(Libertad Digital) El Palau Blaugrana no ha sido el fortín que fue durante los últimos meses. El Barcelona, tras una discreta temporada regular, consiguió llegar a la final tras eliminar al gran favorito y primer clasificado, el Tau. Sin embargo, en la última serie, se ha topado con un equipo mordido en el orgullo por haberse quedado el año pasado fuera de la Euroliga. La gran temporada del Real Madrid culmina así en un merecido resarcimiento. Pocos confiaban a principios de temporada en el semidesconocido Joan Plaza, pero desde un trabajo basado en la humildad y, sin lugar a dudas, en unos grandes jugadores, el Real Madrid ha cerrado muchas bocas. Además, pudo celebrar los rituales del vencedor sobre el parqué del eterno rival con total normalidad. Todo un indicador de la nobleza del rival y de su público.
En los dos primeros partidos de esta serie final, el equipo blanco mostró la superioridad y la fuerza del que juega en casa, justo lo mismo que consiguió sacar de dentro de sí el Barcelona en el tercer encuentro. Todo hacía presagiar que este cuarto partido se decantaría del lado azulgrana, pero el Real Madrid sacó la casta de las grandes ocasiones para sobreponerse a la presión del Palau y evitar el que hubiera sido un dramático quinto partido en Vistalegre.
Joan Plaza se ha convertido en el tercer entrenador que se corona campeón de la Liga ACB el año de su debut. Plaza fue antes el segundo de su antecesor en el cargo, el serbio Bozidar Maljkovic. Ha emulado a Luis Casimiro y al también balcánico Svetislav Pesic. Casimiro, actual técnico del Alta Gestión Fuenlabrada, se estrenó en la ACB como entrenador a los mandos del TDK Manresa, al que llevó al título de manera inesperada en la temporada 1997/98. Cinco años después, el FC Barcelona fichó a Pesic, actual técnico del Akasvayu Girona, y en su primera campaña al frente del equipo azulgrana se hizo con el título.
Plaza, después de toda una vida en los banquillos de la base y de ser el ayudante de técnicos como Aito García Reneses o el propio Maljkovic, fue la apuesta del Real Madrid para este nuevo proyecto, y los frutos no han tardado en dar resultados. El Real Madrid, que ya había sido subcampeón de la Copa del Rey y campeón de la Copa ULEB, se ha hecho también con la Liga ACB tras acabar segundo en la primera fase, y superar al Pamesa Valencia (3-1), DKV Joventut (3-2) y FC Barcelona (3-1).
Plaza, después de toda una vida en los banquillos de la base y de ser el ayudante de técnicos como Aito García Reneses o el propio Maljkovic, fue la apuesta del Real Madrid para este nuevo proyecto, y los frutos no han tardado en dar resultados. El Real Madrid, que ya había sido subcampeón de la Copa del Rey y campeón de la Copa ULEB, se ha hecho también con la Liga ACB tras acabar segundo en la primera fase, y superar al Pamesa Valencia (3-1), DKV Joventut (3-2) y FC Barcelona (3-1).
Felipe Reyes ha sido proclamado jugador más valioso de la final. El pívot del Real Madrid -26 años y 2,03 metros, fue el máximo anotador de este cuarto encuentro con 21 puntos y su promedio durante las cuatro citas fue de 16,5 puntos y 6,5 rebotes para un total de 17,75 puntos de valoración. Confirma así su momento de forma con una nominación que suma a la conquista de la Liga ACB y de la Copa ULEB.
Estos dos protagonistas demostraron que el Real Madrid era el mejor, el equipo con más recursos en ataque y defensa, el que más variantes tácticas tiene y el justo merecedor de la Liga ACB tras darle un baño al Winterthur Barcelona en el Palau Blaugrana. El presidente madridista, Ramón Calderón, se lo pasó bomba en el palco, desde donde celebró el éxito en presencia de Joan Laporta, al que ha dejado sin ligas de baloncesto y fútbol, mientras sus jugadores festejaban sobre el parqué.
El Real Madrid ni siquiera necesitó de explotar el factor pista y prefirió sentenciar en Barcelona, para lo que recurrió a claves ya apuntadas como el rendimiento de Felipe Reyes y Louis Bullock o parar toda actividad de Juan Carlos Navarro, que acabó anotando sólo cinco puntos, los mismos que Reyes en el tercer partido. Ni siquiera necesitó de la zona Joan Plaza para dar por concluida la serie, porque hizo lo que su rival en el último partido de su semifinal ante el Tau Vitoria, marcar diferencias tan grandes en el marcador que su victoria fue incontestable. Las defensas, protagonistas de los tres encuentros anteriores, desaparecieron de inicio en este cuarto duelo, que comenzó con un intercambio de canastas, incluidos varios triples de uno y otro equipo.
La balanza se desequilibró cuando el Real Madrid encadenó un parcial de 0-9 que derivó en una ventaja para los jugadores de Joan Plaza de ocho puntos (17-25, min.9). Sin grandes alardes defensivos, los madridistas paraban con relativa facilidad el ataque rival, mientras que el suyo apenas encontraba oposición. Dusko Ivanovic había utilizado a todos sus jugadores al término del primer cuarto, con la excepción del canterano Albert Moncasi, pero sin encontrar solución y las cosas fueron a más en el segundo periodo. Felipe Reyes fue de nuevo el de los partidos de Madrid y, a poco de comenzar el segundo cuarto, sumaba ya doce puntos -con los que se fue al descanso-, y había llevado a su equipo a una ventaja de trece puntos (24-37, min.14) con la colaboración desde la línea de tres de Charles Smith.
La prueba de que ninguno de los dos equipos estaba volcado en el equipo, aunque el más blando era el Winterthur Barcelona, es que los primeros tiros libres del encuentro llegaron en el minuto 15, cuando Kakiouzis desde esa distancia puso un 28-37 en el marcador. Las facilidades con las que se encontraba Reyes alcanzaban también a Kerem Tunceri, autor de tres triples antes del descanso y artífice también junto a Louis Bullock de que el Real Madrid alcanzase una máxima de dieciséis puntos (31-47, min.20) que se quedó en catorce (33-47) a la conclusión de la primera mitad. La dinámica del partido fluía en la misma dirección que los intereses madridistas y las diferencias llegaron a los dos minutos de la reanudación hasta los diecinueve puntos (33-52).
El Winterthur Barcelona tenía que reaccionar o asumir la derrota antes de tiempo y optó por la primera acción, aunque se quedó en un parcial de 9-0 (42-52, min.26) que le sirvió para situarse en la barrera de los diez puntos pero no para romper la superioridad blanca. Tunceri, con un nuevo triple, frenó además el ímpetu azulgrana y, a dos minutos para la conclusión del cuarto, llegó la cuarta falta de Jaka Lakovic, el barcelonista más en forma ante la inoperatividad de un Navarro que jugó poco más de 24 minutos, consciente Ivanovic de que su presencia en la pista restaba este domingo. El equipo e Dusko Ivanovic encaró el último cuarto con una desventaja de catorce puntos (50-64) que fue dosificando hasta que el Winterthur Barcelona se le aproximó a nueve puntos (61-70, min.35).
Bullock, con un triple, atajó la reacción y, con 63-73, Jaka Lakovic, Roko Ukic y Roger Grimau fallaron por tres veces desde la línea de tres puntos en lo que fue un golpe prácticamente definitivo para los azulgrana. Lakovic y Michalis Kakiouzis le devolvieron la esperanza a un desangelado Palau Blaugrana con dos triples que recortaron las diferencias a cinco puntos (68-73, min.38), pero el griego falló en un posterior tiro de 6.25 metros. Jaka Lakovic apretó el marcador a poco más de un minuto del final a cuatro puntos (71-75), pero el Real Madrid ya se daba por ganador y Raúl López matando el partido se encargó de ratificarlo.
El Real Madrid ni siquiera necesitó de explotar el factor pista y prefirió sentenciar en Barcelona, para lo que recurrió a claves ya apuntadas como el rendimiento de Felipe Reyes y Louis Bullock o parar toda actividad de Juan Carlos Navarro, que acabó anotando sólo cinco puntos, los mismos que Reyes en el tercer partido. Ni siquiera necesitó de la zona Joan Plaza para dar por concluida la serie, porque hizo lo que su rival en el último partido de su semifinal ante el Tau Vitoria, marcar diferencias tan grandes en el marcador que su victoria fue incontestable. Las defensas, protagonistas de los tres encuentros anteriores, desaparecieron de inicio en este cuarto duelo, que comenzó con un intercambio de canastas, incluidos varios triples de uno y otro equipo.
La balanza se desequilibró cuando el Real Madrid encadenó un parcial de 0-9 que derivó en una ventaja para los jugadores de Joan Plaza de ocho puntos (17-25, min.9). Sin grandes alardes defensivos, los madridistas paraban con relativa facilidad el ataque rival, mientras que el suyo apenas encontraba oposición. Dusko Ivanovic había utilizado a todos sus jugadores al término del primer cuarto, con la excepción del canterano Albert Moncasi, pero sin encontrar solución y las cosas fueron a más en el segundo periodo. Felipe Reyes fue de nuevo el de los partidos de Madrid y, a poco de comenzar el segundo cuarto, sumaba ya doce puntos -con los que se fue al descanso-, y había llevado a su equipo a una ventaja de trece puntos (24-37, min.14) con la colaboración desde la línea de tres de Charles Smith.
La prueba de que ninguno de los dos equipos estaba volcado en el equipo, aunque el más blando era el Winterthur Barcelona, es que los primeros tiros libres del encuentro llegaron en el minuto 15, cuando Kakiouzis desde esa distancia puso un 28-37 en el marcador. Las facilidades con las que se encontraba Reyes alcanzaban también a Kerem Tunceri, autor de tres triples antes del descanso y artífice también junto a Louis Bullock de que el Real Madrid alcanzase una máxima de dieciséis puntos (31-47, min.20) que se quedó en catorce (33-47) a la conclusión de la primera mitad. La dinámica del partido fluía en la misma dirección que los intereses madridistas y las diferencias llegaron a los dos minutos de la reanudación hasta los diecinueve puntos (33-52).
El Winterthur Barcelona tenía que reaccionar o asumir la derrota antes de tiempo y optó por la primera acción, aunque se quedó en un parcial de 9-0 (42-52, min.26) que le sirvió para situarse en la barrera de los diez puntos pero no para romper la superioridad blanca. Tunceri, con un nuevo triple, frenó además el ímpetu azulgrana y, a dos minutos para la conclusión del cuarto, llegó la cuarta falta de Jaka Lakovic, el barcelonista más en forma ante la inoperatividad de un Navarro que jugó poco más de 24 minutos, consciente Ivanovic de que su presencia en la pista restaba este domingo. El equipo e Dusko Ivanovic encaró el último cuarto con una desventaja de catorce puntos (50-64) que fue dosificando hasta que el Winterthur Barcelona se le aproximó a nueve puntos (61-70, min.35).
Bullock, con un triple, atajó la reacción y, con 63-73, Jaka Lakovic, Roko Ukic y Roger Grimau fallaron por tres veces desde la línea de tres puntos en lo que fue un golpe prácticamente definitivo para los azulgrana. Lakovic y Michalis Kakiouzis le devolvieron la esperanza a un desangelado Palau Blaugrana con dos triples que recortaron las diferencias a cinco puntos (68-73, min.38), pero el griego falló en un posterior tiro de 6.25 metros. Jaka Lakovic apretó el marcador a poco más de un minuto del final a cuatro puntos (71-75), pero el Real Madrid ya se daba por ganador y Raúl López matando el partido se encargó de ratificarlo.
Veintiún años después, el equipo blanco ha vuelto a apuntarse en una misma temporada los triunfos en las Ligas de fútbol y baloncesto, un éxito que ha conseguido en dieciséis ocasiones en total. La última vez que el Real Madrid ganó ambos campeonatos un mismo año fue en la temporada 1985-86. Siete días más tarde, el madridismo vuelve a La Cibeles.