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Disturbios y protestas contra Ahmadineyad por racionar la gasolina a particulares

Cientos de iraníes han salido a las calles de Teherán para protestar contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad por haber decretado el racionamiento de la venta de gasolina a particulares. Varias estaciones de servicio ardieron mientras los manifestantes coreaban: "¡Pistolas, tanques, Ahmadineyad debe morir!". Irán, el segundo productor de petróleo en el mundo, debe importar el cuarenta por ciento de la gasolina que consume.

Cientos de iraníes han salido a las calles de Teherán para protestar contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad por haber decretado el racionamiento de la venta de gasolina a particulares. Varias estaciones de servicio ardieron mientras los manifestantes coreaban: "¡Pistolas, tanques, Ahmadineyad debe morir!". Irán, el segundo productor de petróleo en el mundo, debe importar el cuarenta por ciento de la gasolina que consume.
LD (Agencias) Según informa la agencia de noticias inglesa Reuters, varias estaciones expendedoras de combustible en Teherán han sido escenario de disturbios después de que se conociera que el régimen de Mahmud Ahmadineyad decretara el racionamiento de gasolina para hacer frente a la escasez que padece el país.
 
De acuerdo con la agencia que cita a testigos, la Policía se ha desplegado en varias estaciones de servicio para detener a los cientos de manifestantes que han prendido fuego a las despachadoras mientras gritaban consignas como "¡Pistolas, tanques, Ahmadineyad debe morir!". Los desesperados conductores trataban de llenar el depósito  antes de que la medida entrara en vigor: la medianoche de este martes, según una nota oficial del Ministerio del Petróleo.
 
Entre las medidas que ha tomado el ministerio figura la distribución de "tarjetas inteligentes" que los conductores utilizarán para adquirir los cien litros de gasolina que cada uno podrá consumir al mes. Los taxistas que sólo consuman gasolina podrán adquirir hasta ochocientos litros mensuales. Las tarjetas, señalan las autoridades, evitarán el surgimiento de un mercado negro.
 
Irán es el segundo productor mundial de petróleo pero, por su escasa capacidad de refinamiento, tiene que comprar en el exterior el cuarenta por ciento de la gasolina que consume. Esas importaciones son una carga para el estado porque el combustible nacional y extranjero recibe importantes subvenciones gubernamentales: el litro de gasolina cuesta 0,9 céntimos de euro, uno de los más bajos del mundo.

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