(Libertad Digital) La pasada semana el ex presidente Felipe González se reunió en Teherán con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, para abordar el conflicto internacional surgido por la posición iraní a raíz del enriquecimiento de uranio y la necesidad de darle una solución dialogada al contencioso. Lo hizo cuando la comunidad internacional estaba pendiente del ultimatum que había dado a las autoridades iraníes para que frenaran su desafío nuclear. Zapatero supo con anterioridad del viaje de González.
Después de este encuentro, el ex presidente tiene claro que a veces las negociaciones se atascan por cuestiones difíciles de entender y a este respecto ha insistido en que "lo que no aceptan los iraníes es que le pongan una condición previa para negociar, que es la suspensión del proceso de enriquecimiento de uranio".
Con los argumentos de Irán
El ex mandatario ha apuntado en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser, después de pasar también por las cámaras de Iñaki Gabilondo en Cuatro y de dejar su firma en El País, que "si se empieza la negociación, en el curso de la negociación todo es posible, incluso que haya un periodo de suspensión" –negociado entre las partes– y después que se establezcan las bases para una cooperación en materia de desarrollo de energía nuclear "con el límite del uso pacífico de una cooperación en serio".
Para González, que el presidente iraní dijera que a "Israel había que borrarle de la faz de la tierra", es "un obstáculo importante pero sobrevenido porque antes de decir esas declaraciones estábamos exactamente en lo mismo". Sí ha reconocido el ex mandatario español que esta actitud "mucho no ayuda a generar confianza", pero también ha dicho que "ese no es el problema de fondo, sino cómo definir y recuperar el papel clave de un país como Irán en la estabilidad regional".
Sobre si la mano de Irán está detrás del inicio del conflicto entre los terroristas de Hezbulá e Israel, González ha señalado que no le gusta hacer juicios previos, lo que sí ha podido asegurar es que "Hezbulá como grupo chiíta y los chiíta iraníes tienen una relación típica de una minoría dentro del mundo musulmán". También ha apuntado que Irán sí tiene "una palabra clave que decir" para solucionar el conflicto, pero decir que ellos son la causa le parece "un prejuicio que habría que demostrar antes de decirlo para no crear más tensiones".
Un viaje sin encargo
Felipe González también ha aprovechado para apuntar que el viaje a Irán lo hizo "sin el encargo de nadie" porque "no representa" ni "media" en nombre de nadie.
La visita, ha dicho, se produjo tras una invitación "formal" y "personal" de las autoridades iraníes. "Me preocupan esos problemas (en relación a la crisis entre Irán y Naciones Unidas) y en la medida en que puedo tener capacidad de comprensión y una cierta capacidad de interlocución, la uso, pero sin ningún encargo de nadie", ha apuntado.