(Libertad Digital) Javier Rubio dijo en la presentación del libro de Pablo Molina que “una de las satisfacciones que he tenido como director de Libertad Digital es acoger a escritores que de otro modo habrían tenido más dificultades en darse a conocer”, como es el caso de Pablo Molina, entre otros. “Entre estos, Pablo Molina ocupa un lugar destacado por méritos propios”. No es el único, y Rubio ha destacado a “los periféricos”, incluyendo a Juan Carlos Girauta, José García Domínguez, Cristina Losada y el propio autor de "La dictadura progre", que trabaja para Libertad Digital Televisión en Murcia. Entre quienes se podrían nombrar como antecesores ha mencionado al también murciano Emilio Campmany.
"La dictadura progre" es un libro “profundo y didáctico”, según lo calificó María Blanco, profesora de Economía de la Universidad San Pablo-CEU y miembro del Instituto Juan de Mariana en la presentación del libro. Blanco ha extraído del libro que “el progre por definición te va a reñir” y es, como lo define Molina en su libro, “un torquemada con pelo rastafari”.
María Blanco destacó la primera parte del texto, en que hace una genealogía del progresismo, pero también las características que el autor achaca al progre actual: “Primero un complejo de superioridad; siempre te miran por encima del hombro si no compartes sus ideas. Luego un complejo gregario. Y por último, el miedo a la libertad. Un miedo que está ligado al que se tiene a la responsabilidad individual”. Según Molina el progre vive en la adolescencia permanente.
La economista repasó cómo el autor “recibió la mejor educación de su padre” y cuáles fueron sus comienzos en Internet con una bitácora llamada primero Crónicas del tardofelipismo y luego Desde la caverna neoliberal, con cierto tono provocativo. Blanco recordó que “conoce bien a los progres, porque conocía a G.L, dueño de una página en la que su bitácora estaba alojada” y “en la que encontramos cosas como comparar a Pío Moa con Michael Jackson o llamar "todólogo" a César Vidal”. “Compartía página con esa gente. Claro, eso marca”, dijo Blanco.
Rubio había comentado que “entre los que colaboramos y hacemos Libertad Digital, bajo el impulso de Federico Jiménez Losantos, hemos hecho una notable aportación a que el liberalismo tenga esa presencia constante que tiene en la vida intelectual y en la vida política”. Pablo Molina comenzó agradeciendo a Javier Rubio que le diera la oportunidad de escribir en Libertad Digital, para destacar que gracias en parte a este diario “la derecha sociológica está perdiendo sus complejos. Ya dice Juan Carlos Girauta que los progres están nerviosos. En realidad están jodidos, y se les nota”, dijo. De hecho, a su juicio, “la batalla de las ideas, algo que no acaban de entender en el PP, es más importante que la batalla política”, como a su juicio demostró cómo se sucedieron los acontecimientos del 11 al 14 de marzo de 2004.
Uno de los motivos de escribir “La dictadura progre” es “derribar los complejos de conservadores y liberales”. Le parece chocante que “el progresismo sigue teniendo un gran prestigio”, cuando liberales y conservadores “no tienen que pedir perdón a nadie, y menos a la izquierda”. Apostilló que “nuestras ideas son mejores y más dignas, que el tardomarxismo progresista, del que ZP es su producto más acabado”.
Precisamente es al presidente del Gobierno a quien piensa dedicar su próximo libro, que cree que estará en las librerías a comienzos del año que viene y “que será mi despedida a ZP, en la confianza de que perderá las elecciones”. No “porque confíe especialmente en la capacidad moral de los españoles, sino porque Zapatero se carga todo lo que toca; y el Partido Socialista le pilla muy a mano”, dijo.