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Zapatero elige el día que se publica la sentencia del 11-M para dar explicaciones sobre el AVE y el debate de la Ley de Memoria

Los socialistas han encontrado en el 31 de octubre el día ideal para llevar al Congreso de los Diputados dos de los temas más incómodos para el Gobierno. Por la mañana, mientras la Audiencia Nacional dé a conocer la sentencia del 11-M, el Pleno de la cámara baja debatirá y votará la polémica Ley de Memoria Histórica. Y esa misma tarde, Zapatero comparecerá para dar explicaciones sobre el caos de transportes en Barcelona por la obras de AVE. Todo esto la víspera del puente del 1 de noviembre. Para Zaplana está claro que el PSOE quiere que estas cuestiones pasen desapercibidas.

Los socialistas han encontrado en el 31 de octubre el día ideal para llevar al Congreso de los Diputados dos de los temas más incómodos para el Gobierno. Por la mañana, mientras la Audiencia Nacional dé a conocer la sentencia del 11-M, el Pleno de la cámara baja debatirá y votará la polémica Ley de Memoria Histórica. Y esa misma tarde, Zapatero comparecerá para dar explicaciones sobre el caos de transportes en Barcelona por la obras de AVE. Todo esto la víspera del puente del 1 de noviembre. Para Zaplana está claro que el PSOE quiere que estas cuestiones pasen desapercibidas.
L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hablará en el Pleno del Congreso de los problemas ferroviarios de Cataluña el día 31 de octubre a las cuatro de la tarde, horas después de que la Cámara Baja vote la denominada Ley de Memoria Histórica y de que la Audiencia Nacional dé a conocer su sentencia sobre los atentados del 11 de marzo de 2004.
 
Para el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, la confluencia de esas circunstancias, unido a que el 1 de noviembre es festivo e inicio de puente, es una maniobra del PSOE para "encajonar" el debate sobre la Ley de Memoria y que así pase "desapercibido". La Junta de Portavoces del Congreso ordenó esta tarde la sesión plenaria de la próxima semana que, además de recoger asuntos importantes, presentaba el inconveniente de que el jueves 1 de noviembre es festivo, por lo que había que cuadrar en dos días el programa que habitualmente se despliega en tres jornadas.  
 
Conforme a lo acordado, el martes 30 de octubre será el día de la aprobación de la reforma del Estatuto de Castilla y León, que se remitirá al Senado para completar la tramitación antes de fin de año, y también se discutirán proposiciones no de ley, mociones y proyectos legislativos enmendados por la Cámara Alta. Esa primera jornada ya se prolongará hasta bien entrada la noche. Al día siguiente, la sesión plenaria se reanudará por la mañana, tratando de recuperar la jornada que se pierde el 1 de noviembre. Esa mañana se convalidará un decreto ley con ayudas por la sequía, se aprobarán proyectos legislativos, como los relativos a la Sociedad de la Información y la Memoria Histórica, y se debatirán enmiendas de totalidad a las leyes de adopción internacional y registro civil. Por la tarde, a partir de las cuatro, el presidente Zapatero comparecerá ante el Pleno para explicar las incidencias provocadas por el AVE a Cataluña y después se celebrará la tradicional sesión de control con las preguntas al Gobierno.
 
Han quedado fuera del orden del día de la próxima semana las interpelaciones de la sesión de control y la habitual comparecencia informativa del presidente del Gobierno posterior a una cumbre europea, en este caso la que aprobó el día 19 en Lisboa el nuevo tratado que sustituye a la constitución de la UE.
Tras la reunión de la Junta de Portavoces, Zaplana expresó a los periodistas su disconformidad con la ordenación de la sesión plenaria alegando que se había optado por "el atropello de la frescura del debate político", relegando "temas de interés" y de "suma actualidad". Se refirió en concreto a la Ley de Memoria Histórica, a la que el PP se ha venido oponiendo frontalmente por considerarla "innecesaria".
 
Según explicó, al incluir el debate de la Ley de Memoria el miércoles por la mañana, el mismo día en que se dará conocer la sentencia del 11-M y horas antes de que Zapatero hable de las Cercanías de Barcelona y comience el 'puente' del 1 de noviembre, el PSOE busca "encajonar" un tema "fundamental" para que pase "lo más desapercibido posible". "Da toda la impresión de que quieren meterlo todo (en un mismo día) para liquidarlo antes del Puente (de Todos los Santos) al objeto de que los ciudadanos no puedan percibir como debieran un debate de esta importancia y naturaleza", denunció, achacando esta actitud al "miedo" y el "pavor" que a su juicio tiene el Gobierno a lo que el PP le diga en ese debate, pero también a lo que comenten "sus socios, los que sí apoyan la ley".
 
El PP hizo llegar este malestar en la reunión de la Junta de Portavoces y, según fuentes parlamentarias, llegó a proponer que se habilitará un pleno especial el lunes 5 de noviembre para un debate monográfico de la Ley de Memoria, idea que fue desestimada por el resto de grupos. También se quejó de que hubiera poco tiempo para las intervenciones y, a propuesta de IU, se decidió que cada grupo disponga este miércoles de 20 minutos, el doble de lo habitual. Según criticó Zaplana, el problema no es "el tiempo" del que goce cada grupo parlamentario, sino "el empeño" de los socialistas a que este fuera menor al acordado.
 
"Tanto que se les ha llenado la boca dentro y fuera del Parlamento (con el proyecto de ley), lo que deberían hacer ahora es hacer oír su voz para que el debate fuera intenso –proclamó–. Mucho hablar en polideportivos y mucho debatir fuera de esta Cámara, pero cuando se trata de confrontar democráticamente ideas, reglamento, reglamento y reglamento. Así legisla cualquiera, pero en otro régimen político".

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