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"No llevamos margaritas en los fusiles"

El soldado paracaidista Juan Luis Orduña, que viajaba en el primer blindado del convoy que sufrió el atentado, ha afirmado este lunes que los militares del contingente español continuarán realizando su misión como "una piña" y que el ataque no cambiará su forma de actuar en el Líbano. "Los muertos no se merecían perder la vida de esta manera tan ruin y tan cruel". El soldado añadió que, aunque están en misión de paz, no llevan "margaritas en los fusiles".

El soldado paracaidista Juan Luis Orduña, que viajaba en el primer blindado del convoy que sufrió el atentado, ha afirmado este lunes que los militares del contingente español continuarán realizando su misión como "una piña" y que el ataque no cambiará su forma de actuar en el Líbano. "Los muertos no se merecían perder la vida de esta manera tan ruin y tan cruel". El soldado añadió que, aunque están en misión de paz, no llevan "margaritas en los fusiles".
L D (Europa Press) "Somos una piña. Vamos a seguir adelante por ellos", afirmó el soldado Orduña, que viajaba en el primer blindado y que escuchó la explosión que alcanzó de lleno al segundo vehículo y mató a seis de sus compañeros. "Los muertos no se merecían perder la vida de esta manera tan ruin y tan cruel", respondió el paracaidista al ser preguntado por lo que pensó al saber lo sucedido.
 
Por su parte, el conductor de ese primer blindado, que circulaba a unos 70 metros de distancia del vehículo que quedó destrozado por la explosión, el soldado colombiano Jorge Enrique Prieto, expresó el dolor que sintió al saber que el herido que había trasladado en su vehículo hasta el hospital, el sevillano Manuel David Portas, falleció horas después del ataque.
 
Tanto Orduña como Prieto, así como el soldado Luis Cruz, manifestaron su incomprensión ante lo sucedido, pero subrayaron que tienen que seguir adelante y que lo harán por sus compañeros y por consolidar la paz en el Líbano. "Para que no pierda la vida gente inocente", apostilló el soldado Orduña. Los tres afirmaron que su tarea en la jornada de este lunes se centra en brindar el homenaje que se merecen los seis compañeros muertos.
 
El soldado Orduña relató que tras la explosión detuvieron su vehículo en un lateral de la carretera y esperaron a asegurar el perímetro. Poco después, el Ejército libanés prestó su plena colaboración al contingente español para garantizar el perímetro y ayudó a evacuar a los soldados a diferentes hospitales civiles de la zona.
 
Después de la deflagración, Orduña aseguró también que se produjo una detonación fortuita de la munición que había en el blindado atacado y los soldados del Ejército español se echaron cuerpo a tierra y protegieron con sus chalecos antibalas a los compañeros heridos.
 
Estos tres soldados españoles del primer blindado destacaron la valía profesional y personal de sus compañeros, de edades entre los 18 y los 21 años, e incidieron en que continuarán con la misión de paz en el Líbano. "Hay que tirar adelante, somos una piña", concluyó el soldado Orduña poco después de reconocer que, aunque en misión de paz, los militares españoles no llevan "margaritas en los fusiles".
 
Estos soldados viajaban en el primer vehículo blindado del convoy militar junto a otros siete compañeros. Algunos de ellos, han requerido atención psicológica después del trágico atentado, pero continuarán de misión en el Líbano.

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