(Libertad Digital) En una rueda de prensa en la sede popular de la calle Génova, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, censuró que la negociación política que ha mantenido el Ejecutivo Zapatero con los terroristas de ETA haya servido como argumento principal del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para justificar la convocatoria de su referéndum ilegal, lo que, según dijo, "es inaceptable España no es negociable, espero que Zapatero así lo entienda y actúe en consecuencia"
"El señor Ibarretxe ha dicho que el PNV y el PSOE han negociado políticamente con ETA y Batasuna y que, por tanto, él también tiene derecho. Ni ETA ni Batasuna tenían derecho y esa negociación política nunca debió producirse. España es de los españoles y será lo que digan todos los españoles. La soberanía nacional no puede romperse", señaló, y añadió que la "soberanía nacional no se puede romper, hay que defender la Constitución y lo que Ibarretxe quiere es que los españoles no decidan sobre una parte importante de España como es el País Vasco".
El dirigente popular afirmó que la etapa de Zapatero al frente del Ejecutivo se está destacando por la radicalización de los partidos nacionalistas e independentistas. "Nunca los nacionalistas han pedido tanto y nunca ha habido un precedente como el utilizado por Ibarretxe: eso ya lo negoció con ETA". Como muestra de ello, recordó no sólo el referéndum ilegal que ha anunciado el lehendakari para el 25 de octubre de 2008, sino también el propuesta por el máximo dirigente de ERC, Josep Lluis Carod Rovira, para que se celebre en Cataluña en 2014.
Según Rajoy, Zapatero tiene "credibilidad dudosa". "Cuando Zapatero rectifique y mantenga una posición contundente en defensa de la soberanía nacional yo le apoyaré", subrayó.
Tras desvelar que no ha hablado con el presidente del Gobierno desde que se inició en septiembre el nuevo curso político, Rajoy dijo que la situación creada por los órdagos nacionalista se puede superar "si las cosas se hacen con seriedad y se dice con claridad que España es una nación y que España no puede ser otra cosa que lo que digan los españoles". "Ha habido problemas mayores", enfatizó. Eso sí, también quiso advertir de que si "damos alas a los que no se deben dar alas" o "se duda de que es España", entonces, "sí podría haber problemas". Por último, dijo que "hay instrumentos suficientes para evitar que ese referéndum se celebre" y lamentó que los socialistas derogaran cuando llegaron al poder la ley que permitía sancionar al dirigente político que convocase un referéndum ilegal.
Zaplana califica de "timorata" la respuesta del presidente
También el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, criticó al presidente del Gobierno. En una rueda de prensa en la Cámara Baja, el dirigente 'popular' lamentó que el presidente del Gobierno no haya sido "más contundente" con Ibarretxe y señaló que para tener credibilidad debería haber detallado "qué medios va a utilizar y qué decisiones va a tomar para que esa consulta no se produzca jamás". "Para recordarle el ordenamiento jurídico, le podría haber mandado una Constitución", ironizó Zaplana, quien remarcó que el presidente del Gobierno había sido "mucho más claro" durante sus declaraciones previas al encuentro con el lehendakari que en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión.
En este contexto, Zaplana aprovechó para denunciar que la Junta de Portavoces del Congreso haya rechazado la petición de su grupo para que Zapatero acudiera esta misma semana al Congreso a exponer cómo va a hacer frente a la propuesta del lehendakari. Al no haber obtenido la unanimidad necesaria para incluir este punto en el orden del día de esta semana, anunció que el PP reiterará su solicitud de comparecencia de Zapatero la próxima semana.
Zaplana destacó que, pese a ser un "hombre que cuenta las cosas con bastante claridad", esta vez Ibarretxe ha evitado aclarar ante los periodistas qué le ha dicho exactamente Zapatero, y sugirió que quizá ha eludido dar detalles porque el presidente "no le ha dado un no muy rotundo". Ahondando en esta tesis, comentó que el hecho de que tras la entrevista Ibarretxe haya hablado del inicio de un "proceso" y de "mano tendida", no puede interpretarse como una respuesta a una hipotética negativa de Zapatero.
Por todo ello, concluyó que la reunión de no ha sido más que "una escenificación política para ganar tiempo" hasta las próximas elecciones generales. Y es que, a su juicio, Zapatero no tiene "legitimidad ni capacidad" para afrontar el "desafío" que plantea Ibarretxe porque él mismo reconoció "el derecho a decidir de los vascos" cuando anunció el inicio de los contactos con ETA. "Después de todos sus compromisos y sus negociaciones con ETA y el PNV, no está en condiciones de hacer frente a este desafío. Hay cosas que no puede decir para que no le recuerden otras", enfatizó Zaplana, quien advirtió a Zapatero de que después de haber convertido esta legislatura en "una fábrica de crear independentistas" ya "es tarde para dar marcha atrás".
Asimismo, hizo hincapié en que para tener credibilidad el presidente del Gobierno "tendría que haber ido más lejos" anunciando por ejemplo medidas políticas o jurídicas. "Hoy, o no ha querido o no ha querido ser más contundente", agregó. También desacreditó la idea de Zapatero de que Ibarretxe transforme su plan de una nueva propuesta de reforma del Estatuto de Guernica que considera una "huída hacia ningún sitio" y una nueva prueba de que lo quiere el presidente es "ganar tiempo" hasta las elecciones de marzo.