L D (EFE) Los promotores de ambas iniciativas únicamente contaron con el respaldo de una treintena de votos de sus propios diputados, del PNV, IU-ICV y del grupo mixto, frente a 270 diputados de los dos grupos mayoritarios. En una proposición de ley, ERC pedía que los deportistas federados pudieran negarse por cualquier motivo, incluso ideológico, a jugar con la selección española en competiciones internacionales, mientras que CiU planteaba reformar la Ley del Deporte para que las federaciones autonómicas pudieran integrarse en las internacionales.
Joan Puig, de ERC, defendió su propuesta con un amplio alegato a favor de la libertad, acusó al Gobierno de practicar el "juego sucio" y usar "malas artes" para abortar cualquier intento de reconocimiento internacional a las selecciones catalanas y confesó a la Cámara que él no disfruta cuando vence la selección española. Esto le ocurre en Cataluña a muchas personas, según Puig, para quien los socialistas están convirtiendo el deporte "en una cuestión política" y lo utilizan para "nacionalizar España" sin respetar a la "mayoría" de los catalanes que según él quieren ver a su selección autonómica compitiendo fuera de España.
Por parte de CiU fue Josep Maldonado el encargado de hacer valer su reforma para reconocer "un derecho que tienen los catalanes", dijo, y que obedece a la "voluntad unánime del pueblo catalán". Tras preguntarse por qué se obliga "bajo amenaza" a acudir a la selección a los deportistas convocados", recordó que incluso respecto a la "mili" existía la objeción de conciencia. Maldonado aseguró que el rechazo a los partidos internacionales de catalanes "sólo consigue que cada vez haya más heridas abiertas" y "a todos nosotros nos radicaliza un poco más", alertó.
Ambos recibieron el apoyo de Francisco Rodríguez, del BNG, para quien reconocer estas selecciones "no hace más que ampliar el ámbito de libertad y participación", y de José Antonio Labordeta, de la CHA, sorprendido por un debate que lleva a situaciones "esperpénticas y ridículas". Carme García, de IU-ICV, recordó que no se ha respetado la moción del Congreso de 2004 sobre selecciones autonómicas que "daba una solución" y afirmó que se trata de superar "situaciones del pasado". Aitor Esteban, del PNV, hizo notar la "paradoja" de que los dos grandes partidos de nuevo voten conjuntamente; "mucha progresia, mucha libertad pero al final volvemos a los esquemas de antaño", proclamaba.
El socialista Agustín Jiménez se ha escudado en argumentos de tipo jurídico para justificar el voto negativo de su grupo, subrayandp que el Gobierno actúa en esta materia de acuerdo con la legalidad e invocando preceptos incorporados a la jurisprudencia por el Tribunal Constitucional. En este sentido, remarca que el bloque de constitucionalidad es el que determina la competencia exclusiva del Estado en materia de selecciones deportivas internacionales.