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Musharraf abandona la idea del estado de excepción y se inclina por convocar elecciones "libres"

Tras los rumores aireados por fuentes oficiosas sobre la imposición de un estado de excepción en Pakistan y recogidos por la prensa nacional, el presidente Pervez Musharraf negó esta posibilidad y garantizó la celebración de elecciones "libres y transparentes". La oposición había amenazado con una revuelta si se tomaba tal medida. El presidente George W. Bush intermedió en la crisis y animó al presidente Musharraf a que celebre elecciones "libres".

Tras los rumores aireados por fuentes oficiosas sobre la imposición de un estado de excepción en Pakistan y recogidos por la prensa nacional, el presidente Pervez Musharraf negó esta posibilidad y garantizó la celebración de elecciones "libres y transparentes". La oposición había amenazado con una revuelta si se tomaba tal medida. El presidente George W. Bush intermedió en la crisis y animó al presidente Musharraf a que celebre elecciones "libres".
L D (EFE) La decisión de Musharraf, que una fuente próxima al Gobierno atribuyó a presiones de Estados Unidos, llegó tras consultas mantenidas con sus principales asesores y supuso un desmentido de versiones oficiosas anteriores de las que se hacía eco toda la prensa del país.
 
En un comunicado, la oficina de prensa de Musharraf dijo que éste era ya "reticente" a declarar el estado de excepción, pero que ha estado "bajo presión" de sus aliados y asesores para adoptar esa medida.
 
Al tiempo, el ministro de Información, Muhammad Ali Durrani, dijo a la televisión estatal que el presidente consideró que no hay justificación para imponer el estado de excepción y está decidido a crear una atmósfera propicia para la celebración de elecciones.
 
"El presidente tiene claro que pasos como el estado de excepción pueden entorpecer el proceso democrático y por tanto deben ser evitados", dijo el ministro, según la agencia oficial APP. Añadió que para afrontar la amenaza del terrorismo que se abate sobre Pakistán debe lograrse un "consenso" atrayendo a los distintos partidos políticos.
 
A la cadena de desmentidos se unió el líder de la gubernamental Liga Musulmana, Chaudhry Shujaat Hussain, quien dijo a la prensa en el Parlamento que han sido "sólo rumores" y que las elecciones se celebrarán en el plazo previsto, aunque aún no han sido convocadas.
 
Musharraf pretende hacerse reelegir presidente por las actuales parlamentos central y provinciales, cuya composición de fuerzas le es favorable, antes de celebrar comicios legislativos a fines de este año o principios de 2008. El estado de excepción le habría dado la posibilidad de prorrogar por un año la legislatura del Parlamento central.
 
"consideraciones serias"
 
Tras las informaciones publicadas sobre la inminencia de un estado de excepción, el viceministro de Información, Tariq Azeem, había admitido esta mañana que Musharraf lo estaba "considerando seriamente" y que tomaría una decisión entre hoy y mañana.
 
Azeem aludió como razones la cadena de atentados de las últimas semanas y las amenazas de acción militar estadounidense en el cinturón tribal paquistaní fronterizo con Afganistán, supuesto escondite de los terroristas talibanes y de Al Qaeda.
 
La toma de una decisión sobre el estado de excepción permitió a Musharraf eludir un siempre incómodo encuentro con su colega afgano, Hamid Karzai, con quien debía inaugurar en Kabul una gran "jirga" o asamblea tribal promovida por EEUU para tratar sobre la difícil situación en la frontera común.
 
Tras anunciar ayer Musharraf que no acudiría a Kabul debido a "sus compromisos en la capital" paquistaní, el portavoz del Departamento norteamericano de Estado, Sean McCormack, dijo que EEUU comprendía las razones que le habían llevado a cancelar su viaje.
 
Posteriormente el presidente paquistaní recibió una llamada de teléfono de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleeza Rice, en la que ambos hablaron tanto de la inasistencia a la "jirga" de Kabul como de las amenazas de ataques estadounidenses, según el ministro de Exteriores, Khursid Kasuri.
 
"Cualquier acción de EEUU dentro de territorio paquistaní es inaceptable", declaró Kasuri, quien rechazó que Pakistán sirva de refugio para terroristas, para precisar que están "huyendo y escondiéndose" y que cualquier acción contra ellos debe emprenderla el Ejército paquistaní.
 
El jefe de la diplomacia paquistaní dijo que Rice y Musharraf hablaron también sobre las informaciones en torno a un inminente estado de excepción, pero rehusó precisar si la secretaria de Estado le desaconsejó esa medida.
 
No obstante, fuentes oficiosas en Islamabad así lo afirmaron, mientras rumores en Kabul mantenían que Rice le presionó también para que acuda a la "jirga", que se clausura el próximo domingo y a cuya inauguración Musharraf envió hoy al primer ministro, Shaukat Aziz.
 
Desde el exilio, dos líderes opositores anunciaron que recurrirían a los tribunales si Musharraf imponía el estado de excepción. La ex primera ministra Benazir Bhutto dijo a la cadena Geo TV que esa no sería la respuesta a las amenazas exteriores ni la solución a la inestabilidad el país, que en su opinión para por la celebración de elecciones justas y libres.
 
El líder de la Liga Musulmana-N Shanbaz Sharif, hermano del también ex primer ministro Nawaz Sharif, opinó que el estado de excepción tendría como único objetivo impedir el regreso a Pakistán de "dos pilares del país, dos ciudadanos del país", en alusión a los opositores exiliados.

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