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Bush cree posible reducir las tropas en Irak si el “éxito” continúa

En la tercera visita que realiza a Irak desde que EEUU lideró la intervención aliada para derrocar al sanguinario régimen de Sadam Husein, George Bush reafirmó el compromiso de la administración estadounidense con el pueblo iraquí y trasladó un mensaje de optimismo, convencido de que “el éxito es posible”. Desde la provincia de Al Anbar, donde se ha terminado casi por completo con la actividad terrorista, Bush apuntó la posibilidad de reducir las tropas desplegadas en Irak si los resultados logrados en esta provincia se extienden por todo el país.

En la tercera visita que realiza a Irak desde que EEUU lideró la intervención aliada para derrocar al sanguinario régimen de Sadam Husein, George Bush reafirmó el compromiso de la administración estadounidense con el pueblo iraquí y trasladó un mensaje de optimismo, convencido de que “el éxito es posible”. Desde la provincia de Al Anbar, donde se ha terminado casi por completo con la actividad terrorista, Bush apuntó la posibilidad de reducir las tropas desplegadas en Irak si los resultados logrados en esta provincia se extienden por todo el país.
L D (Agencias) El presidente de EEUU ha elegido la provincia de Al Anbar, al oeste de Irak, para su tercera visita al país desde el inicio de la intervención aliada. La elección  de Al Anbar ya que la Casa Blanca considera que la pacificación de la zona demuestra que la estrategia en el país funciona.
 
Bush, tras reunirse con los máximos mandos militares en la zona, señaló que sería posible reducir el número de tropas estadounidenses en el país si el "éxito" continúa. "El general (David) Petraeus y el embajador (Ryan) Crocker me dicen que si la clase de éxito que vemos ahora continúa, será posible mantener el mismo nivel de seguridad con menos tropas estadounidenses", dijo el presidente en declaraciones difundidas por la Casa Blanca en Honolulú (Hawai), donde se encuentra la prensa que acompañará a Bush a la cumbre de la APEC en Australia.

El mandatario no precisó en qué número se podrían reducir las tropas destacadas en Irak ni cuándo. Bush partió la noche del domingo en un viaje inesperado hacia la provincia de Al Anbar, al oeste de Irak, que “es hoy un lugar muy diferente", a lo que añadió que la zona está regresando a la normalidad gracias a que los líderes de la provincia están haciendo frente a los extremistas.

Bush indicó además que "Estados Unidos no va a abandonar al pueblo iraquí" y destacó que "el éxito es posible". Pidió a los legisladores de ambos partidos en el Congreso que escuchen la evaluación de los militares sobre el terreno y que no se apresuren a extraer conclusiones antes de oír lo que tienen que decir los comandantes en Irak.

El viaje de Bush a Irak, tercero tras los realizados en noviembre de 2003 y junio de 2006, ha sido además muy parco en declaraciones, y solo permitió que unos pocos periodistas de confianza le acompañaran durante su visita al cuartel de la base de Al Asad. Tampoco el primer ministro iraquí ha hecho declaraciones, y se ignora si el anuncio de la posible reducción de tropas ha sido pactado con él durante la visita. El presidente Bush estuvo acompañado por la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, el secretario de Defensa, Robert Gates, y su consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley.

El viaje llega la semana antes de la presentación de dos informes cruciales de los responsables militar y civil de EEUU en Irak, el general Petraeus y el embajador Crocker, sobre la situación de la seguridad.

Bush ya ha adelantado que el informe que ambos presentarán al Congreso mostrará "lo que va bien, lo que se puede mejorar y los ajustes que deben hacerse en los próximos meses", y pidió a los congresistas que se reserven sus opiniones hasta escucharles.
 
El pasado viernes, el presidente se reunió en el Pentágono con los más altos mandos militares para solicitar su opinión de forma individual y "sin tapujos", sobre la situación en Irak. En el encuentro, celebrado en la sala de conferencias denominada "The Tank" (El Tanque), participaron los jefes del Estado Mayor de cada una de las ramas de las fuerzas armadas (Ejército, Marina, Fuerza Aérea e Infantería de Marina); el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Peter Pace; y el secretario de Defensa, Robert Gates.

Bush acudió a la cita acompañado por el vicepresidente, Dick Cheney, con la intención de que cada uno hiciera su propio balance de la situación y le planteara recomendaciones "desde sus respectivas perspectivas", según el general Richard Sherlock, responsable de operaciones del Estado Mayor Conjunto.

En la semana que comienza el lunes 10, un día después de su llegada a Washington, testificará ante el Congreso el general Petraeus. El martes se celebrará el sexto aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001. El miércoles comparecerá en el Capitolio el embajador Crocker y el 15 se presenta el citado informe.

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