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FAES advierte sobre los crecientes problemas económicos derivados de la política de Zapatero

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, FAES, ha celebrado el quinto Observatorio Económico, en el que cinco expertos han valorado la situación y los riesgos de la economía española, como la posibilidad de que se acabe con lo que Juan Iranzo ha llamado “el círculo virtuoso del empleo”. Según el presidente de Libertad Digital, Alberto Recarte, los principales riesgos para la economía española proceden de la política, como los cambios autonómicos o el aumento del gasto público.

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, FAES, ha celebrado el quinto Observatorio Económico, en el que cinco expertos han valorado la situación y los riesgos de la economía española, como la posibilidad de que se acabe con lo que Juan Iranzo ha llamado “el círculo virtuoso del empleo”. Según el presidente de Libertad Digital, Alberto Recarte, los principales riesgos para la economía española proceden de la política, como los cambios autonómicos o el aumento del gasto público.
(Libertad Digital)  El presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, augura una moderación del crecimiento económico, que este año podría estar en torno al 3,1 por ciento y en 2007 caer por debajo del 3 por ciento. Previamente, y en otro foro, el ministro de Economía, Pedro Solbes, reconocía que los altos precios del petróleo podrían obligar al Gobierno a revisar sus previsiones de crecimiento e inflación. No obstante, los peligros que acechan a la economía y a la creación de empleo en España no proceden del petróleo, sino de la política del Gobierno, según los expertos reunidos por FAES.
 
El catedrático y colaborador habitual de Libertad Digital, Francisco Cabrillo, ha reconocido que “estamos cambiando nuestras instituciones” con una política autonómica que “está creando un problema de ruptura de la unidad de mercado” y que viene acompañada de “reformas que promueven el intervensionismo”. Además, Juan Iranzo ha añadido que se están aumentando los costes de transacción, con la imposición de ciertos idiomas o la multiplicación de las regulaciones.
 
Por su parte, el director ejecutivo de Fomento del Trabajo, Joaquín Trigo Portela, ha afirmado que “antes se decía que los niños vienen con un pan debajo del brazo. Ahora, cada nueva ley viene con su agencia debajo del brazo”. A ello hay que sumar el previsible aumento del gasto público, con nuevas leyes (como la de Responsabilidad Social Corporativa, la Ley de Igualdad o la Ley de Dependencia) de las que “el Gobierno desconoce cuál sea su coste real o cómo va pagarlas”, en opinión de Alberto Recarte. También habrá que añadir, según Juan Iranzo, los costes que supondrán para la empresa.
 

V Observatorio Económico FAES

Francisco Cabrillo recalcó que “no podemos ocultar la realidad y decir que hay organismos reguladores independientes, cuando no los hay” y que “la credibilidad de las instituciones españolas está comprometida”, y puso como ejemplo el comportamiento de los organismos españoles en torno a las OPAs sobre el capital de Endesa. En relación con el dictamen del CNE, dijo que “todo el mundo sabía lo que iba a decir y quién iba a decir qué. Lo peor no es una decisión concreta, que perjudique o beneficie a determinado grupo empresarial, sino que no se adoptan decisiones que no hayan sido aprobadas antes por el Gobierno”. Todo ello tiene una incidencia sobre el comportamiento de grandes empresas, con accionistas institucionales. “Si alguien les dice que su cuenta de resultados depende de los problemas políticos de los españoles, actuarán en consecuencia. O bien dirigiéndose a países con menores riesgos políticos, o bien especializándose en ganar el favor del Gobierno. Lo cual, si lo consiguen, puede ser muy beneficioso para la empresa, pero es muy perjudicial para el conjunto de la economía”.
 
Crecimiento, ¿hasta cuándo?
 
Los desequilibrios de la economía española todavía no han acabado con el modelo de crecimiento que ha llevado a doce años consecutivos de crecimiento. Seguimos creciendo y creando empleo. “La cuestión”, señaló Alberto Recarte, “es ¿hasta cuándo?”. El economista expuso antecedentes históricos que pudieran servir al caso español, con virtudes y desequilibrios parecidos. Por un lado citó los “tigres asiáticos”, que después de unos años de alto crecimiento experimentaron una crisis muy dura que les obligó a fuertes reformas. También citó el caso de Australia, con varios años de crecimiento, alta inflación y precios de los activos y también con una importante inmigración. Pero Australia “ha tenido correcciones y ciclos, y no ha ido agrandando sus desequilibrios”, como es el caso de España.
 
Los riesgos también vienen del exterior. Por un lado, la economía mundial crece a buen ritmo y con un balance geográfico ajustado, como ha destacado el "popular" Luis de Guindos. Pero los altos precios del petróleo y la caída en la capacidad ociosa supondrán un nuevo repunte de la inflación que tirará de nuevo de los tipos de interés al alza, lo que no es bueno para una economía tan endeudada como la española. Por su parte, Joaquín Trigo destacó que en el sector industrial “estamos perdiendo competitividad, porque competimos en una gama media baja, pero con precios al alza. Una subida de precios que no se ha acompañado de un cambio tecnológico y de la apuesta por nuevos productos”.

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