LD (EFE) España reaparece brillantemente cuatro años después de conseguir la de bronce en los Europeos en sala de Valencia en 3.000 metros.
Higuero se ganó a pulso su segunda medalla en Gotemburgo (fue tercero en 1.500), pese a que al entrar en la última vuelta parecía descartado. El noruego Marius Bakken puso ritmo a la prueba con un primer kilómetro en 2:41.65 que puso al grupo en fila, pero al entrar en el segundo se retiró del frente. Quedó delante Jesús España, a quien no le convenía una carrera demasiado rápida.
El francés Khalid Zouba hizo una prueba fugaz. Luego compareció el irlandés Alistair Cragg, campeón de Europa de 3.000 metros en pista cubierta en Madrid 2005, y a seis vueltas del final volvió a la carga Bakken. Se pasó el tercer kilómetro en 8:38.63 con España e Higuero bien colocados cuando Craig dio un súbito tirón a 1.500 de la meta. Sólo Jesús España respondió, pero el irlandés, víctima de un calambre, rodó por los suelos unos metros después.
A dos vueltas, España se había convertido en la sombra de Farah, que se la jugó a un ataque largo, e Higuero parecía descartado cuando sonó la campana, pero el doble pulso tuvo ganador español: el madrileño batió en la recta al británico y el burgalés, redujo en un rabioso esprint la distancia que le separaba de Akkas para convertirse en el único ganador de dos medallas individuales.
Higuero se ganó a pulso su segunda medalla en Gotemburgo (fue tercero en 1.500), pese a que al entrar en la última vuelta parecía descartado. El noruego Marius Bakken puso ritmo a la prueba con un primer kilómetro en 2:41.65 que puso al grupo en fila, pero al entrar en el segundo se retiró del frente. Quedó delante Jesús España, a quien no le convenía una carrera demasiado rápida.
El francés Khalid Zouba hizo una prueba fugaz. Luego compareció el irlandés Alistair Cragg, campeón de Europa de 3.000 metros en pista cubierta en Madrid 2005, y a seis vueltas del final volvió a la carga Bakken. Se pasó el tercer kilómetro en 8:38.63 con España e Higuero bien colocados cuando Craig dio un súbito tirón a 1.500 de la meta. Sólo Jesús España respondió, pero el irlandés, víctima de un calambre, rodó por los suelos unos metros después.
A dos vueltas, España se había convertido en la sombra de Farah, que se la jugó a un ataque largo, e Higuero parecía descartado cuando sonó la campana, pero el doble pulso tuvo ganador español: el madrileño batió en la recta al británico y el burgalés, redujo en un rabioso esprint la distancia que le separaba de Akkas para convertirse en el único ganador de dos medallas individuales.