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Batasuna pidió un margen de tiempo al Gobierno tras el atentado de Barajas para poder tomar decisiones

Tras el atentado en Barajas del 30-D, responsables de Batasuna trasladaron al Gobierno su apuesta por la continuidad de la negociación y le pidieron un margen de tiempo, de uno o dos meses, para poder tomar decisiones, según informaron a Europa Press diversas fuentes de la lucha antiterrorista. Esos mensajes han sido paralelos al debate interno que se ha producido en el entorno proetarra desde el mismo día del atentado. La bomba de ETA en Barajas no sólo sorprendió al Gobierno, que descartaba que la banda terrorista cometiese un atentado sin un anuncio previo de la ruptura del alto el fuego, sino también a los dirigentes de Batasuna, que en los últimos meses habían mantenido varias reuniones tripartitas con delegaciones de PNV y PSE para tratar de cerrar una acuerdo político sobre la constitución de la denominada mesa de partidos. De hecho, Arnaldo Otegi se encontraba reunido con el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, la mañana del día 30 de diciembre.

L D (Europa Press) En la reunión urgente que celebraron varios miembros de la dirección de Batasuna para tomar posición ante el atentado se produjo, según las fuentes consultadas por Europa Press, un importante debate en el que un sector apostó por marcar distancias con el atentado, pero finalmente se impuso el discurso de cerrar filas hasta que la banda terrorista ETA expusiera su postura en el comunicado que previsiblemente iba a hacer público en los próximos días.
 
Según las fuentes citadas, dos de las voces más críticas en ese momento por el atentado fueron las del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y la de la abogada Jone Goricelaya. No obstante, en la rueda de prensa que Otegi ofreció el mismo día 30 de diciembre en San Sebastián, ni se desmarcó de ETA, ni de la acción terrorista, limitándose a lanzar reproches al Gobierno y a reiterar que el proceso no estaba roto, sino que era más necesario que nunca.
 
Una semana después, Otegi compareció ante los medios para pedir a ETA que mantuviese el alto el fuego. Ambitos socialistas conocían con anterioridad que el dirigente de Batasuna iba a hacer una declaración, aunque al final sus palabras provocaron cierta decepción porque pensaban que iba a ir más allá. Al día siguiente de esa intervención, la banda terrorista hizo público un comunicado, asegurando que mantenía el alto el fuego. Pero además, la organización terrorista volvía a amenazar con nuevos atentados, asegurando que tenía la "firme determinación de responder si el PSOE y el Gobierno mantenían "los ataques a Euskal Herria". 
 
El duro y amenazante tono del comunicado provocó que Otegi dijese a mediados del mes de enero que para muchos sectores de la izquierda abertzale esa amenaza de ETA quitaba credibilidad al alto el fuego y generaba confusión. Un día después, el secretario general de LAB, Rafael Díaz Usabiaga, se sumó a su discurso, asegurando que no hay "proceso con bombas". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también valoró en público esas declaraciones de los dirigentes batasunos, indicando que no debían pasar desapercibidas. 
 
Paralelamente a esa escenificación pública de desacuerdo con el comunicado de ETA, las fuentes consultadas por Europa Press indicaron que se ha producido un importante debate interno en el que se han impuesto las tesis más posibilistas, lo que no implica que se vayan a desmarcarse o romper con de la banda terrorista. Entre los más duros, algunas fuentes sitúan a Ibon Arbulo, ex-concejal del Ayuntamiento de Bilbao, que fue detenido en Francia en 2005 y entregado a España ese mismo año en virtud de una euro orden dictada por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por un presunto delito de pertenencia y colaboración con banda armada. Arbulu, quien abandonó la prisión de Soto del Real en marzo de 2006, tras pagar una fianza de 60.000 euros, participó recientemente en Bilbao en la presentación de una plataforma electoral para las elecciones municipales del próximo mes de mayo.
 
En este tiempo, Batasuna ha continuado trasladando mensajes discretos al Gobierno, pidiendo que no se rompan los puentes, así como algún tipo de gesto que oficialice ante la opinión pública que el denominado proceso de paz continúa. También le reclaman tiempo para gestionar internamente la posibilidad de tomar alguna decisión en los próximos meses. Algunas fuentes apuntan que el Ejecutivo de Zapatero no tiene mucho margen de actuación por la presión del Partido Popular, de manera que si Batasuna quiere dar pasos, tiene que hacerlo cuanto antes, porque el Gobierno no puede seguir permanentemente en la indefinición. Además, advierten del riesgo de que ETA pueda atentar, lo que volvería a colocar al presidente del Gobierno en una situación insostenible. 
 
Aunque los socialistas vascos han negado en diversas ocasiones haber mantenido nuevas reuniones con Batasuna tras la ruptura del alto el fuego, el Gobierno vasco ha cuestionado en público esos desmentidos. El último viernes por ejemplo, la vicelehendakari Idoa Zenarruzabeitia preguntó en una entrevista televisiva a Patxi López si era capaz de asegurar que su partido no ha tenido nuevos contactos con la coalición ilegalizada. 
 
En cualquier caso, Batasuna sí ha mantenido reuniones que después se hicieron públicas con el PNV, EA y con el lehendakari Juan José Ibarretxe. La reunión de Otegi con el presidente vasco tuvo lugar el lunes 22 de enero, tan sólo cuatro días después de que Ibarretxe viajara a Madrid para entrevistarse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Ninguna de la dos partes ha aclarado el contenido real del encuentro. Tampoco se conoce si Ibarretxe trasladó a Otegi una parte de su conversación con Zapatero.

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