Zapatero presume de bajar la presión fiscal, cuando subió dos puntos desde 2004

(Libertad Digital) "Yo no quiero que los españoles tengan en sus bolsillos menos dinero", ha afirmado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la Cumbre Hispano-Brasileña, ante su homólogo Luiz Inacio Lula da Silva. "Prometí que no subiría la presión fiscal y lo voy a cumplir", por eso se han tomado "medidas para aliviar la carga impositiva que consisten en desgravaciones o deducciones del IRPF. Y eso es hacer algo que curiosamente el líder de la oposición pedía en el Congreso de los Diputados recientemente, pero con un objetivo concreto, social. Apoyando la natalidad y rebajando el IRPF. Y eso es hacer las cosas bien", ha afirmado el presidente Zapatero.

 

Sin embargo, sus declaraciones contrastan con los datos publicados recientemente, el pasado mes de junio, por el Ministerio de Economía y Hacienda, en el último avance de la actuación presupuestaria de las Administraciones Públicas. Según este informe, la presión fiscal aumentó en lo que va de Legislatura en casi dos puntos, al pasar los recursos fiscales del 34,53 por ciento del PIB en 2004 al 36,52 por ciento en 2006.

 

Sólo durante el año pasado, la presión fiscal subió casi un punto. Según el informe, este avance se debió al aumento en un 10,6 por ciento de los recursos fiscales, cifra casi tres puntos superior al crecimiento del PIB en términos nominales (7,8 por ciento). Entre los distintos componentes de la presión fiscal, destaca el aumento en casi ocho décimas de los impuestos sobre la renta y el patrimonio, así como de los impuestos sobre la producción y las importaciones, que registraron un avance de casi dos décimas en 2006. Por su parte, las cotizaciones sociales efectivas se mantuvieron el año pasado al mismo nivel que en 2005 y los impuestos sobre el capital, cuyo peso es menos significativo dentro de la presión fiscal, experimentaron un levísimo repunte.

 

Preguntado por la encuesta publicada el pasado viernes por Expansión, en la que se afirmaba que los españoles creen más a Solbes -en cuanto a la situación económica- que a él mismo- el presidente se ha definido como el "más satisfecho" por el resultado y ha señalado que le alegra "enormemente" porque, dice, fue él quien decidió que Solbes fuera ministro de Economía. "Cuenta con todo mi aprecio" ha dicho el presidente.

Sin embargo, ha matizado que este sondeo se produce "coyunturalmente " y que "hace poco podría haberse dicho otra cosa", si bien se congratuló porque los elogios a los miembros de su Gobierno ponen de manifiesto que ha acertado de manera "evidente" al elegir a Solbes como vicepresidente segundo y ministro.