LD (EFE) Las operaciones del Ejército británico en Irlanda del Norte llegan a su fin en la medianoche de este martes, después de 38 años de permanencia en la provincia por los enfrentamientos violentos entre protestantes y católicos. Durante los años del conflicto, los soldados y sus bases eran los principales blanco del terrorista Ejército Republicano Irlandés (IRA).
La denominada operación "Banner" del Ejército es considerada la campaña militar más larga de su historia, ya que en ella tomaron parte más trescientos mil militares y 763 perdieron la vida. No obstante, un contingente de cinco mil soldados permanecerá en el territorio con fines pacíficos, y la seguridad será responsabilidad exclusiva del Servicio de Policía de Irlanda del Norte.
Las tropas británicas fueron enviadas a la provincia en 1969 a raíz de la creciente violencia, pero los progresos en el proceso de paz permitieron la desmilitarización del Ulster. En una declaración, el viceministro británico para las Fuerzas Armadas, Bob Ainsworth, dijo que este 1 de agosto marcará el comienzo de una nueva era para el Ejército en Irlanda del Norte.