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El embajador en Cuba alardea de las buenas relaciones con la dictadura tras excluir a los disidentes de la Fiesta Nacional

El embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, ha excluido un año más a los demócratas cubanos de la celebración del Día de la Hispanidad en la embajada española. A la fiesta acudieron más de mil invitados, entre ellos altos cargos de la dictadura como el ministro de Exteriores, Pérez Roque, o el vicepresidente José Ramón Fernández. Zaldívar presumía este sábado de que "estamos en el momento mejor de las relaciones entre España y Cuba desde el año 1996".

El embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, ha excluido un año más a los demócratas cubanos de la celebración del Día de la Hispanidad en la embajada española. A la fiesta acudieron más de mil invitados, entre ellos altos cargos de la dictadura como el ministro de Exteriores, Pérez Roque, o el vicepresidente José Ramón Fernández. Zaldívar presumía este sábado de que "estamos en el momento mejor de las relaciones entre España y Cuba desde el año 1996".
L D (Agencias) La cercanía del Gobierno español con la siniestra dictadura cubana se estrecha cada día más. Con la llegada de Zapatero al poder, España dejó de invitar a los disidentes a la recepción en la Embajada en La Habana, que se ofrece todos los años con motivo de la Fiesta Nacional. Un gesto que simboliza la exclusión y marginación de los disidentes de las relaciones bilaterales con Cuba.
 
El embajador, Carlos Alonso Zaldívar, lo ha dicho bien claro este sábado: "Hoy estamos en el momento mejor de las relaciones entre España y Cuba desde el año 1996". Zaldívar fue el anfitrión de la recepción organizada con motivo de la fiesta nacional española del 12 de octubre, que contó con más de mil invitados y con la asistencia de altos cargos de la dictadura cubana, como el canciller, Felipe Pérez Roque, el vicepresidente José Ramón Fernández, y la ministra de Inversión Extranjera, Marta Lomas.

Zaldívar, ante las críticas de quienes luchan por la libertad en cuba, tanto dentor como fuera de la isla, se limitó a decir, con el mayor de los cinismos que "España mantiene diálogo con todo tipo de personas de la sociedad, incluida la oposición". Es más, mintió con descaro al decir que "hoy hay bastantes presos políticos menos que cuando yo llegué aquí hace tres años".

El embajador tan complacido de sus relaciones con los matarifes del régimen criminal dice que, en los últimos años, el Gobierno español ha abierto caminos para propiciar un diálogo sobre "derechos humanos", impulsar la cooperación y los temas económicos y contribuir a que "también circulen mejor las relaciones entre la Unión Europea y Cuba". En este sentido, Zaldívar defendió la eliminación definitiva de las sanciones políticas de la UE a Cuba, que se mantienen en suspenso.
 
Este idilio con la dictadura se hizo patente también en las palabras del ministro de Asuntos Exteriores de la Dictadura para quien las relaciones bilaterales atraviesan por "un momento positivo" y "el deber de ambos gobiernos es trabajar a favor de las relaciones de dos pueblos que tienen una historia tan común como España y Cuba".


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