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Toda la comunidad educativa, salvo la asociación afín al PSOE, rechaza los cambios en el Bachillerato

Sólo los padres agrupados en CEAPA, afín al PSOE, defendieron este miércoles dentro de la comunidad educativa la propuesta del ministerio de Educación de que los alumnos de primero de Bachillerato que suspendan cuatro materias o menos puedan matricularse de las pendientes y ampliar con materias de segundo. El resto de la asociaciones y sindicatos criticaron duramente los cambios.

Sólo los padres agrupados en CEAPA, afín al PSOE, defendieron este miércoles dentro de la comunidad educativa la propuesta del ministerio de Educación de que los alumnos de primero de Bachillerato que suspendan cuatro materias o menos puedan matricularse de las pendientes y ampliar con materias de segundo. El resto de la asociaciones y sindicatos criticaron duramente los cambios.
L D (Agencias) El mismo día en el que los alumnos de primaria empezaron el curso en Cantabria, Cataluña, Galicia y Madrid, distintas organizaciones educativas opinaron sobre la decisión de cambiar la promoción de curso en Bachillerato anunciada ayer por la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y que aún debe materializarse en un real decreto.

La Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), afín al PSOE, repitió uno a uno los argumentos de la ministra de Educación de que se trata una medida positiva porque contribuye a hacer más "interesante" el bachillerato y, por tanto a "disminuir el abandono escolar".

La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) ha llegado a pedir la dimisión de la ministra de Educación y ha tachado de "disparate" la medida. Esa confederación afirmó en un comunicado que la medida provocará "un caos organizativo descomunal" porque convivirán "alumnos repetidores o indolentes con aquellos que se toman el estudio con seriedad".

La Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA) aseguró en una nota que la decisión vulnera "el derecho a una educación de calidad" porque resta "importancia a la autoexigencia personal y no fomenta el esfuerzo del alumno" y propusieron mejorar el nivel académico de los ciclos anteriores para que los alumnos lleguen preparados al Bachillerato.

Los sindicatos USO y ANPE coincidieron en que el objetivo de la nueva medida es "blanquear las estadísticas sobre el fracaso escolar" para conseguir que España cumpla con los objetivos de Lisboa de cara a 2010.

Para USO el fracaso escolar "no se elimina por la vía de la desaparición de todo tipo de exigencias" mientras que ANPE reclamó, en lugar de esta medida, que se aumente el gasto público destinado a educación, reducción de las ratios, extensión de los apoyos y refuerzos y vuelta a postulados de exigencia que valoren el esfuerzo de los alumnos como factor clave del aprendizaje.

Para la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), según explicó en declaraciones a Efe su presidenta, Isabel Bazo, se trata "sólo de una medida política" encaminada a "no contabilizar el fracaso escolar". Bazo dijo que organizativamente sería un "desastre", pero podría entenderse si provocara un efecto "positivo".

Además, el consejero de Educación del Gobierno de Navarra, Carlos Pérez Nievas, adelantó hoy que en la Comunidad Foral no se aplicarán los nuevos criterios para Bachillerato porque en su opinión son "una operación de maquillaje para disimular las cifras de fracaso escolar que hay en España".

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