(Libertad Digital - Víctor Gago) El mejor diagnóstico sobre el PP lo acaba de emitir David Delfín. Dice el enfant terrible de la moda española, en una entrevista publicada este miércoles por El Mundo: "Estoy en contra del PP, porque siempre lo jode todo".
Se lo ha quitado de la punta de la lengua a miles de votantes: "Estoy a favor del PP, aunque siempre lo jode todo".
Las intrigas de Gallardón las mueven más manos negras que a un cayuco. Si no estás en el ajo, no eres nadie. Rajoy Brey ha estado en Sanxenxo. ¿Quién, dices?
Han metido en la pomada, nada menos que a Isidoro Álvarez, Alfonso Cortina, Fernando Fernández Tapias, Carlos Goyanes y Cari Lapique. Sí, como te lo cuento: hasta los padres de Carla tramaban lo de Gallardón.
Así se escribe la Historia de España, filántropos y buenorras, grandes ideas y grandes prótesis de silicona, sentados a la misma cena. Por eso Galdós siempre ponía de testigos a personajes como Gabriel Araceli, mitad héroes mitad chusma, únicos capaces de entender el alma bifronte de sus pares.
Lo que circula ahora es que a Gallardón le aclama candidato un sanedrín de grandes empresarios, más dos infiltrados del cuore. Él no quería. De hecho, él no quiere; a menos que, con su presencia en la lista electoral, ayude a Rajoy a ganar.
Al presidente del PP le quieren ayudar mucho, últimamente. No paran de echarle una mano, aunque sea al cuello.
Unos le dicen que debe alinear a Rato. Otros le hacen la lista con Gallardón más Rita Barberá y Francisco Camps de relleno. El PP se parece cada vez más a la Selección Española, de la que todos somos entrenadores en potencia, para acabar cayendo siempre en Cuartos. Te lo dije: tendría que haber convocado a Raúl. Pues yo creo que debería haber llevado a Verónica Echegui, la protagonista de Yo soy la Juani. El PP siempre lo jode todo.
Y en este plan, sin mano al timón, es fácil que medren las manos negras, los cenáculos y las intrigas chuscas de magnates y diosas.
Cuando tanta gente quiere ayudarte, es que realmente te ven chungo, y ese es el problema del PP: que su presidente haya dejado, a base de omisiones, esquinazos, escapadas e intermitencias varias, que esta visión prospere.
Lo último ha sido meter a Aznar en el ramillete de manos negras. Lo sitúan junto a su esposa y concejal de Madrid en otra cena con Gallardón, también en Ibiza, celebrada dos días antes de la velada junto a los padres de la ex de Francisco Rivera Ordóñez. En la mesa, repiten Fernández Tapias y Cortina. Se ve que el alcalde es amigo de sus amigos; dos cenas en tres días con los mismos y con idéntico tema de conversación. Ni que fueran una comuna hippy, como la que forman los matrimonios de Rubalcaba y Lisavetsky, veraneantes fijos, desde hace ene años, en las verdes praderas de Asturias.
Meter a Aznar en el tinglado sólo puede tener un sentido: blindar la ambición del alcalde de suceder a Rajoy, que es de lo que se trata. A ver si dejan de disimularlo, que la gente no es estúpida del todo.
Porque, si de verdad es otra cosa, si de verdad es lo que dicen Gallardón y ABC, el noble y humilde deseo de echar una mano con un puesto en las listas, cualquiera, el que sea, Rajoy lo tiene muy fácil para salir del jardín de dudas en el que se ha metido. Que lo lleve de relleno en una de las listas del País Vasco, allí donde el PP lo tiene más difícil para confeccionarlas y sacar votos.
Si el alcalde tiene tanto tirón electoral, si está entre "los mejores" y más moderados como asegura su vice Cobo, la peña desertará en masa de las filas del PSE y del PNV y se abalanzará sobre la que lleve inscrita, aunque sea junto al pie de imprenta, la penetrante fragancia de su nombre.