L D (EFE) Un amigo del ex líder laborista ha señalado a The Sunday Telegraph que lo que intranquiliza a Blair es el efecto que pueda tener el libro, que saldrá a la luz en octubre próximo, sobre su relación con el actual primer ministro, Gordon Brown, que es mejor ahora de lo que ha sido durante años. "Tony está preocupadísimo por el libro. Se lleva muy bien con Gordon en este momento y la última cosa que quiere es que unas revelaciones perjudiciales echen a perder las cosas de nuevo. Sin embargo, no puede impedir que Cherie lo escriba", indicó.
La prensa británica siempre ha mantenido que las relaciones entre los dos políticos fueron deteriorándose durante el mandato de Blair, sobre todo por la resistencia del ex líder laborista a pasar el testigo a Brown, lo que finalmente se produjo en junio pasado, y las ambiciones del actual primer ministro. Cherie Blair, abogada de profesión, nunca ha ocultado su antipatía por Brown y en el congreso laborista del año pasado se la escuchó decir "Eso es mentira" cuando el actual líder del partido decía que había sido un privilegio trabajar con su marido.
La autobiografía, que publicará la editorial "Little, Brown", pretende ser un libro "cálido", "íntimo" y "divertido", el retrato de una familia "viviendo en circunstancias extraordinarias". Por sus memorias, en las que Cherie Blair repasará su vida desde su infancia en Liverpool, noroeste de Inglaterra, hasta su llegada al número 10 de Downing Street, la esposa del ex primer ministro podría llegar a cobrar seis millones de libras (unos 8,8 millones de euros/unos 12,3 millones de dólares).
Cherie Blair es también coautora, junto con la escritora Cate Haste, del libro The Golfish Bowl, un relato sobre cómo las esposas de los ex primeros ministros afrontaron la vida en el número 10 de Downing Street.
Cameron reta a Brown a dejarse de evasivas y convocar las elecciones
Por otro parte, este domingo los conservadores británicos comenzaron su congreso anual en Blackpool (noroeste inglés) con promesas de recortes de impuestos para contrarrestar su caída en los sondeos y una petición al primer ministro, Gordon Brown: que se deje de evasivas y convoque las elecciones. "Estamos preparados para ello. El país necesita un cambio real", declaró el líder conservador, David Cameron, a la BBC en Blackpool, donde se ha desayunado con una nueva encuesta que revela una ventaja de siete puntos a favor de los laboristas y que los británicos no confían en el joven líder "tory" en caso de crisis.
Cameron, de 41 años, reconoció que, a la luz de esas encuestas, su partido se enfrenta a "un desafío gigantesco", pero insistió en que está más preocupado por ofrecer a los votantes una "alternativa real". "Esta semana vamos a presentar una alternativa muy convincente, no sólo diciendo lo que queremos lograr, sino cómo queremos lograrlo", explicó Cameron, que se enfrenta no sólo a los peores niveles de respaldo popular desde que asumió el timón hace casi dos años, sino a una creciente contestación en sus propias filas.
Para tratar de contrarrestar su caída en las encuestas, los "tories" darán a conocer durante su congreso nuevas propuestas de recortes de impuestos, entre ellas la eliminación de una tasa que grava a los que compran una casa siempre que sea su primera vivienda y cueste menos de 250.000 libras (unos 357.000 euros). Esa medida, que supondrá un ahorro de 2.000 libras (unos 2.860 euros) para unas 285.000 personas, también satisfará al ala más tradicional del partido, no muy contenta con el rumbo que Cameron estaba siguiendo, con propuestas de corte social para tratar de conquistar el centro político.
El congreso de Blackpool, precisamente la ciudad donde un inspirado discurso en la reunión anual conservadora de hace dos años catapultó a Cameron al liderazgo, coincide con una creciente especulación sobre la celebración este otoño de elecciones anticipadas. Aunque Brown, que sustituyó a Tony Blair en junio pasado, tiene de plazo hasta 2010 para convocar los comicios, podría querer capitalizar la ventaja que le dan las encuestas.
El último sondeo de intención de voto, elaborado por la firma Ipsos MORI para el dominical The Observer, puede incrementar la presión sobre el líder laborista para que convoque elecciones al revelar que el 70 por ciento de los británicos es partidario de comicios anticipados en el plazo de un año. El 39 por ciento cree que la fecha idónea es este otoño frente a un 31 por ciento que prefiere la próxima primavera, mientras que sólo un 18 por ciento quiere que Brown espere hasta 2009 ó 2010 para convocarlas. El sondeo revela que, de celebrarse ahora los comicios, el 41 por ciento de los ciudadanos votaría a los laboristas frente a un 34 por ciento que respaldaría a los "tories".
Más significativo aún resulta que el 60 por ciento de los entrevistados cree que Brown es el líder más capaz para gestionar una crisis, frente a un escaso 13 por ciento que se decanta por Cameron, el cuarto líder que tiene el Partido Conservador en sólo diez años. En cuanto a qué partido creen que ganará las elecciones, el 70 por ciento de los encuestados opina que serán los laboristas y sólo un 12 por ciento apuesta por los "tories". Si se pregunta a los votantes conservadores, sólo el 29 por ciento se muestra confiado en que su partido será el vencedor.
La fecha más probable que baraja la prensa para la celebración de elecciones anticipadas es el próximo uno de noviembre, para cuándo el "premier" habría tenido tiempo de pulsar la reacción del país al discurso de Cameron en el congreso conservador y haber anunciado en el Parlamento una reducción de las tropas en Irak. Pero Brown también baraja, según los analistas, las fechas del 25 de octubre y 8 de noviembre, toda vez que las elecciones en el Reino Unido se celebran en jueves. "Debería dejarse de evasivas", opinó Cameron en una entrevista en The Sunday Times, mientras un asesor del Gobierno consideró que Brown tendría que adoptar una decisión rápida en uno u otro sentido para no parecer un indeciso.