(Libertad Digital) El inspector jefe de los Tedax declaró que el día de los atentados llegó a Atocha y allí le comunicaron que había otras explosiones y dirigió a su grupo a cada foco de las explosiones. Tras recoger pruebas en Atocha, se dirigió al resto de los focos a "supervisar la recogida de muestras".
El Tedax aseguró que revisó el tren de Atocha "de la cabeza a la cola y de la cola a la cabeza dos veces" y se encontró una mochila que no había explosionado. Tras otra búsqueda, apareció una segunda mochila sin explosionar. Los explosivos estaban envueltos en una bolsa azul de basura y eran de color blanco parduzco. Lo que dejó claro, tanto en respuesta a la fiscal como a las acusaciones fue que en las dos revisiones nadie encontró en El Pozo la famosa mochila que apareció en Vallecas.
En varias ocasiones durante la declaración dijo que "desde un principio teníamos descartada un explosivo medio como la Goma 2 EC o la Titadyn", porque "en los focos en este caso los cortes en la chapa indicaban que era un explosivo alto". De ahí que pensasen en un explosivo de tipo militar C3 o C4, pero fue el humo, cuando explosionó de forma controlada la mochila en la estación de Atocha, lo que le extrañó "el humo debía ser totalmente negro y no, era gris claro". Añadió que en las desactivaciones fallidas utilizaron "medios dirruptores" que son perfectos "para C3, C4 pero no para ECO", aunque, inmediatamente, reconoció que "posteriormente hemos hecho pruebas y sí va" con la ECO.
Al ver el humo, quedó desconcertado, porque reiteró que, al contrario de lo que dijo Sánchez Manzano, nunca había trabajado con Goma 2 ECO y no la conocía. Al ser cuestionado por esta contradicción explicó que "el curso de Tedax dura 9 meses, cada dos años hay cursos de actualización que duran una semana" y "nunca" trabajó con Goma 2 ECO.
En referencia al informe de explosivos al que se agarró el ex comisario Sánchez Manzano que se refería a la dinamita sin especificar sus componentes, José Luis Abascal, el defensor de Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, le preguntó si había visto alguna vez un informe de explosivos en el que no constase sus componentes químicos, a lo que el Tedax respondió que no recordaba, que había visto muchos, pero que "un informe de peritos químicos generalmente pone el tipo de sustancias que son".
Sobre su actuación de Leganés
Confirmó que le llamó un compañero alertándole de un tiroteo con árabes en la calle Carmen Martín Gaite y que se habían atrincherado en un piso. Fue entonces cuando "llamó al jefe de sala". Preguntó si necesitaban ayuda y le contestaron que sí, aunque le precisaron que se quedara en las proximidades. Desplazó su equipo a las cercanías del lugar y él se dirigió al lugar de los hechos, porque notaba que pasaba algo raro, llegando cuando se produjo la explosión. Después se dedicaron a sacar heridos, revisar la zona, los garajes, los coches de los suicidas y recoger pruebas. "Encontramos unos cinco u ocho cartuchos de Goma 2 ECO, envolturas, detonadores y despejamos aquello, tras vaciar la piscina que estaba llena de restos humanos". Al final "quedamos dos TEDAX y los bomberos" El inspector afirmó que la secretaria judicial anotaba todo lo que se cogía y se enviaba dependiendo del tipo de prueba, a la Policía Científica o a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos. "Todo fue canalizado por la Unidad Central de Desactivación de Explosivos". Ha señalado, que a parte de encontrar restos humanos en el jardín, también los vio en el piso. A continuación le han preguntado que cuántos kilos de explosivos creen que estallaron. "Calculamos que que habían explosionado 30 kilos de dinamita Goma 2 ECO". "Se llevó a cabo una nota informativa y la remitimos a nuestros jefes orgánicos".
Al insistirle desde una de las acusaciones en que por qué les avisaron a los Tedax si había un tiroteo en Leganés, dijo que su compañero le informó de "un tiroteo con gente de raza árabe y que se habían atrincherado en un piso, entonces como sabemos que son árabes y lo que está pasando en Irán, Irak y Palestina, teníamos medio que se inmolaran, como luego sucedió" y tenían que "asegurar el piso por eso entrarían con los Geo".
La defensa de Trashorras, le preguntó por los dos cinturones que aparecieron sin explosionar en Leganés, a los que sólo le faltaba el iniciador, el Tedax dijo que "el que primero detonó el cinturón de explosivos fue el que mató a los demás, porque es imposible que detonasen los cinturones todos a la vez, a estos –los que no estallaron– no les dio tiempo a detonar el iniciador", y explicó que esos explosivos "pueden estallar por simpatía dependiendo de la distancia". Cuando le preguntó si tenía la certeza de cual fue el origen de la explosión, el Tedax dijo que no.
Radiografías de la mochila de Vallecas
Uno de los aspectos más importantes de lo sucedido con la mochila de Vallecas fue el episodio de la radiografía realizada en el Parque Azorín que, tal y como publicó
Libertad Digital, se ocultó durante más de cuatro meses al juez Del Olmo. La fiscal preguntó al testigo policial si es cierto que "le molestó" algo en este particular. El testigo dijo que sí le molestó que, tras hacerse la radiografía y el informe, el juez Del Olmo le preguntara por qué no había explosionado "cuando se veía que estaba desconectado el detonador". Reconoció que no era fácil advertirlo a primera vista y menos en el parque Azorín pero en un despacho "si se siguen los cables lo ves perfectamente".
Explicó que en torno a las dos de la madrugada le llamó un tedax de servicio y le comento la aparición de la mochila. Cuando el testigo llegó a la comisaría de Puente de Vallecas ya no estaba allí la bolsa porque se había trasladado al Parque Azorín. Detalló que la bolsa estaba allí depositada y que su primera reacción fue instalar el inhibidor de frecuencias telefónicas a unos siete u ocho metros de la bolsa. Este detalle será importante a efectos de analizar la actuación en Leganés ya que parece que la colocación de inhibidores forma parte del protocolo de actuación por evidentes medidas de seguridad.
El testigo explicó que las decisiones sobre una desactivación "las toma siempre el operador número 1, amo y señor de la operación por jugarse la vida". Esta argumentación la hizo para dejar claro que la forma de actuar en cada caso depende de la persona que se enfrente directamente a la bomba y que en el caso de la desactivación del Parque Azorín, al operador no le convenció el resultado de la radiografía. Explicó también que se hicieron "dos radiografías que salieron negras" y que después, el operador 1 hizo la válida.
La fiscal preguntó también por qué la radiografía tenía en un lateral una inscripción que ponía 120404. El TEDAX le respondió que todas las radiografías deben ir documentadas: lugar, fecha, quién la ha hecho, número de pulsos ("Es algo técnico", explicó. "Tenemos unos aparatos que son de rayos X emiten pulsos y étos se reflejan en una placa. El número de pulsos es lo que hace que se refleje sobre el negativo. A más pulsos más potencia"). "Fue documentada por el segundo jefe del grupo. Se despistó" y en vez de poner 12 de marzo puso 12 de abril, señaló. "Yo pregunté si esa era la radiografía que habían hecho. Los tres que la habían hecho me dijeron que sí".
No puede explicarse cómo llegó a Vallecas
Desde una de las acusaciones le preguntaron cómo puede explicarse, "si inspeccionaron de arriba a bajoque llegase la mochila a Vallecas a lo que respondió: "Yo no puedo explicarlo, ¿puede explicármelo usted?" Dijo que en El Pozo, de donde según la versión oficial procede esa mochila, se revisaron todos los trenes de arriba a abajo, y que su "teoría" es que "sería porque se la pudieran haber llevado antes, lo que estoy totalmente convencido es que después de la revisión de los Tedax no había una sola mochila que contuviese explosivos, eso sí le puedo asegurar". Y añadió que "todo lo que hubiera en el andén si había algo lo inspeccionaron".
En Ifema no había TEDAX
Sobre Ifema señaló que no había "ningún equipo de los TEDAX". "En Ifema no hubo nadie de los nuestros, en los trenes sí", aclaró. "Todo mi grupo estuvo en los lugares de los atentados". Aunque precisó que si antes de que llegasen a la estación alguien sacó una bolsa no lo puede saber. A la pregunta de por qué no enviaron las muestras a la Policía Científica, el jefe de los Tedax se expresó en los mismos términos de Sánchez Manzano. Éste ya había dicho que es lo que "establecen las normas" y el TEDAX dijo que "yo tengo que seguir una cadena de mando. A mí me exigen llevarlas a la Unidad Central". A continuación explicó que el reportaje fotográfico de las pruebas se "suele hacer en la Unidad Central, ésta tendría que haberlo realizado". Y precisó que no sabe si finalmente se llevó a cabo. Además, añadió que "hay pruebas pequeñas que se pueden introducir en una bolsa, las pruebas grandes no caben. Si en un tren cojo muestras con acetona yo las meto en una bolsa, pero no me puedo llevar un trozo de un tren".
El Skoda Fabia
Además, la fiscal Olga Sánchez le preguntó por el polígono industrial de las Mercedes y qué es lo que vieron allí. El inspector jefe de los Tedax de Madrid afirmó que "nos dijeron que había aparecido allí un vehículo (Skoda Fabia) que había estado estacionado desde la fecha de los atentados –cerca de la estación de Alcalá de Henares– y sospechaban de él". Cuando llegaron, señaló, les estaban esperando unas dotaciones de la Policía, entre las que se encontraba la Unidad Canina. "Echaron a los perros. Uno se sentó (indicativo, según dijo de que había explosivos) y otro hacía extraños". Abrieron pues el maletero, y a parte de una maleta y unos guantes se encontraron ropa y una funda de pistola sobaquera. "Y debajo de los asientos" unas cintas de caracteres árabes.
"No encontramos tornillería" tras explosionar una de las mochilas de Atocha
Tras el jefe de los Tedax de Madrid, compareció el subinspector de la Unidad Central de los Tedax. Señaló que el día de los atentados "no estaba de guardia". "Iba al trabajo y tuve conocimiento de las explosiones a través de la radio". Fue directamente a la estación de Atocha y se puso a disposición de sus jefes. "Empezamos a realizar la búsqueda por el primer vagón". El agente contó que junto con él iban otros dos policías, y al entrar en este primer vagón sus compañeros se dirigieron hacia la cabina del conductor y él hacia el lado izquierdo del vagón. "El vagón estaba vacío y sólo había en medio del pasillo una mochila de tipo colegial de color gris con las asas negras, una de ellas rota". Al tocarla "con las manos" vio que no tenía libros, "que era muy pesada" y la abrió lo suficiente como para visualizar lo que había en su interior.
Dentro se encontraba "una bolsa trasparente" con un contenido "blanquecino, color marfil. Era una masa tipo plastilina", aunque señaló que la bolsa azul dificultaba la "apreciación". Pero reconoció que a pesar de haber visto explosivos parecidos, nunca había observado uno idéntico al que tenía delante. De la misma manera que su jefe, este Tedax tampoco realizó prácticas con Goma 2 ECO, en contra de lo que sostiene Sánchez Manzano.
"Les comenté a mis compañeros que aquello era una bomba, y entonces nos pusimos a trabajar en la desactivación. Se acerco el jefe del equipo de Madrid que me indicó que interviniera como operador número 1. Cuando estaba procediendo a ponerme el traje de protección recibimos una llamada de El Pozo que nos indicaba que habían visto un macuto, con teléfonos, cables y masa explosiva similar a la que tenía yo". Y afirmó, a continuación, que desde El Pozo "no me comunicaron nada más", sólo lo que contenía la bolsa. Se hace una valoración del tipo de explosivo, procedimos a utilizar una carga de agua para desbaratar el explosivo. Consideramos que pudo ser un explosivo de gama alta".
Y es aquí donde aparece uno de los detalles más curiosos de la declaración de este Tedax. Y es a pesar de ser él el encargado de desactivar el explosivo afirmó que no "visualicé ningún tipo de humo". Sin embargo, su jefe sí afirmó que vieron que manaba un humo blanco, por lo que se quedaron desconcertados. A continuación explicó que se metió "en el boquete que dejó la explosión para encontrar algo, pero no encontré nada en particular que sirviera". Es en este punto cuando Olga Sánchez le preguntó expresamente por la metralla. "No encontramos tornillería en ese foco", afirmó.
También estuvo en Leganés, aunque después de que se produjera la explosión, según contó. Y dijo que cuando llegó detectó "un olor a almendras amargas que puede asociarse con la nitroglicerina".
