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SEGÚN UN INFORME DE NACIONES UNIDAS

La inversión extranjera en España cayó un 7 por ciento en 2005 mientras se dobló en la UE

España es cada vez menos interesante para los inversores extranjeros, que prefieren otros países de la Unión Europea o de otras áreas del mundo antes de jugarse una inversión en nuestro país y crear aquí riqueza. Según un informe de la ONU, la inversión extranjera directa en España cayó el 7,16 por ciento en 2005, frente al aumento del 97,4 por ciento en el conjunto de los países de la Unión Europea (UE), que fue la región del mundo con mayor volumen de inversión exterior al acaparar la mitad de esta partida.

España es cada vez menos interesante para los inversores extranjeros, que prefieren otros países de la Unión Europea o de otras áreas del mundo antes de jugarse una inversión en nuestro país y crear aquí riqueza. Según un informe de la ONU, la inversión extranjera directa en España cayó el 7,16 por ciento en 2005, frente al aumento del 97,4 por ciento en el conjunto de los países de la Unión Europea (UE), que fue la región del mundo con mayor volumen de inversión exterior al acaparar la mitad de esta partida.
LD (EFE) Esta es una de las conclusiones del "Informe sobre las Inversiones en el Mundo" correspondiente a 2006, elaborado la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), en España se invirtieron 22.987 millones de dólares, el 5,45 por ciento de los 421.899 millones que atrajeron los 15 países miembros de la UE. Durante la presentación del informe, el director general de Comercio e Inversiones, Oscar Vía Ozalla, señaló que la inversión extranjera en España se habría incrementado "si quitáramos el efecto de las Empresas de Tenencia de Valores extranjeras, cuyas actividades no generan inversiones efectivas".

Insistió en que la caída de la inversión exterior "ha ido perdiendo intensidad" en los últimos años e, incluso, la inversión extranjera directa en España ha vuelto a subir en los últimos meses. Según los datos facilitados por Vía Ozalla, los principales inversores en España fueron Francia y EE.UU., que destinaron su dinero principalmente al sector de las telecomunicaciones y al inmobiliario. Con los 22.987 millones invertidos en 2005, la inversión extranjera acumulada ascendía a 367.656 millones de dólares al cierre del pasado año, lo que convierte a España en el octavo país del mundo en recepción de inversión.

En cuanto a las inversiones españolas en el extranjero, se situaron en 38.772 millones de dólares el año pasado, el 35,9 por ciento menos que en 2004, cuando la compra del banco británico Abbey por parte del Santander disparó esta rúbrica. Descontada esa operación "hay una tendencia de recuperación de la inversión española en el extranjero", declaró Vía Ozalla, quien destacó que España ha modificado el destino de sus inversiones, con un "aumento sensible" del peso de los países de la Unión Europea, que han tomado el protagonismo en detrimento de las inversiones en América Latina, que ya sólo suponen el 15 por ciento del total, frente al 50 por ciento que representaban hace siete u ocho años.

Los sectores predilectos de la inversión española son la banca, el sector inmobiliario y de las telecomunicaciones, con un "papel creciente" de los fondos de capital riesgo en la realización de estas operaciones. Con el dinero invertido en el exterior el año pasado, España acumula unas inversiones de 381.319 millones de dólares, lo que le convierte en el undécimo país del mundo. "El que seamos exportadores netos de capital es una variable que lleva existiendo en la economía española desde 1997 y es una tendencia que se está manteniendo y es de prever que siga así en los próximos años", sostuvo el director general de Comercio e Inversiones.

En el mundo, la inversión extranjera directa aumentó en 2005 por segundo año consecutivo, tras tres años continuos de retrocesos, destacó la directora de relaciones exteriores de la UNCTAD, Victoria Aranda. En concreto, registró un "crecimiento espectacular" del 28,9 por ciento, hasta 916.277 millones de dólares, debido sobre todo a las fusiones y adquisiciones. "Estamos siendo testigos de un profundo cambio en la economía mundial con los países en vías de desarrollo ganando peso económico y político, lo que se refleja en la inversión exterior", declaró Aranda, quien destacó que estos estados se están lanzando a invertir en otros países en desarrollo.

China, con inversiones crecientes en Africa, o los países latinoamericanos, con inversiones entre ellos, son algunos de los protagonistas de este nuevo fenómeno, sostuvo Aranda, quien puso de relieve también que las empresas de los países del Sur están emergiendo como protagonistas en las inversiones en el exterior. De hecho, de las 500 empresas que más invierten fuera de sus países de origen, 47 ya procedían al cierre del año pasado de países en vías de desarrollo, fundamentalmente de Asia. A juicio de la directora de relaciones exteriores de la UNCTAD, ese fenómeno "ofrece unas perspectivas interesantes de desarrollo y colaboración entre países del sur".

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