L D (EFE) La cooperante germana, que pertenece a la Organización Humanitaria Ora Internacional, de confesión cristiana, leyó serena un papel y dijo: "Estoy bien, esto no es ninguna amenaza contra mí. Quiero que mi país intente inmediatamente liberarme".
En el vídeo retransmitido por el canal Tolo TV, uno de los captores apareció con su cara cubierta por un turbante y luciendo gafas de sol. "Tenemos a Christina, intentaremos mantenerla a salvo. Queremos que el gobierno de Hamid Karzai libere a nuestros prisioneros", leyó también de un comunicado el secuestrador.
El hombre, escondido tras un turbante, ofreció hacer llegar al Gobierno afgano por alguna vía privada el nombre de los presos cuya liberación exigen. "No somos mala gente, tampoco somos talibanes. Somos un grupo especial", manifestó el captor.
Otros secuestros
La cooperante germana fue secuestrada el sábado en el lado oeste de Kabul por un grupo de hombres armados que iban en varios vehículos. El Ministerio afgano de Interior no pudo precisar entonces si el grupo pertenecía a la milicia talibán. Los secuestros de extranjeros en la capital afgana no son muy frecuentes, aunque en el este de Afganistán los talibanes secuestraron hace un mes a un grupo de 23 misioneros surcoreanos.
Dos de ellos fueron ejecutados y dos surcoreanas fueron liberadas, aunque los talibanes han dado por rotas las negociaciones con la delegación de Seúl en la zona para liberar al resto de rehenes.
También en julio se secuestró a dos ingenieros alemanes en la provincia centro-oriental de Maidan-Wardak.