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El inspector Gascón acusa a sus mandos de mentir para ocultar la denuncia de Lavandera

El inspector Francisco Javier Gascón reconoce en una entrevista con Fernando Múgica en El Mundo que Lavandera le informó en junio 2001 de los planes de Toro y Trashorras. Le contó que los dos cuñados asturianos traficaban con dinamita, que se jactaban de tener contactos con ETA y que buscaban a alguien que supiera fabricar "bombas con móviles". Eso mismo lo repitió ante los mandos de la Comisaría de Gijón. Tras el 11-M, denuncia el agente, esos superiores negaron incluso que conocieran a Lavandera. También, apunta, le presionaron para que ocultara las revelaciones de su informante.

El inspector Francisco Javier Gascón reconoce en una entrevista con Fernando Múgica en El Mundo que Lavandera le informó en junio 2001 de los planes de Toro y Trashorras. Le contó que los dos cuñados asturianos traficaban con dinamita, que se jactaban de tener contactos con ETA y que buscaban a alguien que supiera fabricar "bombas con móviles". Eso mismo lo repitió ante los mandos de la Comisaría de Gijón. Tras el 11-M, denuncia el agente, esos superiores negaron incluso que conocieran a Lavandera. También, apunta, le presionaron para que ocultara las revelaciones de su informante.
(Libertad Digital) La información que firma Fernando Múgica en El Mundo está acompañada de un editorial que plantea nuevos interrogantes. Primero recuerda que en noviembre de 2004 el entonces jefe superior de Policía de Asturias, Juan Carretero, envió la Policía Nacional un informe en el que se negaba que Francisco Javier Lavandera hubiera hecho denuncia alguna en julio de 2001 en la comisaría de Gijón.
 
En ese informe se incluyeron las minutas de los dos policías a los que el propio Lavandera, tras un primer contacto con el inspector Gascón, reveló que Toro y Trashorras buscan a alguien que montara bombas con móviles. Ellos, sin embargo, lo negaban en ese informe. Se trataba del inspector jefe José Ramón García y el otro jefe de la Comisaría, Manuel Ferrero.
 
Apunta el editorial que cuando Lavandera destapó los planes de Toro y Trashorras "no habían tenido lugar los atentados del 11-S en Nueva York ni había amenaza alguna de terrorismo islámico". Y se pregunta "quién podía estar interesado en esa tecnología entonces desconocida de las bombas con móviles". Como bien recuerda el diario, "han transcurrido seis años y la pregunta sigue sin tener respuesta porque nadie lo ha investigado".
 
Lejos de eso, y así lo relata Fernando Múgica en un nuevo episodio de "Los agujeros negros del 11-M", "los mandos de la Policía Nacional de Gijón se esforzaron en borrar todas las huellas sobre la denuncia de Lavandera, al que intentaron presentar como un loco".
 
 

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