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La Policía ocultó al juez una cinta de vídeo relativa a uno de los terroristas muertos en Leganés

El 4 de abril de 2004, al día siguiente de la explosión del piso de Leganés, un empleado del Carrefour de Getafe, llamado Luis S. R., se ponía en contacto con la Policía para comunicarle que uno de los presuntos terroristas del 11-M había comprado cinco teléfonos móviles el 1 de abril en ese centro comercial. Aportó documentación y hasta grabaciones de las cámaras de seguridad. A día de hoy, Juan del Olmo no ha visto esas cintas porque le han convencido de que el que aparece no es el sujeto indicado. Pero no es ésta la única cinta que no ha sido aportada al sumario. Ante el cúmulo de revelaciones sobre los ataques de marzo, el PP ha obligado a Rubalcaba a contestar una interpelación parlamentaria. Será la primera de este periodo de sesiones.

El 4 de abril de 2004, al día siguiente de la explosión del piso de Leganés, un empleado del Carrefour de Getafe, llamado Luis S. R., se ponía en contacto con la Policía para comunicarle que uno de los presuntos terroristas del 11-M había comprado cinco teléfonos móviles el 1 de abril en ese centro comercial. Aportó documentación y hasta grabaciones de las cámaras de seguridad. A día de hoy, Juan del Olmo no ha visto esas cintas porque le han convencido de que el que aparece no es el sujeto indicado. Pero no es ésta la única cinta que no ha sido aportada al sumario. Ante el cúmulo de revelaciones sobre los ataques de marzo, el PP ha obligado a Rubalcaba a contestar una interpelación parlamentaria. Será la primera de este periodo de sesiones.
L D (Luis del Pino) En su declaración formal ante la Policía, efectuada el 6 de abril, dicho empleado de Carrefour reconoció sin ningún género de dudas a Mohamed Oulad Akcha (uno de los suicidas de Leganés) como la persona que había adquirido los teléfonos. Declaró, además, que Mohamed estuvo conversando con una mujer rubia con aspecto de europea del este, con la que hablaba como si la conociera de hacía tiempo.
 
Luis S. R aportó a la Policía el listado de ventas de teléfonos de su departamento y una copia del ticket de compra de Mohamed Oulad Akcha. Y, por si fuera poco, aportó también una cinta de vídeo con las tomas realizadas por dos cámaras del sistema de seguridad de Carrefour, donde se veía al marroquí que había identificado.
 
La declaración de Luis S. R. fue remitida al juez el 7 de abril. Sin embargo, lo que no se le remitió fue la cinta de vídeo con las imágenes del presunto suicida. Al preguntar el juez por la cinta, la contestación dada por la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) fue que el no enviar la cinta se había debido a un error y que no podían enviársela porque "figura en poder de la Brigada Provincial de Información de Madrid, quienes la requirieron para su estudio y análisis", no habiendo sido devuelta. Veinte meses después, aún no se le había entregado la cinta al juez.
 
Sorprendentemente, Del Olmo no preguntó hasta el 9 de diciembre de 2005 qué pasaba con esa cinta aportada por el empleado de Carrefour. Y la respuesta se haría esperar dos meses más: el 13 de febrero de 2006, la Comisaría General de Información le decía a Del Olmo que, habiendo analizado la grabación aportada por Luis S. R., el individuo en cuestión no se trataba de Mohamed Oulad Akcha. Por supuesto, tampoco le enviaban la cinta al juez.
 
Según ha podido saber Libertad Digital, no es la única cinta de vídeo que no ha sido aportada al sumario. Existe otra cinta grabada en un centro comercial IKEA en mayo de 2004 que tampoco está incorporada a la causa y en la que aparecería Amer El Azizi, presuntamente implicado en la masacre de Madrid y en paradero desconocido desde antes del 11-M, según la Policía.

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