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La Policía de Turquía evita una masacre terrorista en la capital

Un minibus preparado para funcionar como una bomba fue hallado por las fuerzas de seguridad turcas en la capital gracias a los controles policiales establecidos con motivo del sexto aniversario del 11-S. Según fuentes oficiales, en el interior del minibús había trescientos kilos de explosivos. Las autoridades de Turquía, a su vez, confirmaron que expertos artificieros desactivaron el vehículo-bomba que se encontraba en un aparcamiento del distrito de Kurtulus, en Ankara.

Un minibus preparado para funcionar como una bomba fue hallado por las fuerzas de seguridad turcas en la capital gracias a los controles policiales establecidos con motivo del sexto aniversario del 11-S. Según fuentes oficiales, en el interior del minibús había trescientos kilos de explosivos. Las autoridades de Turquía, a su vez, confirmaron que expertos artificieros desactivaron el vehículo-bomba que se encontraba en un aparcamiento del distrito de Kurtulus, en Ankara.
LD (EFE) El gobernador de Ankara, Kemal Unal, ha declarado a varios medios de comunicación que "la Policía nos ha salvado de una catástrofe" después de que varios agentes descubrieran un minibús-bomba cargado con trescientos kilos de explosivos.
 
Unal explicó que el vehículo, con matrícula falsa, fue encontrado en un aparcamiento ubicado en el distrito de Kurtulus, en Ankara. L a carga estaba compuesta por nitrato de sodio. Fuentes oficiales fue encontrada con la ayuda de un perro especializado en la detección de drogas y que fue evacuada toda la zona.
 
El gobernador Unal explicó que las fuerzas de seguridad llevan a cabo controles para prevenir posibles acciones terroristas con motivo del aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y también del aniversario, este miércoles, de los veintisiete años del golpe militar de 1980.
 
En Alemania, mientras tanto, un comunicante anónimo ha amenazado con atacar la base militar estadounidense de Spangdahlem  ubicada en la región alemana de Renania-Palatinado. Según comunicó un portavoz de la Policía Tréveris, la llamada anónima provocó el despliegue de un gran dispositivo de seguridad en el interior y exterior de la base, a la que acudió también un gran número de policías germanos para controlar el perímetro del recinto.
 
Al parecer el comunicante anónimo aseguró que se disponía a realizar un ataque contra la base aérea de Spangdahlem con la ayuda de por lo menos cuatro cómplices e hizo mención al uso de artefactos explosivos. El comunicante hablaba en alemán aunque con acento extranjero, quizás ruso o turco.

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