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Arístegui advierte a Chávez que el PP vigilará que su régimen no se convierta en una dictadura

Gustavo de Arístegui, portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, rechazó hacer una evaluación de las elecciones venezolanas en las que resultó reelegido el presidente Hugo Chávez. El responsable indicó que esperará a la valoración que los comicios que hagan los observadores "no afines" al régimen "chavista". Adelantó que en todo caso, habrá que ser respetuosos si los resultados son declarados justos y limpios, aunque, sentenció: "democracia no es sólo acudir a las urnas". El portavoz advirtió que su partido se mantendrá vigilante para evitar que el régimen "chavista" se convierta en una dictadura.

Gustavo de Arístegui, portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, rechazó hacer una evaluación de las elecciones venezolanas en las que resultó reelegido el presidente Hugo Chávez. El responsable indicó que esperará a la valoración que los comicios que hagan los observadores "no afines" al régimen "chavista". Adelantó que en todo caso, habrá que ser respetuosos si los resultados son declarados justos y limpios, aunque, sentenció: "democracia no es sólo acudir a las urnas". El portavoz advirtió que su partido se mantendrá vigilante para evitar que el régimen "chavista" se convierta en una dictadura.
LD (Agencias) El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, anunció que su partido estará " muy vigilante" ante las medidas que adopte a partir de ahora el reelegido presidente venezolano, Hugo Chávez, ante el temor de que dé pasos para convertir al país en una "dictadura". Aseguró que su partido está "verdaderamente preocupado" por la "inquietante" reforma constitucional anunciada por Chávez para permitir la reelección indefinida. Ese proyecto, "pretende consolidar la perpetuación del régimen y de su persona al frente del país".
 
Arístegui ha evitado pronunciarse sobre las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Venezuela a la espera de conocer la valoración de los observadores "no afines" al régimen del presidente Hugo Chávez. Además, volvió a recriminar al Consejo Nacional Electoral (CNE) que no invitara a "observadores que no fueran afines con el régimen" de Chávez, como el caso de un grupo de parlamentarios españoles. Esto, añadió, "nos induce a pensar que Chávez tenía algo que ocultar".
 
El popular indicó que no quería emitir "un juicio sobre la limpieza de los comicios hasta que los observadores que sí han podido estar presentes y no eran descaradamente afines" hagan su valoración de las elecciones de ayer. En todo caso, dijo que habrá que "ser respetuosos si los resultados son declarados justos y limpios". Sin embargo, sentenció: "democracia no es sólo acudir a las urnas".
 
El portavoz insistió en que "la democracia no consiste sólo en votar; es un poder judicial independiente, que en Venezuela no existe; es un respeto escrupuloso a los derechos humanos fundamentales, que tampoco existe, y es una separación de poderes y un Estado de Derecho, que tampoco existe". Frente a "quienes dicen que Venezuela es una democracia", Arístegui afirmó que en Venezuela no hay estado de derecho, no existe una verdadera separación de poderes porque el legislativo y el judicial mantienen una "fidelidad ciega" hacia Chávez. Además, subrayó que tampoco se respetan los derechos fundamentales porque se persigue a aquellos que son "críticos" con el régimen.
 
Pidió mantenerse "vigilante en los próximos días y semanas para ver qué dirección va a tomar el régimen". Así, dijo que las declaraciones y manifestaciones realizadas por Chávez durante la campaña son "inquietantes y preocupantes" al igual que su trato a la oposición "como si fueran terroristas". Asimismo, también es preocupante su deseo de "blindar su permanencia en el poder" aprovechando su victoria por un amplio margen.
 
Por su parte, el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, mostró su alegría por la reelección de Chávez y pidió al Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero a "reconsiderar" su opinión que, afirmó, establece que en Latinoamérica "hay izquierdas buenas y malas". Esa postura, destacó, "condena a una parte de la izquierda latinoamericana al ostracismo".

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