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Jamenei elige "resistir a las fuerzas arrogantes" y evoca el orgullo nuclear iraní

El líder supremo de la República Islámica de Irán, el conservador Ali Jamenei, entonó un discurso ultranacionalista para defender el programa de enriquecimiento de uranio que ha puesto en jaque a la comunidad internacional. Sabedor del divorcio existente entre las elites religiosas que copan el  poder político y la sociedad civil, Jamenei aseguró que el régimen "ha elegido resistir a las fuerzas arrogantes" para lo que exigió "unidad y armonía" entre los dos bloques.

El líder supremo de la República Islámica de Irán, el conservador Ali Jamenei, entonó un discurso ultranacionalista para defender el programa de enriquecimiento de uranio que ha puesto en jaque a la comunidad internacional. Sabedor del divorcio existente entre las elites religiosas que copan el  poder político y la sociedad civil, Jamenei aseguró que el régimen "ha elegido resistir a las fuerzas arrogantes" para lo que exigió "unidad y armonía" entre los dos bloques.
(Libertad Digital) Jamenei hizo esta declaración durante una reunión con miles de voluntarios iraníes "Basij" y en medio de informaciones sobre una próxima reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, para estudiar el endurecimiento de las sanciones a Irán.
 
"El futuro de los pueblos depende de una decisión histórica (..) o deciden someterse a la hegemonía y aceptar la arrogancia o (deciden) hacer frente a los arrogantes (..) el pueblo iraní ha elegido como decisión histórica la segunda opción", dijo el máximo dirigente iraní, según informa la agencia IRNA, recogidas por Efe.
 
Asimismo, presentó el programa de enriquecimiento de uranio como un símbolo del orgullo nacional. "Los éxitos científicos en el ámbito nuclear son una prueba del desarrollo de la República Islámica".
 
Críticas contra EEUU
 
"La oposición de las potencias arrogantes, encabezadas por EEUU, (al plan nuclear iraní) se debe a que no quieren que el pueblo iraní consiga el desarrollo y el poder científico", agregó Jamenei tras reiterar que "no es posible imponer la hegemonía sobre nuestro pueblo".
 
Recupero, además, el espíritu de la revolución islámica, que lideró su antecesor Ayatolá Rohula Jomeini, en 1979, y elogió sobre todo el asalto a la embajada de EEUU en Teherán, en noviembre de ese año, por estudiantes revolucionarios que mantuvieron como rehenes a los diplomáticos y otro personal durante 444 días.
 
Se dice que entre los estudiantes revolucionarios se encontraba el actual presidente, el incendiario, Mahmoud Ahmadineyad.
 
Así las cosas, la ocupación de la "embajada, que servía de sede para los espías, fue la dura respuesta que recibió el arrogante gobierno estadounidense a la matanza de estudiantes iraníes en Teherán en 1978 por colaboracionistas de los (norte)americanos".
 
El líder iraní aludía, de este modo, a los enfrentamientos que ocurrieron en aquel tiempo entre las fuerzas del régimen del Shá Mohamad Reza Pahlavi, entonces uno de los principales aliados de Washington, y los simpatizantes de Jomeini.

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