(Libertad Digital) La extraordinaria calidad de estrellas como Ronaldinho, Ronaldo, Adriano, Roberto Carlos y Kaká, y hasta un portero de garantía como Dida, hacen que todos los pronósticos apunten inequívocamente a Brasil como el campeón, aunque la historia de los Mundiales está repleta de sorpresas, la más sonada el Maracanazo de 1950 que tuvo como víctima a la propia verdeamarilla. Alemania, tanto por su condición de local como por el peso de su historia con tres títulos mundiales, es el claro candidato a enfrentarse a la verdeamarelha la final del próximo 9 de julio en Berlín.
Argentina y Francia, heridos en su orgullo por su pronta eliminación en el anterior Mundial; Inglaterra, en un momento de claro esplendor, e Italia, cuyo rendimiento en las fases finales está fuera de toda duda, son las otras selecciones, todas campeonas mundiales, dispuestas a que no se cumpla la teoría. En el siguiente escalón se sitúan Holanda y España, sempiternas aspirantes a obtener su primer título, mientras que la emergente México llega dispuesta a demostrar que su condición de cabeza de serie en el torneo no fue un regalo. La interrogante de si el fútbol africano explotará por fin en la Copa del Mundo tendrán que resolverla Costa de Marfil, Túnez, Ghana, Angola y Togo, selecciones que dejaron en la cuneta a vecinos con mucho más renombre como Nigeria o Camerún.
El mayor espectáculo del mundo comenzará el próximo viernes con el partido inaugural en Múnich entre Alemania y Costa Rica, la selección centroamericana que repite fase final. Polonia y Ecuador, en su segunda comparecencia consecutiva, son los otros dos rivales de los alemanes, que no atraviesan su mejor momento pero cuentan con el aliento de todo un país ansioso de que se repita la gesta de hace 32 años, cuando también como anfitriones ganaron la preciada Copa.
Argentina y Francia, heridos en su orgullo por su pronta eliminación en el anterior Mundial; Inglaterra, en un momento de claro esplendor, e Italia, cuyo rendimiento en las fases finales está fuera de toda duda, son las otras selecciones, todas campeonas mundiales, dispuestas a que no se cumpla la teoría. En el siguiente escalón se sitúan Holanda y España, sempiternas aspirantes a obtener su primer título, mientras que la emergente México llega dispuesta a demostrar que su condición de cabeza de serie en el torneo no fue un regalo. La interrogante de si el fútbol africano explotará por fin en la Copa del Mundo tendrán que resolverla Costa de Marfil, Túnez, Ghana, Angola y Togo, selecciones que dejaron en la cuneta a vecinos con mucho más renombre como Nigeria o Camerún.El mayor espectáculo del mundo comenzará el próximo viernes con el partido inaugural en Múnich entre Alemania y Costa Rica, la selección centroamericana que repite fase final. Polonia y Ecuador, en su segunda comparecencia consecutiva, son los otros dos rivales de los alemanes, que no atraviesan su mejor momento pero cuentan con el aliento de todo un país ansioso de que se repita la gesta de hace 32 años, cuando también como anfitriones ganaron la preciada Copa.Rivales asequibles en la primera fase para Alemania y Brasil
El examen de los teutones en octavos sería ante el segundo del grupo B, compuesto por Inglaterra, Paraguay, Trinidad y Tobago y Suecia. Salvo los caribeños, los demás poseen un alto nivel de juego. El camino de los brasileños a la final tampoco estará exento de obstáculos. Croacia, tercera hace ocho años, es el principal escollo en la primera fase de los jugadores de Parreira, que se medirán además a las asequibles Australia y Japón.
Los vigentes campeones se enfrentarían en octavos al segundo del grupo E, integrado por Italia, Ghana, Estados Unidos y la República Checa. Cualquiera de los dos europeos será un adversario de cuidado para Ronaldinho y compañía. El denominado 'grupo de la muerte' tiene como principales actores a Argentina y Holanda, que rememorarán el 21 de junio en Fráncfort la final de 1978 que se llevaron los albicelestes en Buenos Aires. Este grupo C lo completan Serbia y Montenegro y Costa de Marfil, dos selecciones con muchos quilates.
España está encuadrada en uno de los grupos más asequibles, con Ucrania como peor rival, y Túnez y Arabia Saudí en un nivel claramente inferior. La lógica dice que el cruce en octavos de los españoles sería contra Suiza, segundo del grupo G que tiene a Francia como favorito. Si los hombres de Luis Aragonés superaran a los helvéticos, el oponente más probable no sería otro que Brasil, y con ello otra vez la barrera psicológica de los cuartos de final.
El examen de los teutones en octavos sería ante el segundo del grupo B, compuesto por Inglaterra, Paraguay, Trinidad y Tobago y Suecia. Salvo los caribeños, los demás poseen un alto nivel de juego. El camino de los brasileños a la final tampoco estará exento de obstáculos. Croacia, tercera hace ocho años, es el principal escollo en la primera fase de los jugadores de Parreira, que se medirán además a las asequibles Australia y Japón.
Los vigentes campeones se enfrentarían en octavos al segundo del grupo E, integrado por Italia, Ghana, Estados Unidos y la República Checa. Cualquiera de los dos europeos será un adversario de cuidado para Ronaldinho y compañía. El denominado 'grupo de la muerte' tiene como principales actores a Argentina y Holanda, que rememorarán el 21 de junio en Fráncfort la final de 1978 que se llevaron los albicelestes en Buenos Aires. Este grupo C lo completan Serbia y Montenegro y Costa de Marfil, dos selecciones con muchos quilates.
España está encuadrada en uno de los grupos más asequibles, con Ucrania como peor rival, y Túnez y Arabia Saudí en un nivel claramente inferior. La lógica dice que el cruce en octavos de los españoles sería contra Suiza, segundo del grupo G que tiene a Francia como favorito. Si los hombres de Luis Aragonés superaran a los helvéticos, el oponente más probable no sería otro que Brasil, y con ello otra vez la barrera psicológica de los cuartos de final.Una constelación de jóvenes estrellas
Además de la constelación brasileña, muchas otras estrellas del fútbol serán el centro de atención en Alemania 2006. Entre las figuras emergentes sobresale la nueva joya del Barcelona, el argentino Leo Messi, que rivalizará por ser el mejor jugador joven con el inglés Wayne Rooney, el portugués Cristiano Ronaldo, los españoles Cesc y Fernando Torres, el brasileño Robinho, el suizo Philippe Senderos, el ghanés Asamoah, el mexicano Andrés Guardado o el paraguayo José Montiel.
El alemán Michael Ballack, el ecuatoriano Agustín Delgado, los ingleses Frank Lampard y David Beckham, el paraguayo Roque Santa Cruz, el sueco Zlatan Ibrahimovic, el argentino Juan Román Riquelme, el español Iker Casillas, el holandés Van Nistelrooy, el mexicano Rafael Márquez, el francés Thierry Henry y el ucraniano Andrei Shevchenko son otras de las muchas estrellas presentes en Alemania 2006. La Copa del Mundo significará también la despedida de grandes entre los grandes como el francés Zinedine Zidane, el portugués Luis Figo, el brasileño Cafú, el alemán Oliver Kahn, el checo Pavel Nedved, el holandés Edwin van der Sar o el italiano Filippo Inzaghi.
Durante un mes se disputarán un total de 64 partidos que paralizarán el mundo. La audiencia acumulada estimada por televisión será de más de 30.000 millones de espectadores, cinco veces la población mundial.
Además de la constelación brasileña, muchas otras estrellas del fútbol serán el centro de atención en Alemania 2006. Entre las figuras emergentes sobresale la nueva joya del Barcelona, el argentino Leo Messi, que rivalizará por ser el mejor jugador joven con el inglés Wayne Rooney, el portugués Cristiano Ronaldo, los españoles Cesc y Fernando Torres, el brasileño Robinho, el suizo Philippe Senderos, el ghanés Asamoah, el mexicano Andrés Guardado o el paraguayo José Montiel.
El alemán Michael Ballack, el ecuatoriano Agustín Delgado, los ingleses Frank Lampard y David Beckham, el paraguayo Roque Santa Cruz, el sueco Zlatan Ibrahimovic, el argentino Juan Román Riquelme, el español Iker Casillas, el holandés Van Nistelrooy, el mexicano Rafael Márquez, el francés Thierry Henry y el ucraniano Andrei Shevchenko son otras de las muchas estrellas presentes en Alemania 2006. La Copa del Mundo significará también la despedida de grandes entre los grandes como el francés Zinedine Zidane, el portugués Luis Figo, el brasileño Cafú, el alemán Oliver Kahn, el checo Pavel Nedved, el holandés Edwin van der Sar o el italiano Filippo Inzaghi.Durante un mes se disputarán un total de 64 partidos que paralizarán el mundo. La audiencia acumulada estimada por televisión será de más de 30.000 millones de espectadores, cinco veces la población mundial.