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Un testigo dice que podría comunicar "ahora mismo" con Nayo, el confidente del 11-M huido de la Justicia

Fallos o negligencias policiales, datos que no cuadran y un inesperado presunto delito de encubrimiento fue lo más destacado que se produjo en esta 25 sesión del juicio del 11-M. Los primeros en declarar fueron los agentes que multaron a El Chino. A pesar de que éste llevaba en el coche material robado, un fajo de billetes, un cuchillo y una maza, no le detuvieron. Por su parte uno de los controladores de Rafa Zouhier y su jefe confirmaron lo dicho por "Víctor": Rafa les dijo que Toro y Trashorras podían "mover" 150 kilos de explosivos pero no informaron porque "no se acordaron". Además, Gómez Bermúdez se vio obligado a ordenar a la Policía que interrogase a uno de los testigos, que dice poder ponerse en contacto con el huido "Nayo", el que relacionó a etarras con islamistas y determinar si incurre en un delito de encubrimiento.

Fallos o negligencias policiales, datos que no cuadran y un inesperado presunto delito de encubrimiento fue lo más destacado que se produjo en esta 25 sesión del juicio del 11-M. Los primeros en declarar fueron los agentes que multaron a El Chino. A pesar de que éste llevaba en el coche material robado, un fajo de billetes, un cuchillo y una maza, no le detuvieron. Por su parte uno de los controladores de Rafa Zouhier y su jefe confirmaron lo dicho por "Víctor": Rafa les dijo que Toro y Trashorras podían "mover" 150 kilos de explosivos pero no informaron porque "no se acordaron". Además, Gómez Bermúdez se vio obligado a ordenar a la Policía que interrogase a uno de los testigos, que dice poder ponerse en contacto con el huido "Nayo", el que relacionó a etarras con islamistas y determinar si incurre en un delito de encubrimiento.
(Libertad Digital) Esta vigésimo quinta sesión del juicio no fue especialmente reveladora. Pero sí quedaron al descubierto actitudes incomprensibles de distintos agentes y mandos policiales. Las declaraciones comenzaron este lunes con el testimonio de los agentes que multaron a El Chino cuando supuestamente viajaba a Madrid desde Asturias tres meses antes de la masacre. Se identificó como Yussef Ben Salah y dijo que venía de Bilbao, una mentira que fue descubierta por los agentes. Según ambos testigos, mostraba un gran nerviosismo y portaba –en un coche semiblindado– material robado, un fajo de billetes, cuchillos y una maza. Un cúmulo de indicios que, sin embargo, no juzgaron suficientes para detenerle. "No procedía", han dicho, y no era la hora adecuada para hacer "las diligencias oportunas".   
 
Los controladores de Rafa Zouhier "no se acordaron" de informar sobre el tráfico de explosivos
 
Por su parte, otro de los controladores de Rafa Zouhier admitió que nunca transmitió al Juzgado que el confidente les había informado de que Toro y Trashorras podían manejar 150 kilos de explosivos porque "no me lo preguntaron". Este policía ratificó que Zouhier informó del tráfico de explosivos en Asturias el 6 de marzo de 2003. También dijo que Zouhier no les habló de El Chino hasta después de los atentados.
 
Declaró después el jefe de los controladores de Zouhier. Justificó el olvido de sus subordinados al Juzgado. Curiosamente, el jefe no conoció a Zouhier hasta el 12 de marzo de 2004, pero no relacionaron al acusado con los atentados. Este dato es cuanto menos sorprendente ya que uno de los responsables de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil afirmó que no se reunieron ese día 12 con Zouhier por nada que tuviera relación con la masacre sino por pura coincidencia.
 
Mandan interrogar a un testigo que puede localizar al huido "Nayo"
 
Una declaración interesante fue la que realizó un amigo de "Nayo", supuesto compinche de Suárez Trashorras y Toro e implicado en la Operación Pípol. Compareció ante el tribunal a quien aseguró que puede contactar con él cuando quiera. "¿Usted tiene comunicación con Nayo?", le preguntaron. "Si fuera necesario sí". Por ello Gómez Bermúdez ordenó a Policía interrogar a este testigo protegido para que facilite los datos que sepa y determinar si habría cometido un delito de encubrimiento.
 
Es amigo de José Ignacio Fernández, "Nayo" y su declaración estuvo plagada de contradicciones. Sin embargo, lo que dejó claro es que tiene posibilidades de contactar con él. José Ignacio Fernández Díaz, el "Nayo", fue detenido junto a otras 23 personas, entre las que estaban Toro y Trashorras, en el marco de la operación Pípol. El tribunal del 11-M ordenó pues a las Fuerzas de Seguridad interrogar al testigo protegido amigo de "Nayo", para que facilite datos sobre el paradero del huido, y determinar si habría cometido un delito de encubrimiento, en aplicación del artículo 451.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Al término de la declaración del testigo, el presidente del Tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le advirtió de que la Sala podría deducir testimonio en su contra y transmitir al Juzgado de Instrucción encargado de la causa en la que "Nayo" consta como huido los datos sobre si ha cometido un delito de encubrimiento.
 
El testigo afirmó que "Nayo" le dio "garantías" de que él no había tenido nada que ver con el tráfico de dinamita y le dijo que "si hablaba" de lo que sabía sobre Trashorras y Toro, sus declaraciones iban a resultar "muy fuertes". "Lo que me dijo es que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional en Asturias tenían bastante que callar y que les iba a afectar su declaración". El confidente le comentó también que había entregado dinamita a un Guardia Civil "para que éste se la entregara a ETA" y que había llevado a cabo un robo de un vehículo por encargo de esta banda terrorista.
 
Un testigo declara que la Policía llegó a su casa el 11-M preguntando por Lamari
 
Por último, y casi al término de la sesión, declaró Jaouad El Bouzorouti, imputado por la causa aunque finalmente no fue procesado. Era vecino del acusado Abdelmajid Bouchar y conocía además al huido al que se considera muerto en Irak, Mohamed Afalah. Realizó una declaración sorprendente. Afirmó, por dos veces, que la Policía se presentó en su casa el mismo día 11 de marzo sobre las siete u ocho de la tarde para realizarle preguntas sobre los atentados. En concreto le preguntaron si conocía a Allekema Lamari, uno de los muertos de Leganés. También dijo que la Policía le pegó y amenazó para que declarase ante Del Olmo que había visto a Bouchar con el considerado autor intelectual de los atentados, Youssef Belhajd. Asimismo le obligaron a decir que Bouchar había regresado de un viaje a Bélgica "más radical". 

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