LD (EFE) El presidente de Bolivia, Evo Morales, quiere resolver la crisis interna provocada por el reglamento de votación de la nueva Constitución que la Asamblea Constituyente debe adoptar. Su país acoge, este ocho y nueve de diciembre en la ciudad de Cochabamba, la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones que convoca a doce jefes de Estado como Luis Inacio Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Alan García (Perú), Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay), Nicanor Duarte (Paraguay) y Bharrat Jagdeo (Guyana).
Los asistentes a la cumbre cuya presidencia asumirá Morales pretenden impulsar la integración en diversos ámbitos, como el energético, político, económico o el comercial. México y Panamá participarán como observadores. Pero, antes el presidente quiere resolver la crisis interna provocada por el sistema de votación de la nueva Constitución. De entrada, ha rechazado la solicitud de convocar a una cumbre política, planteado por el principal líder de la oposición, el ex presidente Jorge Quiroga.
En la misiva pedía una "cumbre interna" de los partidos políticos del país para considerar media docena de temas, entre ellos el respeto a la democracia y el cumplimiento de la ley, que la oposición reclama para la Constituyente. El rechazo a la iniciativa fue expresado por el presidente de la Cámara de Senadores, Santos Ramírez, apenas cuatro horas después de que Quiroga, jefe de la alianza conservadora Poder Democrático y Social ("Podemos"), enviara su solicitud.
Una hora antes, el vicepresidente, Álvaro García Linera, daba por concluido un segundo encuentro con los líderes parlamentarios de la oposición. En declaraciones a los periodistas dijo que el diálogo no dio frutos debido a que "Podemos" se negó a levantar el ayuno de sus quince senadores, que se cumple en el mismo hemiciclo de la Cámara Alta desde el martes pasado. Los veinticinco diputados decidieron suspender el ayuno.