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LD (Víctor Gago) Había un grupo ye-yé llamado Los Cirros que cantaba Soy un altruista, en tiempos del Catecismo del Padre Ripalda. ¿Qué es el infierno? El infierno es oír cantar a Mariano El Altruista, recitaban los niños, y el efecto era instantáneo en su mente caliza. Se hacían una idea muy precisa de un sufrimiento sobrehumano y perdían el apetito onanista. Mano de santo. Si William Blake hubiera vivido lo suficiente como para oír cantar a Mariano El Altruista, el Infierno de Dante tendría hoy un círculo de fiscales rockeros y rojos chapoteando en un caldo infecto y grumoso de baladas y chekas.
 
El altruismo de Mariano El Altruista le lleva a ofrecer la eutanasia como solución final a una longevidad demasiado longa. En este asunto, habla por boca de ganso de su jefe, El Gran Altruista, siempre dispuesto a expedir cheques-baby con una mano y matarratas en los asilos, con la otra.
 
La gente vive más tiempo y cuesta más dinero a los altruistas de la inyección letal, tipo Bermejo o tipo Mengele, así que, ¿por qué no empezar con un programa de retirada voluntaria de piezas obsoletas, y después ya veremos si es suficiente, o bien hay que hay que tomar medidas algo más drásticas con los excedentes?
 
Que desfilen por su propia cuenta, que corra el aire para las nuevas generaciones de la ciudadanía educada por Victorino Mayoral, José Antonio Marina, Gregorio Peces-Barba y la FERE. Sus manuales serán una oportuna iniciación en la cultura del suicidio y en saber dar el salto a tiempo, como haría todo buen ciudadano. 
 
El razonamiento benefactor es que vivimos más tiempo gracias al progreso científico y la universalización de la Sanidad y que, por ello, tenemos derecho a poner "la raya final", ha venido a decir el ministro filántropo en la radio pública, siempre a la vanguardia de todos los proyectos totalitarios, por viejos que sean.
 
Deslumbrante metáfora, cegadora, esa "raya final" que no anuncia una campaña contra la droga sino a favor del Estado-Camello de la muerte. Para cualquier tirano que se precie, la vida humana siempre es un croquis minuciosamente delineado entre una raya inicial y una raya final. Toda una confesión, un programa electoral más completo que cien conferencias políticas sectoriales organizadas por José Blanco.
 
Y Mariano Rajoy, en La Razón, aliviándose por lo "difícil" que se ha vuelto "precisar qué es ser de derechas, qué es ser de centro y qué es ser izquierdas". Tiene razón, Don Mariano: hoy todos son altruistas.

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