se produjo antes de que E.On lanzara su OPA sobre Endesa y el Gobierno de Zapatero reaccionara como si hubiera sido atacado intentando paralizar la operación por todos los medios, cambio legal incluido.
 
Tras esto, según desvela Amador García Ayora en El Economista , el embajador alemán en España habría hecho llegar una dura advertencia al presidente Zapatero: “ Si se para la OPA de E.On, las empresas alemanas revisarán sus inversiones en España ”. En el caso de VW en Landaben, Pamplona, y dado el proceso político en el  que nos encontramos, una decisión de ese calibre caería como una losa sobre el Ejecutivo autonómico y podría ser capitalizado por los socialistas de Carlos Chivite (aquél que arremetió contra el presidente de Endesa, en el Senado). En el caso de Cataluña, la Generalidad es consciente de que están ante la última oportunidad para SEAT.

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